Es curioso cómo los medios de comunicación hacen uso del tema de las personas refugiadas. Generan alarmas, crisis humanitarias, sensiblería, miedo... En definitiva, manejan la opinión pública en la dirección necesaria a sus intereses y ejercen de aparato ideológico legitimador del racismo institucional. El caso de los y las refugiadas es una clara muestra de que los mass media son parte del poder y tienen un destacadísimo y preponderante papel para generar consensos y permitir legislaciones y decisiones políticas en la UE (Unión Europea), que de otra forma deberían levantar olas de protestas generalizadas y de solidaridad de clase.

Después de la resaca electoral y de los diversos titulares en torno a las elecciones del 26J nos toca levantar la cabeza, volver a poner los pies en la tierra y observar el mundo que nos rodea. En este caso, una de las cosas que más nos puede llamar la atención estos días es lo que está pasando en Francia, y no nos referimos a la Eurocopa, sino a la heroica lucha que está llevando a cabo el pueblo trabajador francés.

Finalmente ha ocurrido. El Reino Unido ha votado en referéndum por al salida de la Unión Europea. Durante los días posteriores al 23 de junio hemos oído y leído multitud de opiniones y comentarios al respecto, en general bastante desafortunados porque pecan de un defecto fundamental: identificar a la UE con el progreso social.

Los trabajadores franceses se han echado a la calle. La negrera Ley del Trabajo del Gobierno "socialista" tiene el rechazo del pueblo francés, y este rechazo se ha expresado, el 9 de marzo, con unidad de acción sindical y manifestaciones multitudinarias con masas obreras organizadas en la calle.

Entrevistamos al presidente del PC Alemán

Patrick Köbele es presidente del PC alemán (DKP) desde su XX Congreso, celebrado en 2014. Recientemente han terminado los trabajos del XXI Congreso de su Partido y Unidad y Lucha ha hablado con él para abordar algunos de los temas fundamentales aprobados por el DKP.

Dos pruebas militares y aeroespaciales realizadas, recientemente, por la República Popular Democrática de Corea del Norte han espoleado, nuevamente, a las principales potencias imperialistas y a los países de la zona que apuntalan, desde más de 60 años, los planes del imperialismo norteamericano para derribar el modelo de construcción del socialismo que se está desarrollando en este país.

El pasado 20 de febrero se celebró, en Edimburgo, un acto sobre la lucha minera en la cual intervenían un antiguo minero escocés y uno leonés. La sala estaba abarrotada, allí no cabía ni un alfiler, un ambiente familiar y cercano que ayudó a que el acto fuera todo un éxito. Un evento sin duda interesante para comparar las distintas experiencias, y en el cual se pudieron comprobar las similitudes en los procesos de desmantelamiento de la industria minera en España y en el Reino Unido, con la diferencia de que el desmantelamiento de la industria minera en Escocia sucedió varias décadas antes que la española. Las consecuencias son las mismas y las razones muy parecidas.

La salida de la UE, sin romper con el capitalismo, no significa necesariamente una mejora de las condiciones de la clase obrera y el pueblo trabajador.

David Cameron, primer ministro británico, se comprometió en 2013 a plantear, en un futuro sin concretar, un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. La promesa, renovada antes de ganar en las Elecciones parlamentarias de mayo del año pasado, se concretó entonces en realizar una votación vinculante antes de que finalizase 2017, pero los acontecimientos se han precipitado y, finalmente, el referéndum se celebrará el jueves 23 de junio.

La nueva socialdemocracia de SYRIZA ha demostrado su incapacidad de humanizar el capitalismo. Después de la estafa del referéndum sobre el último rescate, el gobierno dirigido por Alexis Tsipras ha aplicado disciplinadamente un conjunto de medidas profundamente antiobreras y antipopulares.

El movimiento obrero, ante las agresiones contra los pensionistas, obreros y campesinos está articulado contundentes respuestas basada en la movilización sostenida de amplios sectores obreros y populares.

Ante esta respuesta organizada y militante, el gobierno ha demostrado su carácter reaccionario lanzando a los cuerpos represivos contra el pueblo.