Este pasado día 4 de agosto celebramos, en Gran Canaria, nuestra actividad anual de Homenaje a los héroes y heroínas que lucharon por la clase obrera canaria. Es una fecha reivindicativa ante el criminal fusilamiento del diputado comunista Eduardo Suárez y del Delegado gubernativo del norte de la isla Fernando Egea, hecho ocurrido el 6 de agosto de 1936 en el cuartel de La Isleta, siendo los primeros fusilados por las hordas fascistas en esta isla.

La parte cultural de la actividad contó con una primera actuación de la cantautora Amparo Ramos, seguida, a continuación, de otra del cantautor tinerfeño Suso Junco. La presentación de toda la actividad estuvo a cargo de la actriz de teatro Mónica Lleó, vestida con un muy oportuno traje republicano. Sin proponérselo,

Amparo y Suso coincidieron en cantar a dos heroicos obreros canarios, asesinados por la anterior dictadura. Amparo nos ofreció una primicia con el estreno de la canción dedicada a Eduardo Suárez, y Suso interpretó una poco conocida canción, de su propia autoría, dedicada al obrero tinerfeño Antonio González, torturado y asesinado en la comisaría de La Laguna por el Comisario José Matute en el año 1975.

Hay que considerar todo un símbolo de la determinación de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo, el que en un acto dedicado a quienes dedicaron su vida a luchar por la clase obrera canaria, se canten canciones a dos obreros asesinados por los sicarios del sistema de dominación burgués en esta tierra.

Que 82 años después de ese crimen cometido a pocos kilómetros del Parque de San Telmo, donde se celebra este acto, organizado por el Partido Comunista, Amparo Ramos cante una canción, dedicada al diputado comunista elegido en la candidatura del Frente Popular, es la expresión de la victoria de la clase obrera canaria sobre los militares fascistas, y sobre los falangistas, que asesinaron a Suárez y a Egea, y que creían que con ese criminal fusilamiento llevaban a la derrota a la clase obrera canaria, y a este mismo pueblo.

Qué tiemblen mis verdugos, que tiemblen los traidores. Qué tiemblen los que han obligado a mi pueblo a comer tunera. La hora de su derrota ha sonado. Como escribiera en sus últimas horas el también comunista majorero Matías López, antes de ser asesinado con veinticinco años de edad, en el año 1937.

Amparo Ramos, con su creativa canción, vino a conectar con esta conciencia del joven comunista asesinado con el grupo de Tamaraceite (Juan, Francisco, Antonio, Manuel y Matías), y lo hace desde una comprensión que no tiene sus raíces en la militancia comunista, sino que responde al compromiso de alguien que ama a su tierra, y cuya producción artística dialoga con el proceso de formación de la conciencia colectiva que se construye, en un contexto social determinado, mediante la interiorización de las inquietudes y las luchas diversas de este pueblo y, de manera particular, de los trabajadores y trabajadoras de estas islas que sueñan que, “un día habrá una isla que no sea silencio amordazado”.

El bloque social y político (pueblo) que se conforma en el esforzado camino hacia la emancipación, en el heroico proceso hacia la liberación de los trabajadores y trabajadoras de ese pueblo, es producto de la confluencia de una diversidad de factores que se suman para dar un resultado siempre superior a lo que representan las aportaciones parciales concretas, individuales y colectivas, que lo construyen. En Canarias ese proceso ha pasado por momentos de avances, y por otros de duro retroceso, pero, siempre, este pueblo vuelve a la carga, se levanta, vuelve a buscar el camino, vuelve a armar las necesarias estructuras de la emancipación. En el proceso histórico hacia la derrota de nuestro enemigo de clase cada momento es crucial, cada lucha determina, todo suma para la derrota de ese bloque histórico parasitario formado por las clases dominantes que siempre en nuestra tierra han hambreado y explotado a nuestro digno pueblo. Cada día es una jornada de lucha, y nunca hay que faltar a la cita.

Ochenta y dos años después, Eduardo Suárez, y todos los héroes y heroínas que lucharon por la clase obrera canaria, siguen combatiendo en el presente, porque este pueblo nunca se rindió, ni se dio por derrotado. La lucha sigue en estos tiempos, con hombres y mujeres que en todos los rincones de esta tierra, en su mar y en su aire, cumplen con su insobornable compromiso revolucionario, y, además, tienen la suerte de contar hoy con una magnífica canción que les ha ofrecido Amparo Ramos, que también nos aportó una personalísima y combativa versión de “Al alba”. Suso Junco, con su cantar militante, completó este acto de homenaje que nos coloca ante un reto mayor para la próxima edición en el año 2019.

La lucha continúa.

A Eduardo Suárez Morales

Seis de Agosto del 36,

en verano te acallaron eso creen.

Tu delito resistir,

ante el gris que se imponía en el país.

Andabas libre quizás sin saber

que para algunos la vida tiene poco haber.

Eras hombre que creyó

que la lucha estaba al lado del trabajador.

Eduardo Suárez Morales,

el olvido querrá esta canción.

Eduardo Suárez Morales,

pero aquí estamos para darte voz.

Diestro en la oratoria, zurdo en el quehacer,

escuchabas a la tabaquera, defendías en el comité.

Fascistas robaron treinta años de edad,

y junto a Egea borraron tu existencia.

Hoy sé que temen,

que nuestros muertos curen sus propias demencias.

Carmelo Suárez

Secretario General del PCPE

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