Te presentamos algunas de las razones y propuestas por las que este 9 de junio, frente a la Europa de la Guerra y la OTAN, la alternativa es comunista. #VotaComunista #VotaConalicionPCPE-PCPC

La edición de este año 2024 de la Escuela Central del PCPE ha contado con una ponencia de Andrés Piqueras. Entender las sociedades en las que vivimos y los procesos económicos del capitalismo en crisis general, es la palanca imprescindible para construir las propuestas transformadoras. Análisis y conocimiento para la práctica diaria de lucha y por ello, publicamos la exposición de dicha ponencia a fin de socializar los conocimientos que generosamente nos brindó Andrés al nutrido grupo de militancia que compartimos escuela Trifón Medrano.

El presidente Pedro Sánchez anunció en la sesión parlamentaria del 22 de mayo el reconocimiento del Estado de Palestina el próximo 28 de mayo por parte del Consejo de Ministros. Una medida cacareada desde hace meses que por alguna casualidad se va a llevar a cabo en plena campaña electoral para el parlamento europeo. De esta manera, el Reino de España se sumará a los 143 países que ya reconocían al Estado de Palestina.

Más de treinta mil muertos (con cerca de quince mil niños y niñas), decenas de miles de heridos y heridas, hospitales y escuelas destruidas, bombardeos con fósforo blanco, la hambruna como medio de guerra y, en definitiva, el genocidio en vivo y en directo del pueblo palestino cuya única respuesta hasta el momento es un acto formal de reconocimiento de su existencia.

Esta medida tiene un valor político importante, no lo podemos negar, pero por supuesto, es insuficiente y llega tarde. Nada hemos oído sobre la ruptura de relaciones diplomáticas con la entidad sionista, tampoco sobre el embargo de armas y la ruptura de relaciones comerciales (no olvidemos que el estado español envió dos fragatas para apoyar a un portaviones de los EEUU en la zona al inicio del genocidio), menos aún sobre apoyar la causa abierta por la Corte Internacional de Justicia contra la entidad sionista de Israel y por supuesto, tampoco se reconocerá el legítimo derecho a la resistencia palestina por todos los medios a su alcance contra el ocupante. 

Es importante recordar que el mismo gobierno encabezado por el PSOE/SUMAR que reconoce al estado palestino, es el gobierno que ha vendido al pueblo saharaui a la dictadura marroquí, el mismo que organizó la cumbre de la OTAN en el 2022 en Madrid, aquel que prorrogó la autorización de las bases yanquis en el estado español y firma los presupuestos belicistas más elevados de la historia de España, y por si fuera poco, en esa misma sesión parlamentaria del 22 de mayo, apoya sin ningún tipo de fisuras al gobierno nazifascista de Ucrania en forma de millones.

La mayoría de quienes formamos parte de la clase trabajadora, no nos planteamos cuestiones como  lo que son o representan los salarios. Tampoco analizamos datos macroeconómicos que nos digan si es conveniente para el bien general o no su actualización y revalorización, ni las consecuencias que ello podría tener en otras esferas de la economía.

Actuamos de forma intuitiva, a pesar de haber perdido con “la cultura” del consenso y el pacto, parte del ADN revolucionario que nos caracterizó en otras etapas históricas. Sabemos que mayor salario significa menor beneficio para el patrón y que este último, se optimiza con menores sueldos.

Gran parte del Trabajo perdió la noción colectiva de clase, se dejó convencer por la idea de que la paz social ampliaba de forma interclasista la base de lo común, asumiendo con fe irracional y pseudoreligiosidad una suerte de casa única o patria abstracta. Si la empresa gana, el país progresa y al final la totalidad gana. Una visión espectral y fantasmagórica del “win to win”. La fuerza del ilusionismo propagandístico de un sistema que manipula, somete y aliena a la mayoría social.

En cualquier caso, a pesar de que los datos muestran otra cosa, aparentemente en las últimas décadas se han mantenido ciertos estándares de vida que han propiciado esta paz social. Una parte importante del pueblo trabajador aún puede sostener sus hogares, llega a fin de mes, con mayor o menor dificultad e incluso puede disfrutar de ciertas vacaciones en una playa benidormí o emular al famoseo en Marbella. Disfrutamos largo tiempo a expensas de otras miserables vidas.

Es el disfrute de los que pueden, porque el ser “individual” ha ganado espacio al “colectivo” y solidario. Sin embargo, es esa misma concepción vital la que está impidiendo mantener estos estándares de vida y que paulatinamente se estén degradando. Los derechos que no se defienden se pierden. Que las negociaciones sean de tú a tú es algo reivindicado constantemente por el pensamiento económico liberal y que consiguió con el beneplácito de unos sindicatos sometidos y cooptados por la lógica del sistema. Una sogatira trucada para trabajadores y trabajadoras.

Hace unos días nos visitó Luis Gonzalo Segura para impartir una conferencia sobre "Geopolítica y tercera guerra mundial". Aprovechamos su estancia para realizarle una breve entrevista sobre el tema y sobre su último libro "La trampa ucraniana" .

La guerra es intrínseca al capitalismo en su fase imperialista, también la contribución del oportunismo a su desarrollo es amplia e históricamente corroborada. Dicha implicación viene de lejos. La socialdemocracia no se pierde ninguna de las aventuras belicistas e incluso alguna las dirige. Cómo olvidar a Solana, Secretario General de la OTAN que en 1999 dejó caer dos mil misiles y nueve mil toneladas de explosivos (algunos con uranio empobrecido) sobre Yugoslavia.

En el aniversario 75 de la OTAN, el mismo partido que engañó al pueblo trabajador con su referéndum de premisas falsas, el PSOE, el mismo que nos coló de lleno en la estructura militar, le regala de cumpleaños una nueva base militar en Maó. Será la tercera base en nuestro suelo que dará apoyo logístico a la flota de la OTAN en el Mediterráneo, junto con Rota y Cartagena. Silencio cómplice del partido que co-gobierna, SUMAR.

La agenda política y la estrategia económica e industrial de la Unión Europea la marca una OTAN que se extiende hasta las fronteras rusas. De ahí el ardor guerrero desplegado por los gobiernos europeos que como “buen consejo de administración de los monopolios” a los que responden, saben que tienen que ir a la guerra para intentar un nuevo ciclo de acumulación y ganancias y deben obedecer al brazo armado del capital. De ahí el incesante crecimiento de los presupuestos militares, en detrimento de todas las partidas sociales, sanitarias o educativas. No se trata de tal o cual gobernante, se trata de a donde van los dineros del estado, si a la adquisición del caza Eurofighter o por ejemplo a las partidas destinadas a evitar que más de 40.447 personas mueran al año esperando recibir las ayudas a la dependencia. Silencio cómplice de quienes, aun denunciando los recortes, omiten la verdadera causa de los mismos.

El símil de la rana, cociéndola a fuego lento, es el que han venido aplicando los gobiernos europeos, de todos los signos, con sus poblaciones. Al menos desde el 2016 cuando se lanzó la Estrategia Industrial Europea de Defensa, iniciativa para potenciar al sector armamentístico y desde entonces no ha dejado de desarrollarse la industria militar, la economía europea ha venido preparando la guerra, aunque eufemísticamente la llamaba estrategia defensiva. El gobierno “más progresista” antes con Podemos y ahora con su risueña secuela de SUMAR, ha venido alimentando la industria de la guerra incrementando incesantemente los gastos militares, no sólo vía presupuestos sino con gastos adicionales, que para 2023 fueron de 28.232 millones de euros sólo en misiones en el extranjero y programas de armamento, ¿para cuantos centros de día o de atención primaria da eso?

Recientes declaraciones de Margarita Robles, ministra de Defensa del Gobierno PSOE-SUMAR, ahondan en la sumisión del Ejecutivo español al dictado de EE.UU, la UE y la OTAN, y lo elevan, dejando a un lado la careta de mero cómplice, mostrándose como parte activa en la guerra imperialista. Afirmar que, ante un recrudecimiento del conflicto en Ucrania, “estaríamos a un paso de la Tercera Guerra Mundial”, o declarar que “La amenaza es total y absoluta” frente las supuestas valoraciones de Rusia respecto a la posibilidad de iniciar una ofensiva nuclear, es adoptar la falacia y la tergiversación como herramienta para manipular a la opinión pública y evitar el rechazo popular hacia la toma de decisiones contrarias a la paz y a los intereses del pueblo trabajador. De esta manera el Gobierno de España eleva el tono en sus declaraciones, y, con la  Ministra como vocera, pone en práctica una táctica que  pretende justificar actuaciones tales como la reciente entrega a la OTAN de la base naval de Maó, un hecho que de facto se viene produciendo desde hace años y que se acentuará en los próximos meses; o el incremento de gasto para Defensa que Robles viene reclamando vehementemente y que conllevará, entre otras consecuencias, la inyección de mayores recursos al Gobierno fascista de Zelenski, así como el refuerzo y la implantación de destacamentos militares al servicio del imperialismo, repartidos por diversas misiones internacionales.

Con estas declaraciones, Margarita Robles, desde su condición de ministra de Defensa de un Gobierno al servicio de los intereses del imperialismo, sitúa al Estado español como parte activa en las agresiones criminales que se vienen ejecutando, a lo largo y ancho del planeta, contra Estados soberanos que, destruidos y saqueados, derraman sobre sus tierras la sangre del pueblo trabajador.

Javier Martorell

Este 9 de mayo de 2024, en el 79 Aniversario de la Victoria Soviética, y llevando la bandera roja de la Humanidad sobre el nazismo derrotado, hacemos público el Manifiesto de la Confluencia Comunista

Manifiesto que es fruto de un largo trabajo de análisis y reflexión en el que camaradas con y sin militancia partidaria hemos compartido experiencias, con el convencimiento de que la tarea urgente hoy es la organización y movilización popular por la Paz, contra la guerra imperialista.

Sin duda hubo muchas experiencias que nos hicieron perder energía y dividirnos.  Hubo una mala comprensión de lo que significan las contradicciones principales con relación a los principios concretos que nos guían, pero es hora de superarlo y de avanzar proponiéndonos vencer a la derrota y al sectarismo que solo benefician al enemigo y a su maquinaria de muerte. Necesitamos generar confianza en la necesidad histórica de nuestra lucha y, aun con diferencias, ser capaces de avanzar en este momento histórico crucial. Toda nuestra energía debe concentrarse en ser capaces de contribuir a generar un movimiento masivo para combatir y vencer al imperialismo y sus secuelas de guerras y devastación globales; imperialismo que también destroza las condiciones de vida en sus propios territorios. 

El día 9 de mayo se celebra el Día de Europa, desde que se eligiera esta fecha en 1985, porque un francés con apellido alemán hizo un discurso….ya es casualidad que coincidiera con el DÍA DE LA VICTORIA sobre los nazis. Eso sí, tampoco es casualidad que sea el único día festivo que no es feriado, que una cosa es pisarle las festividades a los rojos y otra regalarles días a la clase obrera.

Ahí están discutiendo desde hace 5 años, porque, a pesar de que se votó a favor de hacerlo festivo en toda Europa, sigue siendo laborable.

Y laborable ha sido siempre para la clase obrera y las y los comunistas, este día 9 de mayo: EL DÍA DE LA VICTORIA, con mayúsculas. El día que los ejércitos capitalistas capitularon ante el glorioso Ejército Rojo.

La noche del 8 de mayo de 1945 en Karlshorst, un suburbio de Berlín, fue firmada el acta de capitulación alemana que puso fin a la Gran Guerra Patria, el enfrentamiento entre 1941 y 1945 contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El acta entró en vigor a las 23:01 cuando en Moscú ya era el 9 de mayo.

Cinco años de ataques sobre el territorio del primer país socialista y obrero de la historia que acabaron con la vida de casi 30 millones de soviéticos: rusos, bielorrusos, lituanos, letones, estonios, ucranianos (asesinados en su mayoría por los que hoy glorifica la misma Unión Europea y hasta el gobierno más progresista de la historia, los seguidores de Stepan Bandera), pero también kazajos, azerbaiyanos, moldavos, armenios, georgianos, uzbekos, turkmenos, tayikos y kirguises. Tal era la grandeza de la URSS y sus repúblicas. Y, otro además, todos los comunistas y socialistas de Europa (socialistas de verdad no los de ahora, que apoyan a Bandera) que fueron perseguidos y asesinados por el perro de guerra del capital: la Alemania nazi.

El cinismo occidental solo habla del holocausto judío. El terrible fin de los judíos europeos en manos de los nazis y sus colaboradores europeos. Curiosamente, no mataron a ningún sionista…la historia dirá cómo fue posible que judíos y sionistas no fueran lo mismo. Tan terrible como fue ese holocausto también fue el holocausto de los auténticos enemigos del capital que fueron eliminados de Europa: sindicalistas, comunistas, socialistas, y también los que ellos consideraban seres inferiores: personas con minusvalías físicas o psíquicas, gitanos... Si solo ciudadanos de la URSS fueron asesinados alrededor de 30 millones, ¿a cuántos europeos se eliminó también?

Subcategorías

ESTO SON LOS DETALLES DE LA CATEGORÍA "Actualidad"

uyl_logo40a.png