Más allá de los giros copernicanos que protagoniza el gobierno de Pedro Sánchez en materia social y de pensiones, en esta semana ha protagonizado dos hechos donde muestra su posición injerencista en materia internacional, como miembro activo de organizaciones imperialistas a las que pertenece.

La ridícula comedia mediática que ha tratado de protagonizar en Cuba el agente de la CIA Yunior García, que ha tenido una incontestable respuesta en la isla caribeña, incluso entre su vecindad, se ha visto solícitamente atendida con la concesión de un visado del consulado español en La Habana para promover que Madrid se convierta en el escenario de tan esperpéntica obra.

Paralelamente, y de forma opuesta, el ministro del Interior, Grande Marlaska, plegándose a la dictadura marroquí, entrega al activista saharaui Faisal Baloui, después de ser detenido en Bilbao, en otra demostración de la reiterada política de traición al pueblo saharaui y a su derecho a la autodeterminación, reconocido en múltiples declaraciones de organismos internacionales.

La renta salarial respecto al PIB cayó desde 2009 hasta 2020 un -4,2%: la devaluación salarial que revela estos datos es una constante y las contrarreformas laborales son las herramientas indispensables que han hecho posible este fenómeno.

El Consejo de Ministros aprobó una subida irrisoria del salario mínimo interprofesional (SMI). Al final 15 euros mensuales, lo que supuso un incremento de 1,6 % respecto al SMI vigente, y mucha propaganda para vendernos el producto como un éxito.

Ahora el guión vuelve a ser similar, esta vez a cuenta de la reforma laboral y de las pensiones. Sin duda, a lo que asistimos es a una puesta en escena que pretende primero, por parte del ejecutivo, blanquear su imagen hacia su electorado “más radical”, mientras hipoteca el futuro de la clase trabajadora con la aceptación de la golosina “New Generation”. Segundo, en lo referente a las centrales sindicales pactantes, que quieren dejar de manifiesto que aún tienen poder de negociación, aunque éste, haya quedado claro en los últimos años, que es realmente de capitulación.

En toda esta pantomima, los únicos actores honestos y consecuentes, aunque sean dramáticos o cómicos, dependiendo del ojo que los observe, ha sido la patronal, que han puesto claro de manifiesto una vez más que el proceso de reproducción ampliada del capital que da vida al sistema capitalista en su fase actual, no se puede permitir, ni siquiera, ceder una “miajica tal que así”, “ahora que empieza la recuperación”.

Recientemente visualicé el film Youth (La Juventud, 2016) del director italiano Paolo Sorrentino. Una obra bastante interesante en su puesta en escena cinematográfica, y a la vez sin prácticamente representación en lo que a realidad social se refiere.

Durante algo más de dos horas se nos presenta el ocaso de un gran compositor inglés muy adinerado (Michael Caine) en un balneario suizo de lujo, al que le asalta el fantasma de la mortalidad inminente y las limitaciones físicas propias de un individuo octogenario. Esto no es ninguna "rara avis". No pude menos que reflexionar sobre el número cada vez mayor de productos de consumo audiovisual que abordan la vejez del ser humano como un proceso romántico y entrañable en el que podemos echar la vista atrás con mucha más sabiduría y saborear los "buenos momentos de la juventud", siempre desde una perspectiva complaciente de sobria madurez.

El cacareado proyecto de ley de vivienda, que salió finalmente adelante tras dos años de negociaciones y nueve meses de retraso oficial en base a lo estipulado en el acuerdo que en su día firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, será aprobado en Consejo de Ministros junto a los Presupuestos Generales del Estado 2022, que se han desbloqueado consecuentemente (ya se sabe, los asuntos de palacio van despacio).

Podemos resumir los puntos principales del famoso acuerdo en cinco puntos:

  1. Alquileres públicos en las nuevas promociones de viviendas

  2. Ventajas fiscales para pequeños propietarios para bajar el precio del alquiler

 Comunicado urgente del PCPE

El Comité Ejecutivo (CE) del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) emite este comunicado de condena ante las actividades que la “gusanera” pretende escenificar los días 15 y 20 de noviembre.

El PCPE muestra su naturaleza de solidaridad internacionalista con la Revolución cubana, denunciando que el imperialismo, a través de los interpuestos grupos violentos contrarrevolucionarios, pretende convertir esas fechas en una caja de resonancia, contando con la constante colaboración de los medios de comunicación del sistema que siempre atienden con pleitesía y devoción a estos sujetos y sus grupos.

 

Foto: Fuente Sputnik 

Del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021 se desarrolla en Glasgow (Escocia) la vigesimosexta Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Con cerca de doscientos países representados, diversas ONG´s nutridas a subvenciones y decenas de entidades de lo que denominan “observadores privados”, que no son otra cosa que empresas con intereses en el sector energético (Iberdrola, entre otras), toma forma esta herramienta del capital para afianzar su hegemonía y control sobre los recursos energéticos.

 

En estos días se están empezando a poner de manifiesto las primeras dificultades que se les están presentando a los afectados por el volcán de Tajogaite, en La Palma. Los problemas de trabajadoras y trabajadores autónomos para que se les reconozca la situación de cese en su actividad, y la exención de sus obligaciones económicas derivadas de esta situación, son una primera expresión deplorable de cómo tanto el Gobierno de Canarias, cómo el Gobierno del Estado, están afrontando esta situación de extrema emergencia. Las trabas burocráticas de todo tipo agravan en estas personas los daños ya causados por la lava del volcán. No hay una actitud de los gobiernos de eliminar trabas, aprobar exenciones por la vía más expeditiva y facilitar soluciones inmediatas a la situación derivada de este episodio, en el que se han destruido todos sus bienes y sus mismas capacidades de trabajo.

 

En el año 74 d.C., decididos a poner fin a la gran revuelta judía contra su dominio, los romanos sitiaron la fortaleza de Masada. Allí resistía un grupo de aguerridos combatientes que prefirieron suicidarse antes que aceptar la rendición. La motivación romana era estrictamente económica pues los rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de una ciudad cercana. El general romano que sabía de la resistencia de los judíos rebeldes hizo construir una muralla que rodeaba todo el promontorio donde se asentaba Masada. Utilizaron a judíos apresados para la construcción. Y este es el único relato que sabemos, puesto que la historia es compañera de mesa de los vencedores, y sólo sabemos el relato de los romanos. Flavio Josefo (cómo le gustaría esto a Yolanda la pijo progre, lo de Josefo…claro) dice que los rebeldes se suicidaron y cómo la ley judía prohibía el suicidio, cada uno le quitó la vida a los demás….lo que dejaría un superviviente, claro, que sería quien se lo contó a Flavio, porque si no, no se entiende cómo supo que pasó de puertas adentro con el detalle que lo cuenta.

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