Dentro del entramado de la UE, en el Tratado de funcionamiento se contemplan un par de artículos orientados a regular cualquiera de las actuaciones que se enmarquen en el ámbito de la juventud. Dicen sus defensores, que es competencia de la UE actuar con el objetivo de apoyar, coordinar o complementar la acción de los Estados miembros y dotar a los jóvenes de una mayor igualdad de oportunidades en educación y en el mercado laboral pero la Unión Europea es una alianza entre poderosos para proteger sus intereses económicos y sus ganancias, por lo tanto, la UE es enemiga declarada de la juventud obrera y estudiante.

La política que se contempla para la juventud, teóricamente, se agrupa en 6 ámbitos; inclusión social, salud y bienestar, empleo y emprendimiento, participación en la sociedad civil, acciones de voluntariado y la juventud en el mundo, pero aunque suena muy bien, la gestión de competencias está orientada y dirigida a fortalecer a la clase dominante, que lleva al Parlamento europeo a representantes de los partidos que esa misma clase ha creado y financiado para defender sus intereses. Los derechos de la juventud trabajadora no sólo no se defienden en la UE sino que se están colocando en manos de empresas privadas o están siendo recortados y los presupuestos que tendrían que ir destinados a mejorar las condiciones de vida de la juventud estudiante y trabajadora se emplean en financiar las guerras y las agresiones imperialistas en las que Europa siempre tiene un papel fundamental como agente destacado del imperialismo.

En esta convocatoria electoral la UE está centrada en el voto juvenil porque les resulta crucial para el futuro de la Unión que, consciente de la creciente desafección de la juventud a las instituciones europeas, está poniendo todo su empeño en atraer y conectar a la juventud y movilizar el voto joven hasta el punto de que varios Estados permitirán votar a jóvenes menores de 18 años.

En su intento de promover el europeísmo entre los más jóvenes y convencerles de la importancia de participar en los procesos electorales, desde el Parlamento Europeo y la Comisión están impulsando proyectos en los que grupos de jóvenes europeístas se afanan buscando medidas para concienciar a la población más joven, incentivándoles y convenciéndoles de la importancia de participar en los comicios del día 9 de junio.

Sin embargo, la realidad de la juventud está muy lejos de las bonitas promesas que se lanzan desde la UE de los mercaderes y de la guerra, y lo que la juventud demanda es una vida de derechos; de derecho al trabajo, de derecho a poder alquilar una una vivienda, de derecho a la educación, a la salud, al deporte, de derechos sexuales, de derecho al aborto y de derecho a la paz.

Días 18 y 19 de mayo, Palacio de Vistalegre. Comienza el festival. Como cada año y con mis mejores galas (fachaleco, pantalones chinos y zapatillas casual) me planto en la entrada. Siempre el acceso es libre. Bueno, liberal. Por si acaso, yo con mi pulsera rojo y gualda (100 % algodón, 100 % español) entro y salgo las veces que haga menester. Los españoles tenemos ese derecho, los inmigrantes solo a salir.

Jorge Buxadé en la puerta da la bienvenida a la asistencia, regalando abrazos varoniles. Esos que se dan con golpecito en la espalda. Sin confusión de género. Dulces regionales y vinitos con D.O. España nos reciben.

Europa Viva 24 contó con conferencias, discursos, encuentros, zona comercial y gastronómica, y actividades lúdicas para pequeños (neofascistas) y mayores (gerontofachas).

Antes de las actuaciones exploramos cual Alfonso de Ojeda el recinto. Pantallas gigantes recreaban el gol de Zarra, el de Iniesta, el de Marcelino. Mercadillos con “souvenirs” de toda la vida: la bailaora, el torito, el delantal flamenco, el abanico rojigualda, el llavero del R. Madrid, se mezclaba con lo más actual: un Funco-Pop del Caudillo, un frasquito de “sol español”, el niño Jesús con el brazo levantado o la cajita de música de la que sale Ortega Lara bailando la musiquilla del cara al sol.

Avanzamos hacia la caseta antiocupación, la del punto azul, lugar seguro contra la violencia feminista, la confederación de peñas taurinas repartiendo muletazos a los asistentes y la caseta informativa de caza grande y libre. Todo en su sitio, en Orden, repartiendo publicidad de los patrocinadores: folletos de Desokupa Express y Demolition, FundaHOM, HazteOir (HO), reparto de toallitas “Manos Limpias”, rosarios del Yunke y orejas y rabos a granel.

Sección restauración. La gastronomía... autóctona y auténtica, sin mariconeos. Los clásicos azulejos de “hoy es un gran día, seguro que alguien llega y lo jode”, el de “hoy no se fía, mañana sí” o el ya clásico "Rojo que vuela, a la cazuela" y como novedad este año los de “si eres vegano comeme todo el …” o el de “si la quieres Halal pídela en Rabat”.

La caseta de Casa Pepe al fondo a la derecha como no podía ser de otra forma. Casa Eladio pugnando por escorarse aun más o el “Rincón de Bertín” que sin complejos lo vemos en el centro. Tortilla española, chorizos rojos, ensaladilla imperial, crokETA muerta, pan-tomate con jamón ibérico, muerte por garrote, perdiz al horno regado con Soberano que es cosa de hombres y muchas más exquisiteces que podemos leer en la cartilla de racionamiento que espera sobre las mesas de los locales.

Y lo mejor está por empezar… las actuaciones. Este año, gran cartel.

En el contexto de estas elecciones al Parlamento de la Unión Europea, es importante remarcar, por activa y por pasiva, al servicio de quién está la UE. Porque ni se trata de un organismo neutral, ni se abstrae de la lucha de clases: la UE es un proyecto imperialista al servicio de la gran burguesía; así que va directamente en contra de la clase obrera, los sectores populares y los pueblos del continente... y más en contra aún (si cabe) de los del resto del mundo, a los que buscar robar sus riquezas y sobreexplotar al máximo.

Por mucho que nos repitan la idea de que la UE trae progreso y bienestar, la realidad es tozuda y nos evidencia lo contrario muy a las claras. Para muestra, un botón. Este 27 de mayo, el INE publicaba su informe sobre las condiciones de vida en el estado español: la población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó en 2023 hasta el 26,5%. Más grave todavía: el 10,8% de niños, niñas y adolescentes carecen de o tienen insuficientes recursos materiales básicos como para llevar una vida digna. ¡Máximo histórico! Pero recordemos, según dijo Pedro Sánchez: "la economía española ya no va como una moto, ahora va como un cohete". Será que se le olvidó matizar que solo para la clase social cuyos intereses defiende.

Coincidencias. El mismo día 27 de mayo tenía lugar la visita a Madrid de Zelenski, quien encabeza un gobierno criminal, heredero del golpe de estado fascista del Euromaidán de 2014, plagado de ukronazis en todos los aparatos del estado y del ejército, así como asesino de la población del Donbass. Pues ni corto ni perezoso, el gobierno PSOE-Sumar, "el más progresista de la historia" (sí, sí, ese mismito que iba a "parar el fascismo"), anuncia públicamente un acuerdo de colaboración militar con Ucrania para varios años: envío de armamento, adiestramiento de militares, etc. Solo en 2024 España destinará 1.129 M€ [millones de euros] en armas para Ucrania, y hasta unos 5.000 M€ acumulados entre los años siguientes. Cifras sin precedentes. ¡Otro récord! ¡Campeones, oé!

Antes de este nuevo acuerdo con Ucrania, los presupuestos para 2024 ya preveían casi 14.500 M€ directos, a lo que habría que añadir el gasto oculto de otros ministerios. Según el Centre Delàs por la Paz, en total más de 27.600 M€ en 2023... y yendo en aumento. En definitiva, alumnos aventajados a la hora de cumplir las exigencias de la OTAN y la UE respecto al gasto militar.

El capital tiene paciencia, eso hay que reconocérselo. Hay planes que duran décadas y no cejan en su empeño. Obviamente, esto ya lo predijo Lenin con la evolución del sistema capitalista hacia el imperialismo.

Y justamente ahora estamos viviendo ese período imperialista. Sin leyes, sin misericordia, todo vale. El interés del capital por encima de todo.

Con algo de fortuna o de revolución, un día llegaremos a saber cuál era el contenido completo del TTIP que la UE-OTAN, firmó con EEUU-OTAN.

El libre comercio es el mayor cinismo que puede aplicarse a la palabra libertad, esa libertad de los mercaderes que solo acude al beneficio, sin tener que dar explicaciones a nadie.

Y dentro del comercio, de ese libre comercio, hay un pastel muy grande al que todos los fondos de inversión quieren clavar el diente: el sistema público de pensiones.

Los avances conseguidos por la lucha de la clase trabajadora a lo largo de la historia se van diluyendo en sucesivas oleadas de ataque del capital. La desaparición de la URSS fue el punto de inflexión a partir del cuál se condenó a muerte el sistema del bienestar implementado sobre todo en Europa para hacer frente a las conquistas de los países “comunistas”.

Desde los años 90, la privatización de todos los sectores de la economía ha sido salvaje, por privatizarnos, nos han privatizado hasta el agua potable.

Dentro de esas privatizaciones está, como no, el sistema público de pensiones. El pretexto es siempre el mismo: no es viable o nos obliga Europa…Elijan el mantra a repetir en todos los discursos de PP-PSOE-VOX y hasta de los engaña obreros de Podemos, Sumar, IU, etc. Porque seguro que mañana crean tres o cuatro partidos más.

Decreto tras decreto, ley tras ley, van privatizando el sistema público de pensiones. El último gran cambio lo propició el gobierno pijo progre de PSOE-Podemos-Sumar (o como quiera que se llamen ahora) a través del Real Decreto Ley del Ministro Escrivá. Decreto tras decreto han aumentado los años sobre los que giran el cálculo de los futuros pensionistas; decreto tras decreto han aumentado la edad de jubilación.

Y esto es en toda Europa, que la Europa de la UE y la OTAN contiene más de una Europa y a nosotros nos tocó vivir en la de los PIGS, la de los pobres endeudados provenientes de las dictaduras más longevas del continente: Portugal, Grecia y España, y de rebote Italia, que para eso tiene a la Mafia declarada.

El 22 de junio de 1941, el III Reich nazi y sus aliados fascistas (Rumanía, Hungría, Italia, Finlandia, Eslovaquia y Croacia, —sin olvidar la inestimable kollaboration de Francia, España, Noruega, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Grecia, Bulgaria, Chequia, Suecia y otros estados menores—) comenzaron la invasión de la URSS. La gigantesca ofensiva en un frente de casi tres mil kilómetros hizo contener la respiración a miles y miles de obreros y campesinos de todo el mundo. La destrucción de la URSS hubiera supuesto un cataclismo terrorífico para toda la Humanidad Trabajadora, como lo fue en su día la derrota de la Comuna de París, en 1871. El exterminio de toda una generación de revolucionarios y posiblemente la total destrucción del Movimiento Comunista.

Mientras tanto, la oligarquía imperialista británica y el resto de burguesías liberales se frotaban las manos. Habían conseguido desviar el golpe de las potencias fascistas hacia la destrucción de la URSS, su máximo objetivo desde octubre de 1917. Habían ganado tiempo para la entrada en la guerra de la fuerza ascendente en el seno del Capitalismo, los Estados Unidos de América. Se trataba ahora de que los fascistas, lacayos rebeldes, insumisos y respondones del Imperialismo, su padre fundador, culminaran el trabajo que no se pudo terminar en los años de la «guerra civil rusa», en realidad la intervención imperialista contrarrevolucionaria de más de una docena de estados capitalistas en los años 1917-1923. Este era el objetivo para el cual fueron creados los movimientos fascistas: exterminar a los bolcheviques y hacer desaparecer la Dictadura del Proletariado de la faz de la Tierra. Y simultáneamente, el objetivo de los ingleses era que los nazifascistas se debilitaran al extremo en esa lucha titánica contra la URSS. El Imperio Británico se encargaría luego de recoger los fragmentos dispersos de los contendientes y de que todo volviera al «buen orden anglosajón» en el planeta que gobernaban en solitario desde 1815: «Rule, Britannia!»

¿Cómo se llegó a esta situación? Esto es lo que vamos a ver a continuación.

Para entender lo que desde el PCPE planteamos, es necesario conocer como se gestó la Unión Europea, de otra forma, estaremos comprando los slogan electorales que inundan nuestras calles: Mas Europa, Más derechos, tu respuesta… fuera de la Unión hace mucho frio.

Y es que el origen de la Unión Europea se sitúa en el 9 de mayo de 1950, donde Francia plantea a Alemania poner la producción de carbón y de acero bajo una autoridad común. En 1957, con el Tratado de Roma y basándose el éxito del Tratado del Carbón y del Acero, los seis países fundadores (Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia y Países bajos) amplían su cooperación a otros sectores económicos, y lo formalizan creando la Comunidad Económica Europea (CEE).

En el año 1993 con el Tratado de Maastricht se apostó por la integración política en Europa, profundizando la económica y reforzando las instituciones. Con este acuerdo nació la actual Unión Europea. Es decir, nace fruto de las necesidades de comercio del capital, en ningún caso para mejorar o equiparar derechos laborales. De hecho, después de 74 años de la creación, los partidos más “progresistas” en su programa electoral actualizado siguen reclamando una Europa con :

  • Ingresos dignos y un salario mínimo adecuado para todos los europeos y europeas. Uno de cada seis europeos/as no gana lo suficiente para llegar a final de mes. Aunque trabajen con ahínco 40 horas a la semana, o incluso más, muchos europeos y europeas no pueden gozar de un nivel de vida digno debido a los desorbitados precios

 

El enemigo brutal

nos pone fuego a la casa:

el sable la calle arrasa,

a la luna tropical.

Pocos salieron ilesos

del sable del español:

la calle, al salir el sol,

era un reguero de sesos.

Estos versos de Martí, haciendo referencia a la brutalidad de las tropas españolas frente a la lucha independentista cubana, pueden servir de introducción para hacer algunas consideraciones sobre el derecho a la libre autodeterminación en la actual Unión Europea.

En el extremo contrario a lo que es la UE, en relación al derecho a la libre autodeterminación de los pueblos y naciones, tenemos ejemplos cercanos de enorme fuerza ilustrativa.

La Yugoslavia socialista, o la URSS de Lenin y Stalin, resolvieron con una gran capacidad político-ideológica la cuestión del derecho de autodeterminación en realidades políticas de enorme complejidad. La posterior intervención de la UE trajo como resultado la guerra y desmembramiento de Yugoslavia, y la actual guerra en Ucrania, entre otras cosas. Justo todo lo contrario de los precedentes históricos citados, que resolvieron la cuestión de forma totalmente pacífica, construyendo realidades políticas armoniosas entre diferentes pueblos.

VOTA COMUNISTA, VOTA A LA COALICIÓN PARTIDO COMUNISTA DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA- PARTIT COMUNISTA DEL POBLE DE CATALUNYA.


Acudimos a las Elecciones al Parlamento Europeo del 9 de Junio con un lema que, a nuestro modesto entender y desde una perspectiva situada únicamente en la defensa de los intereses y necesidades del pueblo trabajador, aborda los tres grandes retos que éste tiene delante de sí.

La Guerra Imperialista.

La crisis general del capitalismo

La necesaria respuesta obrera y popular para dejar de pagar lo que es SU guerra y SU crisis.

MARCO DE LA CONVOCATORIA ELECTORAL

Porque también lo condiciona todo, no se puede ignorar que ésta convocatoria viene determinada por la propia crisis política e institucional de la UE. Una UE que, como los datos demuestran, es capaz de destruir su economía y la relativa relevancia institucional que había alcanzado en los últimos años, en aras del “bien superior” de sostener la hegemonía internacional del capitalismo y plegarse disciplinadamente a las políticas de los EE.UU. y al belicismo de la OTAN, situándose en una posición absolutamente subsidiaria respecto al liderazgo yanqui.

La otrora locomotora alemana que lideró el proyecto político y económico de los monopolios europeos, ahora se halla totalmente subsumida a intereses definidos en la otra orilla del Atlántico sin saber cómo salir del atolladero de la guerra de Ucrania, la falta de suministro del imprescindible gas ruso y la consecuente desindustrialización que ello provoca.

Vivimos en un mundo en guerra y la mayor parte de la población no es consciente de ello. Vemos y oímos noticias de la guerra de la misma manera, que vemos y oímos cualquier otra intrascendente o banal. El horror ajeno, si no es próximo, ya no nos conmueve.

Hoy día se reconocen 56 conflictos armados, 10 de ellos de alta intensidad, 250 mil víctimas anuales, la mayoría civiles y entre 85 y 100 millones de desplazados.

Este es el resultado de la lógica de belicista, del empleo sistemático de la guerra para alcanzar cualquier objetivo o resolver cualquier conflicto. Quien disponga de la mayor fuerza bélica puede decidir sobre los demás y someterlos a sus intereses.

En esta lógica, los acuerdos y tratados son meras estrategias para ganar tiempo o para contentar a la opinión pública. Así sucedió con los acuerdos de Minsk en 2014 y 2015, que hubieran evitado la guerra en Ucrania.

La lógica belicista ordena, estructura y subordina, la economía, la política, las instituciones y el orden ético y moral. Su instrumento fundamental es el complejo militar industrial, mundial, alimentado con un presupuesto anual de 2,44 billones de dólares, superior al PIB de Canadá, Brasil o Rusia. Cerca del 40% corresponde a los Estados Unidos, con 991 mil millones, equivalente a la suma de los 11 siguientes países, entre los que se encuentran, China, Rusia, India, Alemania, Reino Unido y otros. Un presupuesto que no ha dejado de crecer desde la cumbre de la OTAN en 2014, hace ya ocho años.

Su infraestructura y organización es de las mismas dimensiones; los EE.UU. cuentan con más de 750 bases militares en más de 80 países, han dividido el mundo en 11 comandos que controlan el mar, la tierra, el espacio, el ciberespacio y otros ámbitos, convirtiéndolos en teatros de guerra.

La lógica belicista cuenta con una estrategia para acabar con quien se designe como enemigo: Criminalizar, aislar y destruir. Criminalizar, para deslegitimar y presentarlo como una amenaza, haciéndole responsable de su destrucción; criminalizar también a quien lo defienda. Aislar, para debilitarlo mediante guerras económicas, políticas e ideológicas. Destruirlo por cualquier medio, sin ningún límite, como ocurre actualmente en Palestina, pero también como ocurrió en Yugoslavia, Libia, Irak, Siria y tantos otros.

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