Declaraciones del Comité Ejecutivo y Central del PCPE
- Se agita el avispero imperialista 23-02-2025
- Llegó la barbarie, ¡luchemos por el socialismo! 14-02-2025
- Con la resistencia de los pueblos hasta la victoria final 21-01-2025
- Trump o el coletazo imperial 12-11-2024
- La actualidad del problema de la vivienda 30-10-2024
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Feminismo de clase y antiimperialista

Apuntes sobre el Frente Obrero y Popular por el Socialismo

Apuntes sobre el Frente Obrero y Popular por el Socialismo
Las tierras de España, vastas y desiertas, galopan bajo el ritmo del caballo cuatralbo. Es el jinete del pueblo, que sabe que la tierra le pertenece. Galopa, como vanguardia revolucionaria, para organizar el Frente Obrero y Popular hacia el Socialismo.
Las condiciones objetivas ya están dadas en el Estado español. Ahora es necesario que, como vanguardia, aportemos nuestra subjetividad, combinando teoría y praxis junto al sujeto revolucionario: la clase obrera. Es la síntesis teórica de un proceso organizativo y dialéctico, que debe comenzar para la toma del poder. Esta tarea exige una correlación de fuerzas favorable a las posiciones marxista-leninistas y, por tanto, debe contemplar diversas alianzas. Alianzas que se forjarán en el ámbito asociativo, popular y sindical de clase, incorporando las capas explotadas de la sociedad a la Revolución Socialista.
La temperatura social global está al borde de estallar. El fervor fascista de las élites imperialistas de EE. UU., que muestran orgullosamente el saludo romano, y sus apresuradas prisas para imponer un nuevo orden internacional, están estrechamente vinculados a la crisis sistémica y en descomposición del capitalismo. Hoy, el relato idílico de la democracia burguesa, que en su momento derrotó al “perverso comunismo de la URSS”, ya no es suficiente para alimentar la superestructura burguesa. El capital necesita un nuevo marco ideológico, más autoritario y criminal, que multiplique la alienación de las masas explotadas.
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- Escrito por Enric Lloret
- Categoría: Actualidad*
La miseria en el capitalismo: una consecuencia inherente del sistema
El capitalismo, presentado como el sistema económico más eficiente y justo por sus defensores, esconde una realidad cruda e innegable: la miseria como consecuencia inherente de su funcionamiento. A pesar de los avances técnico-científicos y el crecimiento económico global, millones de personas en el mundo viven en condiciones de pobreza extrema, explotación y exclusión. Esta miseria no es un fallo del sistema, sino un resultado directo de su lógica interna, basada en la acumulación de riqueza para unos pocos y la explotación de la mayoría trabajadora.
Como ya apuntara Marx en los Grundrisse, la miseria, el hambre y la desesperación por la supervivencia de millones de seres humanos favorecen que el capital pueda ejercer su hegemonía de poder. Es en los nichos de población sometidos a esta situación donde el poder burgués puede dominar con mayor facilidad. En relación con esta condición del ser humano, principalmente la clase obrera, Marx argumentaba que los trabajadores no pueden liberarse solo con ideas o discursos, sino que primero deben resolver sus necesidades materiales. En La ideología alemana, escribió: "No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia". Es decir, las condiciones materiales (económicas, sociales) son la base sobre la que se construye la conciencia y la acción política.
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- Escrito por Juan J. Sánchez
- Categoría: Movimiento Obrero
8m, un año más es necesario
Se aproxima una vez más el 8 de marzo, una movilización clave para gran parte de las mujeres jóvenes y una fecha señalada en las organizaciones que ven el feminismo de clase como una de sus bases.
En el pasado 25 de noviembre, día por la erradicación de la violencia sobre la mujer vimos una bajada en la movilización, queríamos pensar que era por ser lunes, pero vemos con miedo cómo las movilizaciones feministas, las que más seguimiento seguían teniendo, bajan y solo una pequeña parte de quienes las formaban han pasado a involucrarse en la militancia.
Los nuevos partidos de la izquierda, en gran parte nutridos a partir de las movilizaciones feministas, han demostrado no ser ni feministas ni espacios seguros para la militancia de las mujeres, suponiendo esto un refuerzo a la militancia no mixta, aumentando el riesgo de brecha, dificultando la idea de intersección del movimiento feminista con los movimientos de clase. La militancia feminista no mixta no debe estar fundamentada en que los espacios mixtos políticos no sean seguros, debemos poder desarrollar nuestro compromiso político fuera de los espacios propios del feminismo.
Hay quienes siguen diciendo que el movimiento feminista es únicamente un chiringuito de estos partidos, un reduccionismo usado para negar una vez más, el movimiento feminista y su potencia. Entre quienes niegan el feminismo y quienes lo instrumentalizan para sus propias siglas, nos encontramos las feministas de clase, en la misma trinchera y viendo como tenemos que seguir luchando los mismos espacios contra los mismos discursos rancios, desclasados y patriarcales. Naturalmente el feminismo, como todo espacio de elaboración teórica, no está exento de la lucha de ideas, de la lucha de clases, y no puede dejar de ser expresión más o menos consciente de determinados intereses de clases.
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- Escrito por Edurne Batanero
- Categoría: Juventud
8 de marzo ¡a la calle a luchar!
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Las mujeres nos hemos incorporado al mercado laboral, representamos ya el 46,4% de la fuerza laboral, pero trabajamos en los sectores peor pagados, ligadas a los cuidados como el empleo doméstico, los servicios sociales o las residencias. De las 27 actividades donde la mayoría somos mujeres, en 16 de ellas el salario medio mensual queda por debajo de la media y de las 10 actividades con peores nóminas, en 7 hay más mujeres.
La brecha salarial de género en 2023 estaba en el 19,6%. Además, una de cada cuatro trabajadoras en España gana el salario mínimo interprofesional (SMI) o menos.
Más paro, más temporalidad, más precariedad, parcialidad (el 75% de las personas asalariadas a tiempo parcial somos mujeres), un mayor riesgo de pobreza, somos siempre las primeras en dejar los puestos de trabajo para atender las necesidades familiares, hay 6 veces más mujeres que hombres dedicándose a los cuidados. El reparto desigual de las tareas de cuidado sigue siendo un eje central en la perpetuación de las diferencias. En 2023, casi 1,9 millones de mujeres figuraban como inactivas (no buscaron empleo) debido a la necesidad de cuidado de niños, personas mayores o familiares en situación de dependencia.
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- Escrito por PCPE
- Categoría: Actualidad*
¡A la calle a luchar!
El gobierno socialdemócrata dice que la economía “va como un tiro” una afirmación que tal como va la coyuntura mundial tiene que ver más con el imperio de la guerra impuesto, que con la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadoras en general y de las mujeres en particular.
Resaltamos en este articulo que aún en un asunto tan básico como tener empleo, los datos que se venden como positivos muestran una realidad cada vez más evidente, el descenso del paro no afecta por igual a hombres y a mujeres. Mientras el paro masculino ha pasado del 26,7 % de 2013 al 9,5 % actual, el paro femenino, que entonces era del 27,3 %, ha bajado tan solo hasta el 11,8 %.
La diferencia entre el desempleo masculino y el femenino se ha incrementado en estos años. Mientras en 2013 era el paro femenino superaba al masculino en 0.6 puntos, es decir, un 2,2 %, en la actualidad es diferencia es de 2.3 puntos, es decir, del 19,5 %.
El mercado laboral no está tratando igual a los hombres que a las mujeres trabajadoras y eso hace que la brecha de género en España, que ya existía en diferencias salariales, se esté acentuando debido a la diferencia en el acceso al mercado de trabajo. Lo cierto es que los datos sobre la situación de las mujeres, aun cuando hay más mujeres ocupadas y afiliadas a la seguridad social que nunca, 10,1 millones, siguen siendo muy preocupantes.
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- Escrito por Tatiana Delgado
- Categoría: Mujer
Feminismo de clase y antiimperialista
El patriarcado, como sistema de dominación, es sostenido por una serie de estructuras económicas y políticas que oprimen a las mujeres no solo en el ámbito social, sino también en el plano económico. Las mujeres, particularmente las de los pueblos colonizados, son las que más sufren las consecuencias del sistema capitalista en su fase imperialista, que explota sus cuerpos y su trabajo de manera más cruda, ya que además de ser despojadas de su tierra, trabajo y derechos, enfrentan el doble rol de ser cuidadoras y responsables del mantenimiento de la vida en sus comunidades.
Esta realidad coloca la lucha antiimperialista en un lugar central dentro de la agenda feminista denunciando las agresiones que reciben las mujeres en todo el mundo y visibilizando las luchas de las mujeres de los pueblos que resisten al imperialismo, como las que se libran en países como Palestina, Venezuela, Cuba, Siria, o en territorios indígenas en América Latina. Estas mujeres no solo enfrentan la violencia patriarcal, sino también la agresión imperialista, que busca despojarlas de sus recursos naturales, territorios y soberanía.
En este contexto de opresión y explotación, muchas mujeres trabajadoras se ven obligadas a emigrar de sus países y en su mayoría se enfrentan a condiciones de vida precarias, muchas veces en situaciones de trabajo informal y explotación laboral, sin acceso a derechos básicos ni condiciones dignas. Además de las dificultades económicas, deben enfrentar la violencia de género, la discriminación racial y las barreras sociales, lo que las coloca en una situación de vulnerabilidad aún mayor.
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- Escrito por Glòria Marrugat
- Categoría: Actualidad*
Feminismo, privatizaciones y conciencia de clase
El 8 de marzo pasado, en la fachada del instituto Numància colgaba una pancarta que decía: “El 8 de marzo no es una fiesta, es una protesta. COMISION FEMINISTA”. Creada por alumnas y alumnos de Santa Coloma de Gramenet, conscientes de que el camino es la lucha y que hay que organizarla. Necesitamos que estas acciones vanguardistas no solo se mantengan, sino que evolucionen, que den ejemplo, y despierten conciencias. Porque tenemos el mundo que nos han robado por conquistar.
El postmodernismo y toda la propaganda capitalista han conseguido desposeernos de nuestra conciencia colectiva como clase obrera. La base sobre la que tiene que estructurarse el feminismo de clase que nos conduzca al socialismo. Que nos permita, a la inmensa mayoría de la población mundial, reconocer y unirnos a nuestras iguales contra nuestros antagónicos e irreconciliables enemigos de clase. Parece que esa falta de conciencia junto a las muchas violencias que ejercen, permite a las oligarquías del mundo, a la clase dominante, al capital; seguir perpetuando la represión, la explotación, el fraude, la contaminación, la desinformación, el exterminio y la acumulación a través del expolio de materias primas y el negocio de la muerte. Por suerte un grupo de irreductibles jóvenes estudiantes lo tiene claro.
Alrededor de la primera década del siglo pasado y finales del XIX, Clara Zetkin y Alexandra Kollontai, entre otras muchas luchadoras comunistas, nos enseñaron la diferencia entre feminismo burgués y feminismo proletario, y que su corta andadura juntas solo tuvo que ver con la fundamental e irrenunciable demanda y posterior conquista del voto femenino. Las feministas burguesas buscaban la igualdad de derechos con los hombres a través de reformas, dentro del marco de relaciones de producción capitalistas, es decir, luchan por privilegios para ellas mismas y consideraban que: “Los hombres son el principal enemigo, se han apropiado injustamente de todos los derechos y privilegios, dejando a las mujeres solamente cadenas y obligaciones”. Poder entrar en los parlamentos burgueses y a su vez poder explotar fuerza de trabajo proletaria “igual que hacían los hombres (sus maridos, padres y hermanos) para ellas era una victoria, un fin en sí mismo”.
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- Escrito por Jordi Bueno
- Categoría: Actualidad
El Murmullo a través de Belén Gopegui
Sin duda una de las más importantes narradoras de los últimos treinta años en España es Belén Gopegui. No es una afirmación vacía, lo avala el papel preponderante en la narrativa desde los años 90. La escritora pone en cuestión los mitos y patrañas de la hegemonía ideológica de la burguesía triunfante en Españistán y su subordinación a la dominación económica, política y cultural al capital francoalemánnorteamericano hoy en total decadencia.
La noción de crisis sistémica la visionó con gran lucidez desde la última década del siglo XX Belén Gopegui, lo que la convierte en la principal escritora desde entonces hasta la actualidad. Los personajes de sus novelas representan un ruedo ibérico de lo que se vendía como una sociedad del éxito y un derrumbe social. Hoy en la narrativa predominante en Españistán, sus escritores o escritoras, salvo honrosas excepciones, vomitan una especie de mundos de Yuppy, personajes pequeñoburgueses que van de la autosuficiencia, la autocomplacencia a la insolencia y la resiliencia. Las grandes editoriales con sus premios y sus voceros mediáticos promueven narrativas un mundo aséptico que oculta los grandes problemas de la realidad a nivel social y colectivo restringiéndolo, en su caso, a lo meramente individualista. En cierta manera el establishment de las élites promueve una literatura que tiene bastante que ver con las narraciones de la autoayuda.
Belén Gopegui ha publicado un libro titulado El murmullo, cuyo subtítulo lo aclara meridianamente: La autoayuda como novela, un caso de confabulación. En el libro esgrime el autoengaño de quienes padecen la sumisión social a partir de la visión determinista del poder al limitarse a vivir de un modo confortable en el apego a la subordinación social. Los libros de autoayuda , ese talismán totémico, representan meras chucherías de los modelos psicológicos hegemónicos en el marco de la ideología individualista burguesa dominante. De ahí el permanente acoso y bombardeo de que los problemas y las soluciones dependen de uno mismo, donde la solidaridad desaparece como referencia. El murmullo representa un ejercicio extraordinario de desenmascarar el aparato de entontecimiento sistémico.
Miguel Ángel Rojas
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- Escrito por Miguel Ángel Rojas
- Categoría: Literatura Imprescindible
Historia del Partido Comunista Bolchevique de la URSS. Aprobado por el Comité Central del P.C. (b) de la URSS (1938) (fragmentos XXV)
Nota de Redacción UyL: Tras veinticinco fragmentos continuados, este mes culminamos los extractos de esta gigantesca obra para el proletariado internacional, con un texto de plena actualidad. No solo debido al apoyo de la socialdemocracia europea a las guerras del imperialismo y la OTAN en todo el planeta (sostenimiento del ente sionista en Asia Occidental y de la Ucrania fascista de Zelensky, colaboración en el hostigamiento contra Cuba Socialista, la RPD de Corea o Venezuela bolivariana, entre otros muchos...), sino por la necesidad urgente de que el Movimiento Comunista Internacional (MCI) tome una posición activa en la lucha de clases internacional. Aunque aún lejos de las necesidades existentes, el PCPE sigue avanzando favorablemente en esta urgente tarea, de la que ya salen acuerdos de trabajo concreto.
El 4 de agosto de 1914 la socialdemocracia alemana votó en el parlamento los créditos de guerra, votó en pro de la guerra imperialista. Y exactamente lo mismo hicieron, en su aplastante mayoría, los socialistas de Francia, de Inglaterra, de Bélgica y de los demás países. Los jefes de los partidos socialistas, traicionando al proletariado, se pasaron a la posición del socialchovinismo y abrazaron la defensa de la burguesía imperialista.
A la Segunda Internacional la habían echado a pique los oportunistas, contra los cuales hacía ya mucho tiempo que venían poniendo en guardia los mejores representantes del proletariado revolucionario. A expensas de las ganancias que arrancaba de las colonias y de la explotación de que hacía objeto a los países atrasados, la burguesía imperialista corrompía sistemáticamente mediante una política de salarios elevados y de otros gajes, a una minoría escogida de obreros calificados, a la llamada aristocracia obrera. Al estallar la guerra estas gentes, temerosas de perder su posición privilegiada, se hicieron enemigas de la revolución, convirtiéndose en los defensores más rabiosos de su burguesía y de sus gobiernos imperialistas. De oportunistas se convirtieron en socialchovinistas, predicaban la paz de clases entre los obreros y la burguesía dentro del país y la guerra con otros pueblos en el exterior.
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- Escrito por Redacción UyL
- Categoría: Ficha de Formación