Prácticamente el mismo día, el periódico local de La Opinión de Murcia, publicaba dos noticias con un nexo en común: el presidente regional Fernando López Miras y sobre qué deben priorizarse los presupuestos públicos.

Más conocido por sus pronunciamientos sobre Cataluña, ETA y “el sanchismo” que por las problemáticas que afectan a la Región de Murcia desde hace más de 20 años que sufrimos los gobiernos del PP en “La Región”, el presidente afirmaba que hay que “aprobar una Ley de Financiación de Defensa”, para garantizar el gasto en armamento para la guerra.

Mientras tanto, la otra noticia reflejaba que “el Servicio Murciano de Salud dejará sin ofertar 46 plazas de atención primaria a las que se comprometió” en el EMAP 2023-2026 (Estrategia de Mejora de la Atención Primaria”) y que de las 123 plazas que se comprometió a incrementar en el programa, aún siguen vacantes 61 de ellas.

El Gobierno Regional del Partido Popular insiste en dinamitar la sanidad pública, mientras berrea que es prioritario fabricar más misiles y garantizar el gasto para la guerra. Parece que la sumisión a la OTAN y la mayor partida de la historia en armamento realizada por los últimos Presupuestos Generales del Estado, no ha sido suficiente muestra.

Esta política guerrerista de López Miras y liquidadora de la sanidad pública, ya está haciendo mella en una plantilla de trabajadoras/es, que este año ha sufrido intensas sobrecargas de trabajo debido a la no realización de contratos para sustituir las bajas, lo que ha dejado a cientos de trabajadores con un abismal exceso de cómputo de horas trabajadas, como en el Servicio de Farmacia del Hospital Virgen de la Arrixaca, donde algunos Técnicos Auxiliares de Farmacia acumulaban más de 200 horas de exceso (más de un mes de trabajo) en el mes de diciembre. Para el año que viene… más de lo mismo, puesto que el PP regional ha sido incapaz de aprobar los presupuestos, en su tira y afloja con sus socios fascistas de Vox.

Toca  balance del año en lo que respecta al gobierno de coalición y sí,  tras darle vuelta a lo que surge a bote pronto, ese es el resumen que mejor se adapta a este  año. Mucha propaganda  y mucho bombo para dar importancia y relevancia a muchas de las medidas y propuestas que no lo son tanto, al menos en sus consecuencias prácticas para la clase obrera y las capas populares.

A nivel legislativo se han aprobado cinco leyes, de un total de 37 propuestas, y las 32 restantes están varadas en prorroga tras prorroga ampliando plazos de enmiendas para “contentar a todos con encaje de bolillos” y tener apoyo suficiente en el Congreso. 

De las cinco aprobadas, la que más ruido levantó ha sido la de Amnistía. También la que quitó la careta fascista y la vena “españolaza” a más de uno y una, pero que a efectos prácticos tampoco ha logrado volver al campo político el enfrentamiento ocasionado con la represión y la aplicación del artículo 155 a Catalunya. Ahí están siempre al quite los rancios togados y la alta judicatura que fieles herederos del franquismo, no permiten que nada salga del guion del “atado y bien atado”. 

Las restantes son la del Poder Judicial para lavar un poco la cara a ese pilar del Estado que ya olía un poco mal y había que airearlo, tras lograr levantar a sus señorías de la poltrona y renovar su Consejo General que llevaba caducado más de 5 años. La de las enseñanzas artísticas superiores, la que crea una autoridad independiente para investigar accidentes ferroviarios y la de paridad. Esta última sí ha tenido consecuencias prácticas, pero negativas, al  modificar el art. 53 y 55 del Estatuto de los Trabajadores y suprimir la nulidad objetiva de aquellos trabajadores que sean despedidos sin causa justificada y hayan solicitado o estén disfrutando de una adaptación de jornada, al igual que ha eliminado los permisos por accidente o enfermedad grave y hospitalización de un familiar. Se achacó a “error técnico” y este error ha levantado menos ruido que el de la ley del sólo sí es sí de la anterior legislatura y, pese a la afectación general y en vigor desde finales de agosto pasado, ahí sigue tal cual. ¿Qué pasará con los despidos?

El anual mensaje de Navidad del Borbón, Felipe VI, estuvo marcado por una idea principal: la defensa del Estado. Esta idea es repetida anualmente, como es lógico, pero el presente año ha sido expuesta de forma mas clara y rotunda, señalando abiertamente los límites hasta donde se puede llegar dentro del Régimen del 78.

La gestión criminal de la Dana de Valencia obliga a ello. Reiteradamente desde el PCPE se ha analizado y expuesto que la gestión criminal de esta es un asunto de Estado. Los lemas que se quedan en el “Mazón Dimisión” tienen como único objetivo un nuevo Botànic, un gobierno del PSOE y satélites como, principalmente, Compromís. En esta opción converge la totalidad de la socialdemocracia, gran parte de los sindicatos llamados de clase y los autodenominados movimientos sociales. Los lemas que señalaban a Sánchez y Mazón únicamente, sin señalar al Estado y su clase dominante, han quedado dentro de los parámetros del fascismo. Los dos, socialdemócratas y fascistas, obvian el papel del Estado.

 El Borbón es consciente de la situación, más aún cuando han sido los voluntarios y volunarias quienes han caracterizado esta gestión como responsabilidad del Estado, siendo este su valor político y no el de quitar barro, que es a lo que lo quiere reducir la socialdemocracia. Esta caracterización por parte de las y los voluntarios, ese instinto de clase que ha marcado al Estado como responsable, es lo que ha provocado las reiteradas visitas del máximo representante del Estado, el Borbón, a las zonas afectadas y el colocar a dos militares para gestionar la reconstrucción, siendo una de sus funciones las relaciones con el Estado. Esto va de salvar el Estado.

La gestión de la Dana se une a los elevados niveles de pobreza y depauperación crecientes entre la clase obrera y los sectores populares. A esto debemos unir los recientes datos de noviembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que apuntan a que alrededor del 50 % de los españoles desconfían de las instituciones del Estado, al igual que de los partidos y sindicatos del sistema.

Esto ha motivado que el discurso del Borbón tenga un denominador común: el bien común, plasmado en el Estado y la Constitución de 1978. Destacar tres frases del discurso que sintetizan la postura ideológica del mensaje:

La OTAN quiere desviar el dinero de pensiones y seguridad social a armamento

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Mark Rutte, quiere iniciar una economía de guerra. La suya y la de sus amos y ha soltado la perla siguiente:

"En promedio, los países europeos gastan fácilmente hasta una cuarta parte de su renta nacional en pensiones, salud y sistemas de seguridad social. Necesitamos una pequeña fracción de ese dinero para fortalecer nuestras defensas y preservar nuestro modo de vida [...]. ¡Es una obligación!".

En realidad da igual cuándo leas esto. La OTAN es el más firme defensor del capitalismo, y como tal, en momentos de crisis hace inversiones para obtener rentabilidad a corto plazo.

Esa es la figura que trasluce en las declaraciones del actual Secretario General de la OTAN: Queremos guerra para mantener nuestro modo de vida y obviamente no se refiere al de la clase obrera europea, se refiere a la burguesía de esos mismos países, que sin invadir a otros es incapaz de mantener su tasa de ganancia.

Ha sido así desde su creación, primero amenazando a los países socialistas del este de Europa (por si alguien anda despistado, la OTAN se creó antes que el Pacto de Varsovia) y provocando una escalada militar sin límites.

Desaparecida la URSS y el Pacto de Varsovia, se suponía que la OTAN ya no tendría sentido, pero obviamente su finalidad nunca fue defensiva, su finalidad fue expoliadora, agresiva, de ataque y secuestro de todas aquellas materias primas que la burguesía atlantista necesitaba para sus negocios.

Bajo este pretexto van desapareciendo todos nuestros derechos conseguidos tras años de luchas y con la vida de muchos trabajadores y trabajadoras del mundo.

Y puestos aquí, habría que pensar: ¿Qué modo de vida tiene que defender la clase obrera? ¿Acaso vivimos mejor que los chinos? ¿Acaso vivimos mejor que los rusos?

Cuando hoy (referencia al 9 de diciembre) se dedica al menos un instante a conmemorar y dignificar a las víctimas del genocidio, a «pensar» en cómo prevenirlo, nos parece mejor invocar todas esas resistencias que lo enfrentan

Hay quien quiere que uno dedique un día del año a lo que lleva luchas de vidas enteras. Hay quien quiere lavar su conciencia con actos simbólicos y aislados que generen postales conmemorativas, fáciles de colgar en las historias de WhatsApp.

La palabra genocidio no alcanza para describir ciertas cosas, determinados traumas históricos y tremendos, de los que la mayoría de nosotros y nosotras provenimos.

Genocidio, según la academia de la lengua, es el exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad. Pero siempre ha tenido un poco más detrás de lo que dice, porque la raza y la etnia la inventaron, la religión y la política la manipulan y la nacionalidad la prostituyen.

Ya sabemos quiénes son, conocemos el olor de cómo miran y el espectro sordo que hacen sus aviones cuando se lanzan a romper la barrera del sonido y otras cuantas barreras más.

Ya sabemos cómo hablan, que hay palabras que repiten mucho y otras que jamás mencionan, que les encanta rifar culpas y responsabilidades, que cambian rápido de tema, que pueden hacerlo, tienen con qué.

Genocidio… ¿Qué se pensarán que entendemos nosotros por que nos maten gente? ¿Un crimen común que se borra con tres días de llanto, cuatro meses de dolor y cien velorios?

Partiendo del paradigmático caso del agente de la Ojrana1, Roman Malinovski, que llegó a miembro del Comité Central Bolchevique en pleno desarrollo de la Revolución rusa, la historia del movimiento comunista está plagada de procesos de infiltración por parte de las diversas instancias de los estados burgueses. Valga este hecho para ejemplificar y demostrar simplemente que en cualquier país y circunstancia, todo estado, como instrumento garante de los intereses de la clase en el poder, vela por la continuidad de su dominación, usando para ello, la totalidad de medios a su alcance.2 Procesos de infiltración de agentes como el mencionado, destinados a desestabilizar organizaciones y/o informar sobre sus planes y militantes, pero también cooptaciones económicas con los más diversos desarrollos que van desde la dádiva puntual a, como ha ocurrido con una parte importante de las organizaciones sindicales, hacerlas depender en un alto porcentaje de los recursos económicos del estado para desfigurar su razón de ser y transformar cualitativamente su realidad.

Todo vale en ese ponzoñoso mundo que no solo se desarrolla en comisarías y centros de espionaje, sino que también existe y se nutre de las decisiones adoptadas en luminosas salas de fundaciones, universidades y corporaciones empresariales3.

Por tanto, es en la lógica de la pugna por el poder que se desarrolla en la dialéctica de la lucha de clases, y no en otro lugar, donde hay que mirar para encontrar las claves que permitan interpretar lo más acertadamente, los propósitos reales de los muchos procesos políticos, sociales e ideológicos que se desarrollan a nuestro alrededor. No hacerlo y quedarse en la mera apariencia de lo que muestran los hechos, es casi tan grave como desconsiderar que el propósito represivo del estado va mucho más allá de las porras policiales, y es mucho más elaborado que la instrumentalización de las hordas fascistas que siempre tienen a su disposición.

Llevamos ya seis años de Gobierno reformista y de, entre sus muchas consecuencias negativas para los intereses populares, igual que en la mayoría de países de la UE,  cabe destacar el avance acelerado del fascismo en los múltiples escenarios que nos deja la crisis general del modelo de producción capitalista.

En este contexto de crisis que golpea todo el entramado institucional burgués, se vuelve a demostrar con claridad que el fascismo se encuentra entre las diversas alternativas que el capitalismo naturaliza para sostener su hegemonía y erradicar de raíz cualquier intento de la clase obrera por organizarse de forma independiente. Es precisamente la socialdemocracia la que le abre la puerta de las instituciones con recortes sociales y criminalización de la lucha obrera y popular.

Jugando con su  habitual ambigüedad, el reformismo en el Estado español (PSOE, Sumar, Podemos, PCE) ha aprobado en 2022 una Ley de Memoria Democrática que apuntala la labor iniciada por los llamados padres de la Constitución, que tan arduamente trabajaron para asegurar la continuidad del aquel régimen que Francisco Franco dejo “atado y bien atado” para beneficio de la oligarquía que crío en su seno y la pléyade de  reaccionarios con olor a incienso que llevan siglos socavando nuestra libertad, cultura y soberanía.

La Constitución de 1978 fue obra de una alianza entre las fuerzas fascistas que habían sobrevivido a la muerte en la cama del genocida Francisco Franco y las fuerzas socialdemócratas reformistas, que apostaron por un programa de «reconciliación nacional». Esta alianza es lo que verdaderamente celebra el Estado burgués cada 6 de Diciembre, porque fue (y sigue siendo) la herramienta más útil para disolver a la clase obrera en la deriva política de entender que solo es posible la sociedad capitalista y renunciar a construir una sociedad socialista fundamentada en el poder obrero.

El pasado 23 de octubre, se podía leer una noticia muy aclaratoria de como la economía capitalista intenta resolver determinados aspectos de la crisis que hoy el modelo de producción y cambio vive.  Recordemos un apunte de Marx  al respecto: “En la competencia intercapitalista, la última instancia de hegemonía se da en las estrategias para evitar la caída de la tasa de ganancia. Muchas veces las empresas apelan a los Estados para asegurar este continuo. Un ejemplo son las estrategias para postergar el pago de impuestos o proyectos de reinversión que suponen fomento o subvención al stock incorporado. Pero no sólo se trata de maquinaria y tecnología en materiales, sino también incentivos legales que apunten a flexibilizar tanto el trabajo, como los marcos normativos.”

La noticia decía así: “Los expertos temen una avalancha de empresas en quiebra en las próximas semanas por el fin de una ayuda. En el año 2020, el Gobierno decidió aplicar de manera extraordinaria una moratoria contable.”

Moratoria contable, interesante concepto que establece que te permiten la mora en pagos y no estar obligado a pagar intereses por dichos atrasos, pero esta ayuda llega más lejos, y además de excepciones fiscales, también hay montones de € en préstamos a bajo interés, otros € dados a fondo perdido. A este baile o fiestuqui, en la que corren los € en manos de empresarios, se anuncia que pone final el 31 de diciembre. Podemos a poco que nos fijemos, ver que es mentira, ya que a las ayudas a empresas y sociedades que son propiedad de la burguesía nunca se les pone fin. Cuando no son moratorias, son directamente ingresos en cuentas corrientes, se debe recordar los famosos pero no únicos 66 mil millones de € que el gobierno de turno, gestor de los intereses del capital, regalo a empresarios de todo corte y hechura, y no son los únicos,  porque en este mismo periodo se regalaban miles de millones a la oligarquía patria, el asunto de las autopistas como un ejemplo muy visible, 5 mil millones, y un largo listado que nos llevaría un par de folios, y qué decir de los miles de millones de los planes de financiación de UE, los últimos llamados, NextGenerationEU, de los que el estado español recibirá un total de aproximadamente 140.000 millones de euros, que por cierto no son únicos, ya que hay otros montantes de € que se reciben a través de diferentes planes de inversión y ayudas. Qué graciosos y apañaos son estos capitalistas. 

En el marco del trabajo de las relaciones internacionales, el DKP y el PCPE están patrocinando dentro del espacio europeo de partidos comunistas y obreros  una declaración conjunta contra la OTAN y sus planes de guerra imperialista. Hasta ahora esta declaración  cuenta con la adhesión y firma de los siguientes partidos comunistas: PC (Italia), PC de Bohemia y Moravia, PC (Suiza), P Obrero Húngaro, PC de Ucrania, Partido Comunista de la Federación Rusa, además de los  promotores DKP y PCPE.

Un hecho relevante de esta declaración es que incorpora el llamamiento a una jornada de movilización internacional contra la instalación de misiles balísticos de la OTAN en suelo alemán, para el próximo 21 de junio, Aniversario del inicio de la Operación Barbarroja´

En muchos estados del mundo hay bases militares de la OTAN y de su fuerza líder, Estados Unidos, y en algunos de ellos están estacionadas armas nucleares estadounidenses. Son un peligro inmediato para todos los países que no se subordinan a Estados Unidos y sus aliados. A partir de 2025, está previsto emplazar en la RFA más misiles de medio alcance SM-6, misiles hipersónicos Dark Eagle y misiles de crucero Tomahawk. Se anuncian como misiles convencionales, pero todos ellos pueden equiparse con ojivas nucleares. Se trata de armas ofensivas que amenazan el equilibrio estratégico. Este es un paso más hacia la escalada y aumenta el peligro de una guerra nuclear.

La OTAN ha sido una alianza de guerra imperialista agresiva desde su fundación, inicialmente dirigida contra los estados socialistas. El número de guerras de agresión emprendidas por los Estados de la OTAN desde su fundación asciende a decenas; Además de algunos otros estados, ha sido principalmente Estados Unidos el responsable de ellos.

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