En el contexto de estas elecciones al Parlamento de la Unión Europea, es importante remarcar, por activa y por pasiva, al servicio de quién está la UE. Porque ni se trata de un organismo neutral, ni se abstrae de la lucha de clases: la UE es un proyecto imperialista al servicio de la gran burguesía; así que va directamente en contra de la clase obrera, los sectores populares y los pueblos del continente... y más en contra aún (si cabe) de los del resto del mundo, a los que buscar robar sus riquezas y sobreexplotar al máximo.

Por mucho que nos repitan la idea de que la UE trae progreso y bienestar, la realidad es tozuda y nos evidencia lo contrario muy a las claras. Para muestra, un botón. Este 27 de mayo, el INE publicaba su informe sobre las condiciones de vida en el estado español: la población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó en 2023 hasta el 26,5%. Más grave todavía: el 10,8% de niños, niñas y adolescentes carecen de o tienen insuficientes recursos materiales básicos como para llevar una vida digna. ¡Máximo histórico! Pero recordemos, según dijo Pedro Sánchez: "la economía española ya no va como una moto, ahora va como un cohete". Será que se le olvidó matizar que solo para la clase social cuyos intereses defiende.

Coincidencias. El mismo día 27 de mayo tenía lugar la visita a Madrid de Zelenski, quien encabeza un gobierno criminal, heredero del golpe de estado fascista del Euromaidán de 2014, plagado de ukronazis en todos los aparatos del estado y del ejército, así como asesino de la población del Donbass. Pues ni corto ni perezoso, el gobierno PSOE-Sumar, "el más progresista de la historia" (sí, sí, ese mismito que iba a "parar el fascismo"), anuncia públicamente un acuerdo de colaboración militar con Ucrania para varios años: envío de armamento, adiestramiento de militares, etc. Solo en 2024 España destinará 1.129 M€ [millones de euros] en armas para Ucrania, y hasta unos 5.000 M€ acumulados entre los años siguientes. Cifras sin precedentes. ¡Otro récord! ¡Campeones, oé!

Antes de este nuevo acuerdo con Ucrania, los presupuestos para 2024 ya preveían casi 14.500 M€ directos, a lo que habría que añadir el gasto oculto de otros ministerios. Según el Centre Delàs por la Paz, en total más de 27.600 M€ en 2023... y yendo en aumento. En definitiva, alumnos aventajados a la hora de cumplir las exigencias de la OTAN y la UE respecto al gasto militar.

El capital tiene paciencia, eso hay que reconocérselo. Hay planes que duran décadas y no cejan en su empeño. Obviamente, esto ya lo predijo Lenin con la evolución del sistema capitalista hacia el imperialismo.

Y justamente ahora estamos viviendo ese período imperialista. Sin leyes, sin misericordia, todo vale. El interés del capital por encima de todo.

Con algo de fortuna o de revolución, un día llegaremos a saber cuál era el contenido completo del TTIP que la UE-OTAN, firmó con EEUU-OTAN.

El libre comercio es el mayor cinismo que puede aplicarse a la palabra libertad, esa libertad de los mercaderes que solo acude al beneficio, sin tener que dar explicaciones a nadie.

Y dentro del comercio, de ese libre comercio, hay un pastel muy grande al que todos los fondos de inversión quieren clavar el diente: el sistema público de pensiones.

Los avances conseguidos por la lucha de la clase trabajadora a lo largo de la historia se van diluyendo en sucesivas oleadas de ataque del capital. La desaparición de la URSS fue el punto de inflexión a partir del cuál se condenó a muerte el sistema del bienestar implementado sobre todo en Europa para hacer frente a las conquistas de los países “comunistas”.

Desde los años 90, la privatización de todos los sectores de la economía ha sido salvaje, por privatizarnos, nos han privatizado hasta el agua potable.

Dentro de esas privatizaciones está, como no, el sistema público de pensiones. El pretexto es siempre el mismo: no es viable o nos obliga Europa…Elijan el mantra a repetir en todos los discursos de PP-PSOE-VOX y hasta de los engaña obreros de Podemos, Sumar, IU, etc. Porque seguro que mañana crean tres o cuatro partidos más.

Decreto tras decreto, ley tras ley, van privatizando el sistema público de pensiones. El último gran cambio lo propició el gobierno pijo progre de PSOE-Podemos-Sumar (o como quiera que se llamen ahora) a través del Real Decreto Ley del Ministro Escrivá. Decreto tras decreto han aumentado los años sobre los que giran el cálculo de los futuros pensionistas; decreto tras decreto han aumentado la edad de jubilación.

Y esto es en toda Europa, que la Europa de la UE y la OTAN contiene más de una Europa y a nosotros nos tocó vivir en la de los PIGS, la de los pobres endeudados provenientes de las dictaduras más longevas del continente: Portugal, Grecia y España, y de rebote Italia, que para eso tiene a la Mafia declarada.

El 22 de junio de 1941, el III Reich nazi y sus aliados fascistas (Rumanía, Hungría, Italia, Finlandia, Eslovaquia y Croacia, —sin olvidar la inestimable kollaboration de Francia, España, Noruega, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Grecia, Bulgaria, Chequia, Suecia y otros estados menores—) comenzaron la invasión de la URSS. La gigantesca ofensiva en un frente de casi tres mil kilómetros hizo contener la respiración a miles y miles de obreros y campesinos de todo el mundo. La destrucción de la URSS hubiera supuesto un cataclismo terrorífico para toda la Humanidad Trabajadora, como lo fue en su día la derrota de la Comuna de París, en 1871. El exterminio de toda una generación de revolucionarios y posiblemente la total destrucción del Movimiento Comunista.

Mientras tanto, la oligarquía imperialista británica y el resto de burguesías liberales se frotaban las manos. Habían conseguido desviar el golpe de las potencias fascistas hacia la destrucción de la URSS, su máximo objetivo desde octubre de 1917. Habían ganado tiempo para la entrada en la guerra de la fuerza ascendente en el seno del Capitalismo, los Estados Unidos de América. Se trataba ahora de que los fascistas, lacayos rebeldes, insumisos y respondones del Imperialismo, su padre fundador, culminaran el trabajo que no se pudo terminar en los años de la «guerra civil rusa», en realidad la intervención imperialista contrarrevolucionaria de más de una docena de estados capitalistas en los años 1917-1923. Este era el objetivo para el cual fueron creados los movimientos fascistas: exterminar a los bolcheviques y hacer desaparecer la Dictadura del Proletariado de la faz de la Tierra. Y simultáneamente, el objetivo de los ingleses era que los nazifascistas se debilitaran al extremo en esa lucha titánica contra la URSS. El Imperio Británico se encargaría luego de recoger los fragmentos dispersos de los contendientes y de que todo volviera al «buen orden anglosajón» en el planeta que gobernaban en solitario desde 1815: «Rule, Britannia!»

¿Cómo se llegó a esta situación? Esto es lo que vamos a ver a continuación.

Para entender lo que desde el PCPE planteamos, es necesario conocer como se gestó la Unión Europea, de otra forma, estaremos comprando los slogan electorales que inundan nuestras calles: Mas Europa, Más derechos, tu respuesta… fuera de la Unión hace mucho frio.

Y es que el origen de la Unión Europea se sitúa en el 9 de mayo de 1950, donde Francia plantea a Alemania poner la producción de carbón y de acero bajo una autoridad común. En 1957, con el Tratado de Roma y basándose el éxito del Tratado del Carbón y del Acero, los seis países fundadores (Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia y Países bajos) amplían su cooperación a otros sectores económicos, y lo formalizan creando la Comunidad Económica Europea (CEE).

En el año 1993 con el Tratado de Maastricht se apostó por la integración política en Europa, profundizando la económica y reforzando las instituciones. Con este acuerdo nació la actual Unión Europea. Es decir, nace fruto de las necesidades de comercio del capital, en ningún caso para mejorar o equiparar derechos laborales. De hecho, después de 74 años de la creación, los partidos más “progresistas” en su programa electoral actualizado siguen reclamando una Europa con :

  • Ingresos dignos y un salario mínimo adecuado para todos los europeos y europeas. Uno de cada seis europeos/as no gana lo suficiente para llegar a final de mes. Aunque trabajen con ahínco 40 horas a la semana, o incluso más, muchos europeos y europeas no pueden gozar de un nivel de vida digno debido a los desorbitados precios

 

El enemigo brutal

nos pone fuego a la casa:

el sable la calle arrasa,

a la luna tropical.

Pocos salieron ilesos

del sable del español:

la calle, al salir el sol,

era un reguero de sesos.

Estos versos de Martí, haciendo referencia a la brutalidad de las tropas españolas frente a la lucha independentista cubana, pueden servir de introducción para hacer algunas consideraciones sobre el derecho a la libre autodeterminación en la actual Unión Europea.

En el extremo contrario a lo que es la UE, en relación al derecho a la libre autodeterminación de los pueblos y naciones, tenemos ejemplos cercanos de enorme fuerza ilustrativa.

La Yugoslavia socialista, o la URSS de Lenin y Stalin, resolvieron con una gran capacidad político-ideológica la cuestión del derecho de autodeterminación en realidades políticas de enorme complejidad. La posterior intervención de la UE trajo como resultado la guerra y desmembramiento de Yugoslavia, y la actual guerra en Ucrania, entre otras cosas. Justo todo lo contrario de los precedentes históricos citados, que resolvieron la cuestión de forma totalmente pacífica, construyendo realidades políticas armoniosas entre diferentes pueblos.

VOTA COMUNISTA, VOTA A LA COALICIÓN PARTIDO COMUNISTA DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA- PARTIT COMUNISTA DEL POBLE DE CATALUNYA.


Acudimos a las Elecciones al Parlamento Europeo del 9 de Junio con un lema que, a nuestro modesto entender y desde una perspectiva situada únicamente en la defensa de los intereses y necesidades del pueblo trabajador, aborda los tres grandes retos que éste tiene delante de sí.

La Guerra Imperialista.

La crisis general del capitalismo

La necesaria respuesta obrera y popular para dejar de pagar lo que es SU guerra y SU crisis.

MARCO DE LA CONVOCATORIA ELECTORAL

Porque también lo condiciona todo, no se puede ignorar que ésta convocatoria viene determinada por la propia crisis política e institucional de la UE. Una UE que, como los datos demuestran, es capaz de destruir su economía y la relativa relevancia institucional que había alcanzado en los últimos años, en aras del “bien superior” de sostener la hegemonía internacional del capitalismo y plegarse disciplinadamente a las políticas de los EE.UU. y al belicismo de la OTAN, situándose en una posición absolutamente subsidiaria respecto al liderazgo yanqui.

La otrora locomotora alemana que lideró el proyecto político y económico de los monopolios europeos, ahora se halla totalmente subsumida a intereses definidos en la otra orilla del Atlántico sin saber cómo salir del atolladero de la guerra de Ucrania, la falta de suministro del imprescindible gas ruso y la consecuente desindustrialización que ello provoca.

Vivimos en un mundo en guerra y la mayor parte de la población no es consciente de ello. Vemos y oímos noticias de la guerra de la misma manera, que vemos y oímos cualquier otra intrascendente o banal. El horror ajeno, si no es próximo, ya no nos conmueve.

Hoy día se reconocen 56 conflictos armados, 10 de ellos de alta intensidad, 250 mil víctimas anuales, la mayoría civiles y entre 85 y 100 millones de desplazados.

Este es el resultado de la lógica de belicista, del empleo sistemático de la guerra para alcanzar cualquier objetivo o resolver cualquier conflicto. Quien disponga de la mayor fuerza bélica puede decidir sobre los demás y someterlos a sus intereses.

En esta lógica, los acuerdos y tratados son meras estrategias para ganar tiempo o para contentar a la opinión pública. Así sucedió con los acuerdos de Minsk en 2014 y 2015, que hubieran evitado la guerra en Ucrania.

La lógica belicista ordena, estructura y subordina, la economía, la política, las instituciones y el orden ético y moral. Su instrumento fundamental es el complejo militar industrial, mundial, alimentado con un presupuesto anual de 2,44 billones de dólares, superior al PIB de Canadá, Brasil o Rusia. Cerca del 40% corresponde a los Estados Unidos, con 991 mil millones, equivalente a la suma de los 11 siguientes países, entre los que se encuentran, China, Rusia, India, Alemania, Reino Unido y otros. Un presupuesto que no ha dejado de crecer desde la cumbre de la OTAN en 2014, hace ya ocho años.

Su infraestructura y organización es de las mismas dimensiones; los EE.UU. cuentan con más de 750 bases militares en más de 80 países, han dividido el mundo en 11 comandos que controlan el mar, la tierra, el espacio, el ciberespacio y otros ámbitos, convirtiéndolos en teatros de guerra.

La lógica belicista cuenta con una estrategia para acabar con quien se designe como enemigo: Criminalizar, aislar y destruir. Criminalizar, para deslegitimar y presentarlo como una amenaza, haciéndole responsable de su destrucción; criminalizar también a quien lo defienda. Aislar, para debilitarlo mediante guerras económicas, políticas e ideológicas. Destruirlo por cualquier medio, sin ningún límite, como ocurre actualmente en Palestina, pero también como ocurrió en Yugoslavia, Libia, Irak, Siria y tantos otros.

 

Al otanista Zelensky y su guerra de la OTAN contra Rusia en suelo ucraniano no parece irle bien. Se desmorona el frente y han aplazado su gira recaudatoria por la península. No obstante la denuncia del apoyo del Gobierno PSOE/SUMAR y el blanqueamiento del nazifascismo ucraniano, así como las restantes aseveraciones, siguen siendo vigentes.

Ante el indecente anuncio de que el Presidente de Gobierno Pedro Sánchez recibirá,  próximamente,  al  títere fascista ucraniano Valodimir Zelensky para firmar un acuerdo de seguridad entre Kiev y Madrid, el Comité Ejecutivo del Partido Comunista de los Pueblos de España, DENUNCIA con profunda indignación, su más rotundo rechazo a cualquier compromiso del Gobierno de España que implique apoyo militar, ya sea con armas,  económico,  de equipamiento, de capacitación o de  asesoramiento al régimen fascista  ucraniano encabezado por el criminal Zelensky.  Avanzando y profundizando así en la colaboración que viene desarrollando con el régimen ucraniano y que hasta el momento ha supuesto el envío de armas y el entrenamiento de tropas. Con este Acuerdo militar bilateral, se refuerza ahora de modo descarado la implicación en la guerra de la OTAN

Cuando las condiciones de vida de  la clase trabajadora se hacen ya insoportables para una mayoría, los servicios públicos caminan a marchas forzadas hacia el desmantelamiento y la privatización y los salarios y las pensiones del pueblo trabajador no llegan a fin de mes, el Ministerio de Defensa del Gobierno PSOE/Sumar, como consecuencia de la pertenencia del Reino de España a la OTAN y la UE, no cesa de incrementar los gastos militares para cumplir con las exigencias impuestas. España prevé para 2024 un gastó de 15.000 millones, importe al que habría que sumar el gasto oculto de otros ministerios, que el año pasado triplicó las previsiones de los presupuestos, superando los 40.000 millones.

Entre el 6 y el 9 de junio del 2024 se celebran las próximas elecciones al parlamento europeo y el PCPE concurrirá con una propuesta a favor de los derechos del pueblo trabajador, o lo que es lo mismo, una propuesta absolutamente diferente a las que realizarán el resto de los partidos del sistema.

Que el proyecto imperialista de la Unión Europea se encuentra en crisis es un secreto a voces que se ha intentado tapar dándole a la maquinita de los billetes a través de los fondos europeos “Next Generation” y el odio irracional hacia Rusia.

Un proyecto en crisis siempre intenta a la desesperada la búsqueda de alternativas, y esas alternativas en el caso de la Unión Europea pasan por la búsqueda de un enemigo común al que “echarle el muerto” de la crisis: Rusia (y después vendrá China).

El belicismo y el chovinismo desbocado no suelen ser buenos augurios de lo que está por venir (las declaraciones del pasado 17 de marzo de nuestra ministra de la guerra Margarita Robles son un buen ejemplo1), más bien suelen ser el preludio de la reacción y la guerra en la que nos quieren meter. Nadie hablará en estas próximas elecciones europeas sobre el apabullante incremento del gasto militar 2 en la Unión Europea porque el capitalismo necesita la guerra para sobrevivir y por supuesto tampoco nadie hablará sobre la presencia de las más de 450 bases yanquis en 15 de los 27 estados miembros. Perdón, si que habrá una honrosa excepción: el Partico Comunista de los Pueblos de España.

La economía de guerra que se pretende instalar en todos los estados de la UE necesita un trasfondo apocalíptico que haga entender a la población porqué se gastan el dinero en tanques y aviones en vez de en vivienda, ayudas a la dependencia, sanidad o educación. Todo ese trasfondo requiere altas dosis de embrutecimiento de las masas a través de los medios de desinformación porque no hace falta ser especialmente previsor para entender que quienes acudiremos a sus guerras seremos las y los hijos de la clase obrera.

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