Hay hombres que luchan un día y son buenos.

Hay otros que luchan un año y son mejores.

Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.

Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.

Estos versos incitando a la rebeldía permanente del bello y revolucionario poema Los que luchan, fueron escritos por Bertolt Brecht entre 1925 y 1928, y definen mejor que cientos de palabras el carácter apasionado de un escritor que pensó y escribió con un marcado tono revolucionario y social. En este sentido, a los 30 años, Brercht alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar (1918-1933) con La ópera de los tres centavos, una impactante obra en la que el orden burgués en el capitalismo es representado como una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos. Una demoledora crítica marxista del capitalismo que levantó ampollas en las élites intelectuales germanas de la época, y en particular en los medios políticos más conservadores que no le perdonaron jamás tamaña audacia.

Después de leer el interesante artículo “Colombia: 100 días de gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez” de Ferran N, en el UyL, me viene a la cabeza la estupenda película 'Los reyes del mundo' de la colombiana Laura Mora que ganó la Concha de Oro en Festival de Cine San Sebastián, personalmente tanto por su temática como por su narración fílmica es la que más me ha gustado de las tres últimas ganadoras, todas dirigidas por mujeres, en 2020 Beginning (Dea Kulumbegashvili) y Crai nou / Blue Moon Alina Grigore en 2021. Se trata del segundo largometraje de Mora, que con su debut, Matar a Jesús (2017), recibió una mención especial del Premio Kutxabank-New Directors. 

Es una película dura, con una gran carga de compromiso social, que por su historia y con una fotografía espectacular, se ganó el aplauso de crítica y público tras su proyección, una road movie que comienza en Medellín y se adentra en las zonas rurales de Colombia cuyos protagonistas son cinco actores no profesionales "chicos de la calle" que sobreviven a base de picaresca en un mundo salvaje y violento.

El jurado finalmente presidido por Matías Mosteirín, Glenn Close no vino por una emergencia familiar, con lo que tuvo una mayoría masculina, ha premiado merecidamente este drama sobre un grupo de cinco amigos “cinco reyes sin reino, sin ley ni sin familia, que emprenden un viaje en búsqueda de la tierra prometida”. En España distribuida por BTeam Pictures, todavía no ha anunciado fecha de estreno.

Antonio Gramsci: filósofo, político, sociólogo, historiador y periodista italiano que destacó por su enriquecedor aporte teórico al marxismo y por su lucha contra el fascismo. Encarcelado durante once años por el régimen de Benito Mussolini (de 1926 hasta su muerte en 1937), produjo en prisión una cantidad ingente de cartas y escritos, entre los que destacan los Cuadernos de la cárcel. 2848 páginas manuscritas que constituyen una muestra excepcional de su particular análisis de la historia y del momento político que le tocó vivir.

El mes de noviembre de 1926 fue un mes particularmente difícil para Antonio Gramsci. Después de abandonar una reunión clandestina de la dirección del Partido Comunista de Italia que debía tener lugar en Valpolcevera (provincia de Génova), Gramsci, sintiéndose perseguido por la policía fascista, decidió volver a Roma. Sin embargo, allí le sorprendió la decisión del gobierno de Mussolini de disolver los partidos políticos en Italia y suprimir las garantías constitucionales. Disposiciones políticas que cerraban aún más el cerco alrededor del dirigente comunista. De tal modo que el 8 de noviembre, violando su inmunidad parlamentaria, Antonio Gramsci fue detenido y enviado en régimen de incomunicación a la cárcel romana de Regina Coeli;

Antonio Gramsci, filósofo, político, sociólogo, historiador y periodista italiano destacó por su enriquecedor aporte teórico al marxismo y por su lucha contra el fascismo. Encarcelado durante once años por el régimen de Benito Mussolini (de 1926 hasta su muerte en 1937), produjo en prisión una cantidad ingente de cartas y escritos entre los que destacan los “Cuadernos de la cárcel”: 2.848 páginas manuscritas que constituyen una muestra excepcional de su particular análisis de la historia y del momento político que le tocó vivir. 

“Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda nuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda nuestra fuerza”. Quien sintetiza así la praxis revolucionaria en los años más difíciles de su corta existencia (Gramsci murió a los 46 años) nació el 22 de enero de 1891 en Ales, un pequeño pueblo de la comunidad autónoma de Cerdeña. Sus padres, Francesco Gramsci (1860-1937) y Giuseppina Marcias (1861-1932), formaron una familia numerosa afectada la mayor parte del tiempo por la miseria. En particular, a partir de que el padre, empleado del registro de la propiedad, fue arrestado y encarcelado por malversación de fondos. Por aquél entonces, Antonio Gramsci, el cuarto hijo de un total de siete (cuatro varones y tres mujeres), tenía solamente 9 años, viéndose aquejado, además, por una deformidad de la columna que le impidió crecer, no llegando a medir de mayor más de metro y medio. Pese a esas circunstancias, Gramsci consiguió terminar con excelentes resultados académicos las enseñanzas primaria y secundaria, permitiéndole, gracias a una beca de 70 liras al mes y al apoyo incondicional de su hermano mayor Gennaro, que trabajaba en una fábrica de hielo, el ingreso en 1911 en la Universidad de Turín.

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