En el sistema capitalista las condiciones de vida de la clase trabajadora se encuentran sometidas a un constante proceso de depauperación. Pese a que, en determinados momentos históricos, se puedan dar situaciones de mejora momentánea de sus condiciones, bajo el capitalismo de manera paulatina a los trabajadores y trabajadoras se les hace cada vez más difícil conseguir los bienes necesarios para su subsistencia. Uno de estos bienes fundamentales es la vivienda y, al igual que el resto de productos del trabajo humano que aseguran la reproducción de la especie, en el sistema capitalista su consecución por parte de la clase trabajadora se hace de manera progresiva cada vez más complicada.

Como todas las necesidades que ha de satisfacer el ser humano para asegurar su existencia, la satisfacción de la necesidad de la vivienda se encuentra en estrecha relación con el nivel de desarrollo técnico. Desde los inicios de su existencia sobre la tierra, el ser humano ha tenido la necesidad de asegurarse un lugar donde vivir. Inicialmente lo hacia de la manera más sencilla, y conforme el desarrollo científico y técnico lo hizo posible, fué satisfaciendo está necesidad de manera más sofisticada. De la misma manera que la satisfacción de las diversas necesidades humanas depende del nivel de desarrollo técnico, lo que es vivido como necesidad también varía históricamente en función de este desarrollo técnico que permite producir lo necesario para satisfacer las necesidades humanas. Lo que en un determinado estadio de desarrollo técnico no es vivido como una necesidad, con el desarrollo de la técnica y, por lo tanto, de la capacidad productiva de la sociedad humana, puede pasar a ser vivido como una necesidad básica.

 

Sólo le faltó volverse a “agarrar los cojones” cuando terminó su discurso, envalentonado, jaleado por grupo de descerebrados que aplaudieron con énfasis sus repetidos - ¡No dimito, no dimito, no dimito …!-

Rubiales pronuncia un discurso de machista supremacista al que no le faltó ningún detalle y con el enfanga aún más, si cabe, el recorrido deportivo de la Selección Femenina de España y su histórica victoria en el Mundial de Fútbol.

Un discurso, en el que trata de mostrarse como la víctima de un complot, como si su sólo gesto en el palco no mereciera ya su dimisión, echándole la culpa a la prensa, al gobierno, a los partidos políticos, a los clubes, al feminismo, a las mujeres y a quién haga falta por legitimar su deleznable conducta.

El gesto solo fue el principio de su gesta, hizo suya la celebración, como si él solo hubiera ganado el mundial, sin tener en cuenta a las jugadoras que estaban en el campo y a las que ha dejado por el camino, y desatado de patriarcado las cosifica, las vapulea, las sube a hombros, las abraza, las aprieta, las besuquea, como un señor medieval, hasta que llega Jennifer Hermoso, a la que ve como su gran trofeo y le da un beso en la boca, un beso no consentido, un beso violento, un beso unilateral, propio de un acosador, sin embargo, en su discurso nos dice que en un ambiente de jolgorio, ella se le acerca, le dice que es un crack, está disfrutando del momento, le incita a darle ese beso, dice que le pregunta si puede darle un pico, y ella le contesta que sí, ¿le preguntó también si podía meterle la lengua? ¿no les recuerda el discurso del juez que instruyó el caso de la manada? 

 

64 años después que en “Una Vida Violenta”, la aguda y radicalmente crítica pluma de Pier Paolo Passolini, describiera con extrema crudeza y maestría, la realidad material de la pobreza en la Roma de la postguerra y sus consecuencias morales entre los condenados que la padecían, su texto vuelve a sernos especialmente útil. Era una Italia que, poco a poco, abandonaba el fraternal espíritu partisano y se entregaba de bruces al capitalismo y los valores del consumismo. Un país donde la referencia organizativa del pueblo trabajador era el “Partido”, pero el paradigma de lucha ya había dejado de ser el Socialismo con todas las consecuencias que ello conllevaba.

Pero no, no vamos a hacer una crítica de esta apasionante novela que tanto os recomendamos. Solo la hemos situado porque nos va como anillo al dedo, para situar una consideración sobre las 54.5861 personas que, al finalizar 2022, tenían privada su libertad de movimiento2 y pasaban sus largas 24 horas de cada día encerrados en una de las 92 cárceles que hay en el Reino de España.

Una realidad, la de estas cárceles, que como muros cada vez más alejados de las ciudades, tratan de ocultar las miserias de esta sociedad descompuesta y a una parte importante de sus víctimas.

 

Angustia mental, malestar psíquico son términos que se utilizan para mencionar una sensación, un sentimiento o un sufrimiento que se entiende… colectivamente. Cuando me refiero a malestar no hablo de enfermedad, pero tampoco hablo de un estado de salud plena. Y aunque no podamos dar una definición clara y consensuada ni se encuadre dentro de un diagnóstico, sí es algo que podemos contar a cualquier persona y que te comprenda.

Con una perspectiva a futuro vemos el bombardeo continuo en la sociedad de la supuesta inviabilidad del sistema sanitario, de las pensiones públicas o del deterioro del planeta, todo esto genera una incertidumbre que puede crear ese malestar. Al igual que el agotamiento físico y mental producido por una vida que nos exprime laboralmente haciendo que tengamos que vender todo nuestro tiempo para poder (sobre)vivir o el padecimiento que supone que no te llegue “el mes al final del sueldo” porque suben constantemente los precios y no los salarios.

Esto se enmarca en una sociedad individualista, en la que el propio sistema capitalista causante del malestar que afecta a la clase trabajadora, es el mismo que nos hace responsables únicos del malestar que sufrimos. Y no solo eso, además lo rentabiliza mediante la industria farmacéutica. 

Por su tradición de lucha, sus logros en educación y cultura, sus enormes contribuciones humanistas, científicas y culturales, sorprende y duele que en Argentina prosperen las antípodas del espíritu nacional y popular que más los ha inspirado y movilizado.

Le llamaron algunos “la Atenas de América” y no es falso que en las décadas recientes sus avances económico-políticos la hicieron referente obligado para no pocos frentes de lucha. ¿Qué pasó? ¿Qué está pasando? El presente argentino está enjaulado por el Fondo Monetario Internacional que entregó un “crédito” obsceno a un no menos obsceno expresidente de la derecha.

Está Argentina atrapada en los estragos de la pandemia, los efectos de la guerra y una de las peores sequías de la historia. Y especialmente está atrapada en una muy débil y errática capacidad de comunicación. Paradoja de paradojas en un pueblo cuya cultura de la comunicación ha sido baluarte. Y está atrapada por el capitalismo que le recorre las venas abiertas de una economía que no logra ser soberana.

Por eso son más odiosas las formas y las ideas que se imponen con el protagonismo de la derecha y sus candidatos. A todos y todas nos reclama una autocrítica profunda porque esto ocurre en todas partes, en nuestras propias narices y pudiera conducirnos a un infierno de saqueo y explotación recargados por el estilo furibundo de la avaricia más depredadora.

Expliquémonos por qué en esa actividad, de la economía y la política, que debiera ser de razonamiento colectivo profundo, para resolver problemas de todos, algunos “políticos” se hicieron exitosos gritándonos con histrionismo ridículo, falacias, impostaciones, exageraciones y ofensas. La “exaltación” que juega un papel recurrente, como ingrediente, no surte efecto en todo, ni siempre, y sabemos que una pieza oratoria jamás debe ser espectáculo monocorde, con berrinches pequeño burgueses, convencidos de que así llaman la atención y conmueven a los interlocutores.

 

Se equivocó la paloma.

Se equivocaba.

    Por ir al norte, fue al sur.

Creyó que el trigo era agua.

Se equivocaba.

Mientras TVE “informaba” que Pedro Sánchez se encaminaba a La Mareta para pasar sus vacaciones en Lanzarote, fuentes marroquíes, siempre más ágiles en estos temas, afirmaban que el Presidente en funciones llegaba a Marrakech, en vuelo privado (¿Air Maroc?), para pasar sus vacaciones allí.

La realidad es que Sánchez no tiene vacaciones este año. Ha ido a Marruecos a trabajar, y en Madrid también tiene una buena tarea para ver si consigue continuar como Presidente de gobierno.

Pero estamos en esas, y de repente en Níger hay un cambio de gobierno por la vía pragmática, que no gusta nada al occidente colectivo. Uranio que necesita Francia, y otros recursos valiosos que el imperialismo occidental lleva saqueando décadas, desde la nominal independencia.

Seguramente el Ministro de colonias, JM Albares, andará muy apresurado, también sin vacaciones, a darle las claves de lo que se mueve por el Sahel para no meter la pata. “Mejor te callas, no digas nada sobre Níger, no sea que nos saquen de Mali en veinticuatro horas”.

¡La amenaza se cumplió! Un grupo de bandidos que desempeñan funciones espurias en el Tribunal Supremo de Venezuela, ha ¡fallado! contra la clase obrera venezolana, al dictar sentencia condenatoria contra el Partido Comunista de Venezuela (PCV) acusándolo de defender los intereses del pueblo trabajador de la ciudad y el campo.

Los antecedentes de asesinatos de líderes sociales donde ni la fiscalía ni los distintos órganos del Poder Judicial intervinieron en cumplimiento de sus obligadas funciones, han conducido a esta situación de vergonzosa prevaricación.

Como todas las manifestaciones de la lucha de clases, esta intervención del Partido Comunista de Venezuela (PCV) por uno de los poderes del estado venezolano, se inserta en la desesperada situación del capitalismo en su fase de agonía terminal de su crisis general. No es posible comprender episodios tan deleznables fuera del marco de operaciones del imperialismo, que ha conseguido cooptar a agentes que transmitían un discurso de grandilocuencia verbal demagógica y vulgar.

El Comité Ejecutivo (CE)) del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) determina que el ataque pretende socavar las estructuras políticas y orgánicas del PCV que vienen legitimándose desde su fundación en 1931, reafirmando su legalidad jurídica con los resultados de su XVI Congreso celebrado en los primeros días de noviembre de 2022.

El CE del PCPE denuncia que el ataque y la consecuente ilegalización del PCV es una brutal agresión del aparato represivo del estado burgués contra el Partido de la Vanguardia del proletariado venezolano. Por tanto, el ataque se manifiesta en la tendencia anticomunista que discursivamente se extiende por todos los medios del sistema capitalista.

La hegemonía de EE. UU. ha perdido terreno, tanto en su capacidad de enfrentarse a los que en el mundo reclaman el establecimiento de un nuevo orden, distinto al «basado en reglas», como en la ventaja que significa la dependencia económica de sus rivales geopolíticos, que no admiten tan mansamente ni su supremacía ni sus dictados.

Llegó el mes de julio y… ¡sorpresa!, no hubo suspensión de pagos en EE. UU. porque aumentó, gracias a la aprobación del Congreso, su capacidad de endeudarse, eso a lo que llaman «techo de la deuda».

Por la «varita mágica» de un acuerdo del Congreso, pudo el Gobierno estadounidense pagar los intereses de su deuda, y no hubo recargos por incumplimiento, y siguieron cobrando los empleados públicos (incluyendo los militares), los jubilados y pensionados, los proveedores del Gobierno, y se mantuvieron –y se incrementaron– los gastos en Ucrania para el mantenimiento del régimen de Zelenski, y hasta se exacerbaron las tensiones con China, por los vaivenes de la política exterior de Biden.

De manera que, aunque solo aparentemente, todo sigue igual, pues no se produjo la devaluación crediticia del dólar que, moralmente, lo hubiera devaluado, todavía más, como moneda de uso mundial.

Ucrania lleva más de un mes en su tan esperada contraofensiva, con resultados sombríos. Rusia ha mantenido su línea defensiva, respaldada solo por un ejército parcialmente movilizado. Por otro lado, Ucrania aparentemente lo ha estado dando todo: varias rondas de movilización respaldadas por logística, armamento y armaduras cortesía de los países de la OTAN. 

A lo largo de la guerra, Ucrania y Occidente han ocultado las pérdidas reales de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Ucrania también admite inventar historias heroicas, como el " Fantasma de Kiev ", para despertar el apoyo público. A través de la niebla de la guerra, es importante mantener la narrativa. Permite el apoyo público, la proliferación de armas y el apoyo financiero. 

La niebla ahora se está despejando. Kiev está perdiendo territorio, armas, tanques y, lo más importante ahora, la narrativa. La contraofensiva es una catástrofe absoluta y un fracaso objetivo: Kiev incluso admite haber perdido el 20% de sus armas y armaduras. 

Estados Unidos, incluso antes del comienzo de la invasión rusa, fue el principal partidario de Kiev. Miles de millones de dólares de los contribuyentes entregados a Ucrania para ayuda se destinaron principalmente a armas y municiones. La invasión rusa le presentó a Estados Unidos una situación única en la que podía intentar debilitar a Rusia sin sacrificar ni un solo soldado estadounidense o de la OTAN; tenían a los ucranianos para que lo hicieran por ellos. 

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