Editorial Julio-Agosto 2025


Tras la sucesión de noticias en relación al alcance de la corrupción en la tríada que venía dirigiendo la estructura del PSOE y el Ministerio de Fomento en la última década, se impone una reflexión que, más allá de titulares mediáticos y la profusión de análisis interesados difundidos desde las diversos medios de comunicación del sistema, situé las categorías de análisis necesarias para, ante una situación como ésta, orientar la acción política y social del movimiento obrero y el conjunto del campo popular a los más diversos niveles. Unos análisis y directrices que, para evitar la desorientación o instrumentalización descarada de la acción/reacción de las masas ante tamaña desvergüenza, tendrá que ser la militancia comunista la que la sitúe como referencia de las masas en los diversos espacios/frentes de lucha en los que participa.

En ese sentido, hay que dejar claro, que todo lo que se limite a la crítica al bipartidismo y al “no hay pan para tanto chorizo”, sin situar el carácter estructural/sistémico de este nuevo acontecimiento de corrupción, perpetuará la situación, porque, sin tocar a los corruptores y a las causas de la corrupción, se limitará a defenestrar a unos corruptos para empezar otra vez el ciclo eterno de la corrupción en el capitalismo. No es el PSOE, no es el PP, ni los sindicatos que pactan ERE a cambio de dinero; tampoco es Acciona, Ferrovial o ACS, ni tampoco la Monarquía que se sitúa en el vértice de la corrupción en el Estado español; son todas las estructuras del poder burgués que, por su esencia, destinadas únicamente a garantizar el beneficio empresarial, son absolutamente corruptas al margen del país, la cultura y su forma de gobierno.

Alianzas empresariales configuradas por complejos conglomerados financieros en el que se entremezclan intereses de diversos sectores económicos1, son el verdadero Estado y los amos y señores de las decisiones que, a modo de su consejo de administración, adoptan los diferentes gobiernos. Una realidad que se oculta, pero que al margen de las corruptelas conocidas cada cierto tiempo, son el gran engaño que impasibles defienden todos los gestores políticos y sociales del poder burgués.

1º de mayo, Castelló

Editorial Junio 2025


Más allá de datos macroeconómicos absolutamente fluctuantes y, en gran medida, ajenos a los intereses de vitales de la mayoría social, la realidad socioeconómica actual está marcada por la incertidumbre sobre el futuro y una imparable carestía de la vida, que se traduce en una creciente desvalorización de la fuerza de trabajo que incrementa las tasas de pobreza.

Condicionado también por el progresivo desmantelamiento de los servicios públicos (salario indirecto), lo que percibe hoy la clase trabajadora por la venta de su fuerza de trabajo, sitúa a un alto porcentaje de la misma, ante la dificultad de reproducirla en condiciones óptimas (techo, salud, cultura, alimentación saludable…) y llegar a final de mes con todas las facturas pagadas.

Unamos a esta dinámica, el pago de la deuda pública multiplicada por las constantes transferencias desde las instituciones al bolsillo de la burguesía1 , y el incremento constante del gasto militar, en el contexto de la, no por ocultada, menos evidente, crisis general del capitalismo, y tenemos como resultado que a la situación de pobreza, se añade la del pánico social por el miedo al futuro...

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Editorial Mayo 2025


EL MUNDO VA A CAMBIAR DE BASE

Vivimos en la época de la transición del capitalismo al socialismo, pero ese proceso necesario, debe partir del compromiso y la lucha por parte de la dirección revolucionaria, así como de su capacidad de ligazón con las masas transmitiéndole la ideología revolucionaria, para concretarlo en una realidad material efectiva sustanciada en la toma del poder por la clase obrera. De lo contrario, no será.

En este periodo determinado por el propio proceso de acumulación del capital que provoca una creciente dificultad para valorizarlo, vemos cómo se multiplican las contradicciones, reflejadas en los efectos que provoca la guerra sobre los pueblos por parte del imperialismo, encabezado por EE.UU. y organizado en torno a la OTAN.

Siendo claros, al imperialismo, hoy, le sobra la mitad de la humanidad, y la gran mayoría de la otra mitad debe estar sometida y sobreexplotada a sus intereses (incluido el Planeta). El resto, un porcentaje ínfimo, son los monopolios que lo representan, la oligarquía enemiga de la humanidad, que dicta qué se hace y cómo se hace a cada momento. Por lo que es necesario acabar con esta situación ya.

UNA GUERRA TOTAL EN VARIOS FRENTES, QUE EXIGE AVANZAR HACIA UN FRENTE MUNDIAL ANTIIMPERIALISTA

La guerra arancelaria de Trump busca abrir un nuevo paradigma en la forma de la dominación del imperialismo. Ni los consensos previos, ni las estructuras internacionales de las que se dotó internacionalmente los EEUU para imponer su posición hegemónica. (ONU, OMC, FMI, BM…) le son útiles para continuar con su posición privilegiada e imponerse en un mundo cambiante donde nuevas potencias le cuestionan su dominación, por lo que necesita recurrir a la violencia generalizada para contrarrestar su decadencia económica y política.

Editorial Abril 2025


Cuando la sucesión constante de acontecimientos supera cualquier previsión, y en el campo del imperialismo se generaliza la acción de los diversos actores que nadan en la misma charca con propósitos muy similares, la mayor responsabilidad de las organizaciones comunistas es intervenir con decisión para lograr convertirse en actores trascendentales en el devenir histórico; en sujetos políticos con voz propia y con capacidad para interpretar y transformar la realidad, contra las imposiciones mediáticas y el discurso hegemónico.

Asumir esta tarea que ha de estar siempre en desarrollo, que no puede cesar nunca porque no existen fórmulas que sirvan para todo en cualquier momento, exige un uso riguroso de las herramientas científicas del materialismo histórico y dialéctico, para identificar correctamente todos los factores que convierten en crucial el tiempo histórico actual.

Una labor que ha permitido situar en el vértice de todos los acontecimientos trascendentales que se dan a los más diversos niveles, la crisis general del capitalismo como el elemento determinante de todos ellos. Una crisis de carácter estructural que condicionada en lo fundamental por la caída tendencial de la tasa de ganancia, solo podrá ser superada mediante el avance a una sociedad socialista.

En este análisis, que solo es cuestionable desde la derrota de quienes aceptan la barbarie como algo inevitable, está marcada la responsabilidad que se asume al enfrentar un sistema decadente que, en el propósito último de sobreponerse a la crisis y tratar de perpetuar su dominación, solo puede ofrecer más explotación y violencia.

Editorial Marzo 2025


Porque no solo los fascistas son los únicos incapaces de ver más allá de su nariz, para tratar de situar el problema de la vivienda en el lugar que le corresponde y no enredarlo en propósitos inviables, se hace imprescindible refrescar algunos datos.  Valoraciones en torno a este grave problema que afecta a cada vez a más personas y, desde esa claridad de análisis que tanto se echa en falta, abordarlo como corresponde conforme a las necesidades reales de la clase trabajadora.

LA PARADOJA

En un país con 3.837.328 viviendas vacías sobre un parque total de 18.539.22231 , para el Banco de España, la razón de la burbuja inmobiliaria (propiedad y alquiler) que ahoga a la clase trabajadora se resolvería construyendo 600.000 nuevas viviendas

No parece lógico. ¿Cuál es la causa de este aparente despropósito que se presenta como una necesidad?

La consideración del suelo y la vivienda como una mercancía y no como un derecho natural básico para satisfacer las necesidades de techo, salubridad y abrigo de todas las personas.

Afirmación que, por si alguien lo pone en duda, dejándose engañar por las mentiras de los propagandistas del Sistema, se confirma en la Constitución española de 1978, al no formar el derecho a la vivienda como parte de los derechos fundamentales que el Estado sí está obligado a garantizar como, por ejemplo, la propiedad privada.

En consecuencia, es la subsidiariedad de las necesidades humanas a favor de la propiedad privada y el objetivo superior del beneficio de los capitalistas (tenedores de pisos, suelo y constructoras, en este caso), lo que imposibilita la universalización del derecho a una vivienda digna como una exigencia ética exigible a cualquier sociedad.

 Una vez más, con el actual nivel de desarrollo de las capacidades productivas de la sociedad, que haría materialmente posible alcanzar este objetivo, es el capitalismo la causa del problema y la razón por la que persiste y se acrecienta.

Editorial Febrero 2025


Avanza la extrema derecha en Europa, también lo hace en América Latina y en EE.UU llega a la Casa Blanca acompañada de las caras más destacadas de la nueva oligarquía imperial. Occidente se adentra a un escenario distópico con claras similitudes históricas con el periodo de entreguerras del siglo pasado; años en los que, paso a paso, el fascismo impuso su barbarie hasta ser derrotado por el Ejército Rojo el 9 de mayo de 1945.

Saltan las alertas. Frente a esta realidad, directamente vinculada con el desarrollo de la crisis general del capitalismo y las diversas alternativas que el sistema implementa, para tratar de superarla, son multitud las voces que, pese a negar y/o ocultar las razones estructurales de este proceso, alertan sobre el riesgo que supone y llaman a la movilización “ciudadana” para frenarlo.

Son diversos los espacios que se unen a esta coro de asustadas voces pretendidamente virginales, pero fundamentalmente es la socialdemocracia política, social y sindical, la que más prodiga los llamados a defender en abstracto la “democracia” y sus “valores” frente a la ola autoritaria que los cuestiona. Llamamientos genéricos que, sin prácticamente hacer ninguna consideración de las causas y razones que han generado esta situación, no solo impiden interpretar con acierto lo que ocurre, sino que sitúan en un callejón sin salida a todo el cuerpo social que, sin más, asuma sus consideraciones y se movilice siguiendo sus orientaciones.

Editorial Enero 2025

Iniciábamos la felicitación de Año Nuevo del Comité Central con este propósito con el que llamamos a abrir las puertas del 2025 y mirar el futuro, porque nada, absolutamente nada, es más importante para la Humanidad, que defender la Vida frente a la genocida violencia imperialista que la destruye por doquier.

Un lema que, más allá de una consigna dirigida a las masas, es un compromiso firme de intervención concreta de la militancia comunista en la contradicción existente entre el imperialismo, que necesita la guerra, y la clase obrera y los pueblos del mundo, que exigen la Paz.

Para el PCPE, en el choque permanente entre estos dos objetivos irreconciliables, no hay espacio alguno para la ausencia o la neutralidad.

En cada una de las circunstancias que, determinadas por la guerra, marcan el día a día de la política concreta, es necesario que nuestro compromiso revolucionario se traduzca en una creciente capacidad de intervención militante, de conducción revolucionaria, destinada a naturalizar entre las grandes masas trabajadoras el análisis de que sus vidas se ven condicionadas constantemente por el desenlace del choque entre estos dos propósitos antitéticos e irreconciliables; entre la guerra y la paz.

Hoy la primera prioridad, la más inmediata, de este trabajo de masas, es que el conjunto de la clase obrera y la totalidad de los sectores populares objetivamente afectados por el desarrollo de la guerra imperialista, interpreten que solo su acción consciente puede detenerla.

Un objetivo que, enfrentando las mentiras y manipulaciones de las grandes corporaciones mediáticas al servicio y propiedad del imperialismo, exige el desarrollo de una creciente capacidad de análisis crítico, requiriendo una independencia de criterio que garantice un lineamiento de clase del movimiento popular por la paz y contra la guerra, a favor de las masas trabajadoras y la soberanía de los pueblos.

Editorial Diciembre 2024


Para empezar a entender el verdadero alcance de lo que quiere expresar la contundente afirmación con la que titulamos este editorial, se sitúan dos ejemplos de la actualidad, que por sí solos demuestran la urgencia de superar el capitalismo y conducir a la Humanidad a un estadio de desarrollo social superior.

Hoy, la apremiante necesidad histórica del socialismo, para lograr trascender la barbarie diaria del capitalismo, sitúa la dialéctica de la lucha de clases entre capital y trabajo, entre burguesía y proletariado, en una evidente confrontación entre la Vida y la Muerte en la que no cabe la equidistancia ni hay espacio para un capitalismo diferente al que conocemos: el único posible en el marco de la crisis general del capitalismo.

Un combate en el que, sin ninguna duda, vale la pena tomar Partido y organizarse para ser parte activa de la solución y no un mero observador complaciente del horror y la injusticia con la que irremediablemente el capitalismo, en los estertores de su fase actual de desarrollo imperialista, golpea a la Humanidad y la Naturaleza.

  1. Como si de un trágico presagio se tratara, en el editorial del pasado mes de Octubre, pedíamos ¡Que se levante la rambla!¡Que el agua lo arrastre todo! Como si de una riada se tratara, así es como es necesario canalizar en un único cauce toda la furia que hay que levantar contra la dominación burguesa y su barbarie criminal.

No deseábamos que hubiera sido así, pero esta vez ha sido la Naturaleza la que se ha rebelado contra décadas de un urbanismo que basado en la corrupción, la destrucción del territorio y el crimen, es el responsable directo de la muerte de 229 personas que se suman a la larga lista de asesinatos diarios de un sistema para el que solo cuenta la tasa de ganancia.

Editorial Noviembre 2024


Elogio: Alabanza de las cualidades y méritos de alguien o algo.

A 107 años del asalto al Palacio de Invierno, estas líneas que miran al futuro desde la realidad genocida del imperialismo, no pueden más que hacer un alto en el camino de la lucha política diaria, para considerar elogiosamente aquellos 10 días que estremecieron al mundo asaltando victoriosamente los cielos por primera vez en la Historia.

Tomando el Poder, asumiendo la responsabilidad que les correspondía y haciendo oídos sordos a quienes, como hoy, no cesaban de proclamar que para liberarse del zarismo y el poder burgués, era necesario pactar con ellos, la clase obrera rusa guiada por su vanguardia y el genial Lenin, mostró el camino que abrió el periodo de las revoluciones y que, pese a los reveses y derrotas temporales padecidos, sigue más vigente que nunca.

Una declaración de principios que no se limita a la añoranza superficial de lo pasado, sino que se sitúa en la tajante reivindicación de la Revolución como absoluta necesidad para el desarrollo – y futuro- de la Humanidad.

La Revolución de los explotados y oprimidos, hombres y mujeres condenados por un sistema que, a todos los niveles, ya es incapaz de ofrecer nada positivo, y su existencia no es más que un lastre que solo es capaz de generar explotación, desigualdad, expolio y violencia.

La Revolución de quienes tienen toda la fuerza colectiva de resistir y vencer abriendo nuevos horizontes en los que, una Humanidad liberada de la losa de la dominación burguesa, de la contradicción material entre el carácter social de la producción y la propiedad privada de los medios de producción y la ideológica del fetichismo de la mercancía, alcance cotas de bienestar y felicidad impensables en un mundo como el actual, en el que asolados por la guerra, la pobreza y la destrucción de la Naturaleza, hay un 1 % de las personas que poseen la misma riqueza que el 95 % que menos tiene.

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