El 7 de octubre del 2024 se cumple un año de la acción de la Resistencia Palestina “El Diluvio de Al Aqsa”, y desde el Comité Ejecutivo del PCPE queremos trasladar nuestra máxima solidaridad al pueblo palestino, libanés, yemení, iraquí, iraní, sirio y al Eje de la Resistencia por el ejemplo de firmeza y dignidad ante el agresor sionista y sus cómplices, con EE. UU. a la cabeza.

El 7 de octubre ha marcado un punto de no retorno en la lucha contra el imperialismo y la limpieza étnica del pueblo palestino. Ha puesto en el mapa una realidad que era invisibilizada por los medios de “desinformación” occidentales y ha activado la lucha y la solidaridad de todos los pueblos del mundo.

El PCPE recoge ese llamamiento internacionalista y denuncia el carácter abiertamente terrorista de la entidad sionista, que, con el patrocinio de EE. UU., la Unión Europea y Gran Bretaña, ejecuta el plan de exterminio del pueblo palestino, reforzando violentamente la ocupación de sus tierras, es decir, agudizando el genocidio.

El gobierno del PSOE/SUMAR está absolutamente integrado en la lógica imperialista de la OTAN y sin capacidad de reacción ante una masacre de estos calibres. Por muchos “aspavientos” en público del presidente Pedro Sánchez, la historia que construirán los pueblos, no les absolverá.

Los 365 días de agudización del genocidio palestino han agrandado las contradicciones del propio imperialismo, que se encuentra en una encrucijada lastrado por la crisis general del capitalismo y al que solamente le sirve la guerra para continuar con su dictadura.

El PCPE hace un llamamiento al conjunto de la clase obrera y de los sectores populares para mostrar su apoyo incondicional al pueblo palestino y al Eje de la Resistencia. En la situación actual en la que se desarrolla la lucha de clases, entrar en discursos ambiguos o poner al mismo nivel a agresor y agredido, es simple y llanamente hacerle el juego sucio a la entidad sionista. El pueblo palestino tiene derecho a defenderse por todos los medios a su alcance como país ocupado, así lo marcan las resoluciones de la ONU y el derecho internacional, y la entidad sionista de Israel no tiene derecho a existir porque su existencia se ha producido vulnerando los acuerdos internacionales junto con atentados terroristas.

 

Estamos en el inicio del período histórico en el que ha de colapsar el capitalismo internacional. Hoy las fuerzas de vanguardia de ese capitalismo proceden a destruir toda la superestructura que regula las relaciones internacionales, la soberanía de los pueblos y los mecanismos de resolución de conflictos: NN.UU., Derechos Humanos, Soberanía nacional, Derecho Internacional Humanitario, etc. Todo ello constituye hoy un obstáculo para el decadente proceso de acumulación capitalista, y es destruido con total impunidad.

PALESTINA es el escenario de este guión del imperialismo en la zona, con el sionismo como brazo ejecutor con su vertiente racista, aniquiladora y terrorista , que se emplea contra el pueblo palestino con el objetivo final de su extinción, es decir, de genocidio total.

En el LIBANO se ha abierto otro frente de agresión al pueblo libanés y de destrucción de sus infraestructuras, que están siendo acompañadas de centenares de muertos y miles de heridos.

En SIRIA también se ha producido agresión militar, incluso por zonas ocupadas del grupo de terror sionista que asimismo ha ocasionado víctimas humanas y daños generales,

IRÁN de igual forma ha sufrido la agresión del sionismo, al asesinar a uno de los líderes de Hamas que se encontraba en la capital de este país.

YEMEN es otro país agredido que muestra su solidaridad vigilando el estrecho de Ormuz para intentar controlar los buques de guerra yanqui.

El PCPE, ante esta salvaje campaña terrorista de la entidad sionista creada por una atroz decisión en una ONU en 1948 marcada por el final de la II Guerra Mundial y el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki,

CONDENA al imperialismo norteamericano, principal responsable de la masacre generalizada contra los pueblos palestino, libanés, yemení y sirio.

CONDENA al sionismo internacional y a la organización terrorista que es el ejército del Tzáhal que se ha ido forjando criminalmente a partir de atentados terroristas de sus primeras células.

En septiembre de 2019, Unidad y Lucha publicó un extenso artículo -- La precarización del trabajo público en la estrategia del capital (Parte 1) y La precarización del trabajo público en la estrategia del capital (Parte 2) -- en el que se denunciaba la creciente precarización del trabajo en el sector público y como esta no era sino parte de un diseño acorde con las perspectivas del capital transnacional y en concreto del europeo.

Desde entonces el abuso de contratación temporal en las Administraciones públicas españolas no ha dejado de aumentar. En 2016 ya superó al del sector privado y actualmente se sitúa en torno al 30 %, alejándose de ese 8 % que, en su momento la agrupación de representantes empresariales y sindicales (UNICE, CEEP Y CES) se marcaron como objetivo en la famosa Directiva Europea 70/99. Ni las amenazas de sanción por parte de la UE en 2014 –después ha habido otras-, los acuerdos para la estabilización con la burocracia sindical en 2017 y 2018, ni la ley para la estabilización 20/2021 y su ampliada Ley 5/2022 han conseguido reducir significativamente esta penosa y singular situación de la que poco se habla en los medios burgueses.

Recientemente, los trabajadores y trabajadoras públicos precarizados hemos vuelto a reproducir el mismo estado de inquietud y esperanza que vivimos en aquellas fechas previas a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 19 de marzo de 2020. Entonces se esperaba la respuesta a una prejudiciales lanzadas por un juzgado de la Contencioso Administrativo de Madrid ahora, cinco años más tarde, la respuesta a otras prejudiciales han visto la luz en sendas sentencias de 22 de febrero de 2024, en lo social y 13 de junio en lo contencioso administrativo.

El alto tribunal europeo se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre el sistemático incumplimiento de la directiva europea en la función pública española alegando, entre otros argumentos, no haberse adoptado medidas que prevengan y sancionen adecuadamente el abuso de contratación. Pero, si algo hemos aprendido los que llevamos años en esta lucha, es que la ley, su aplicación y las invocaciones judiciales a su cumplimiento no son más que construcciones ideales que poco tienen que ver con la realidad material de quienes, después de veinte años, siguen trabajando en precario aunque ahora se vean envueltos en promesas legales, sentencias, y razones de lógica formal.

Aunque "Israel" no ha aceptado oficialmente ser responsable del crimen, nadie duda de su autoría, como tampoco de que el Consejo de Seguridad de la ONU no actuará de forma contundente contra la entidad sionista.

Supongamos por un momento lo siguiente: una organización terrorista intercepta un lote de dispositivos electrónicos destinados a un país rico de Occidente. Puede ser Estados Unidos, puede ser Francia. Estos terroristas inyectan un explosivo líquido en los dispositivos que pueden hacer estallar remotamente en el lugar y la hora que estimen conveniente. Así lo hacen. El estallido simultáneo de estos provoca miles de heridos y muertos en ese país. Explotan cuando las personas están haciendo sus compras en mercados, manejando sus autos, jugando con sus hijos. El saldo preliminar es de miles de heridos, algunos en estado crítico y decenas de muertos, incluyendo niños. Los servicios de salud se colapsan por lo inesperado y brutal de la acción.

Un ataque de esta magnitud en Estados Unidos o Francia hubiera provocado, sin dudas, reuniones de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se exigirían, y sin dudas se aprobarían, sanciones, acciones militares o cualquier otro tipo de firme reacción contra esta organización terrorista. Las máximas autoridades de la ONU publicarían enérgicas condenas y los grandes medios cartelizados se llenarían de historias de las víctimas de ese horror colectivo e inesperado.

Ahora pongamos que el autor de esa brutal acción no es una organización, sino un estado criminal y genocida. Que los actores fueron sus servicios de inteligencia y sus fuerzas militares, ambos con un largo historial de crímenes a sus espaldas. ¿No debería este estado ser objeto del más firme repudio internacional? ¿No debería ser denunciado y castigado por actuar indiscriminadamente en contra de población civil indefensa? No, si es “Israel”. 

La fantasía de convertir al Líbano en otra Gaza se volverá en contra del régimen sionista de Israel, dirigido por Benjamín Netanyahu.

En la mayor agresión contra El Líbano en décadas, el régimen israelí respaldado por Occidente está bombardeando y masacrando a la población en el sur y en los suburbios de Beirut, causando la muerte de cientos de personas e hiriendo a miles, al mismo tiempo que inflige una destrucción considerable a la infraestructura civil.

La intensificación de la guerra del régimen contra Líbano se produce tras días de una campaña terrorista israelí incrementada a lo largo del país y la guerra genocida en curso contra los palestinos en Gaza.

Con un estimado de medio millón de civiles libaneses obligados a huir de sus hogares en un éxodo masivo, es evidente que el régimen colonial israelí está utilizando una vez más la limpieza étnica y el desplazamiento forzado como estrategias bélicas.

Tras bombardear de manera indiscriminada áreas civiles en el sur de Líbano durante varios días, el régimen llevó a cabo el viernes una serie de ataques aéreos en el suburbio sur de Beirut, utilizando bombas suministradas por Estados Unidos.

El número exacto de víctimas aún no está claro, ya que muchas personas continúan atrapadas bajo los escombros.

El número exacto de víctimas aún no se ha aclarado, ya que muchas personas continúan atrapadas bajo los escombros.

Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) saludamos la iniciativa de la organización sindical CGT de llamar a una Huelga General el próximo 27 de septiembre en todo el territorio del estado español en apoyo a la lucha del Pueblo Palestino y contra el genocidio y el apartheid del ente sionista de “Israel”.

¿Por qué apoyo y haré huelga?:

Porque el Gobierno del estado español lacayo del imperialismo yanqui-sionista, en una manifiesta posición de arrogancia belicista, mantiene en todas sus expresiones políticas y financieras las relaciones con el criminal ente sionista. El sionismo en Palestina ha asesinado a más de 40 mil personas, en su mayoría niños y niñas, mayores y mujeres, población indefensa.

Porque las partidas presupuestarias destinadas a la guerra son retraídas de los presupuestos sociales, sanidad, educación, pensiones, trasportes, correo postal, etc.

Porque en el estado español, más de 23 millones de seres humanos están en el umbral de la miseria.

En las actuales circunstancias de crueldad extrema, es necesario denunciar que cada día se está llevando a cabo ante nuestros ojos el exterminio de un pueblo mediante todo tipo de crímenes. Que se asesina a personas inocentes de las formas mas atroces. Que se bombardean hospitales, escuelas, lugares señalados como seguros por los atacantes. Que según se ha declarado, “se busca producir el mayor daño posible por cualquier medio”.

Mientras, en la mayor parte del mundo, silencio cómplice. El genocidio de un pueblo no merece más atención que cualquier otra noticia y sus dirigentes continúan hablando incansablemente de derechos humanos, de democracia, de libertades y de cuantas consignas se puedan utilizar como propaganda.

Pero no hay contención sin represión. En nombre de esas libertades, se criminaliza a quienes defiendan a Palestina y condenan al ente sionista, les arrancan las banderas y los pañuelos, les agreden, los expulsan de los centros de estudio y trabajo, llegando incluso a que en algunos lugares se les considere terroristas.

En medio de tanto horror y sufrimiento siempre hay quien se rebela y lucha. Aquí y ahora han sido organizaciones de trabajadores y trabajadoras los que nos convocan a movilizarnos contra este estado de cosas, a proclamar nuestro apoyo a la Causa Palestina, a denunciar al ente sionista, a defender el legitimo derecho a levantarse en armas contra el que somete; a denunciar también a quien defiende y apoya a los opresores, no condenándoles, comerciando con ellos y suministrándoles todo tipo de instrumentos para perpetrar el exterminio.

Esta es una convocatoria internacionalista, en la que un pueblo se moviliza en defensa de otro pueblo por motivos de conciencia, por ética, por ideología, por afinidad política, por rebeldía. En suma por impedir que los cobardes se impongan a los valientes.

Los dos atentados terroristas del 17 y 18 de septiembre perpetrados por los sionistas en el Líbano han dejado más de 4000 personas heridas, medio millar de ellas graves y hasta el momento 32 asesinatos directos. La oleada de explosiones provocadas en dispositivos beepers y walkis talkis, de uso civil y cuyo objetivo ha sido población civil libanesa, constata que el sionismo es el terrorismo. Los terribles asesinatos en masa, premeditados y con desprecio absoluto a cualquier derecho humanitario o convención internacional no dan lugar a medias tintas ni interpretaciones: El ente colonial y criminal de Asia Occidental es terrorista, además de genocida.

La entidad sionista llamada Israel, nació de la mano del terrorismo desde los umbrales del S.XX, Irgun y Hagana son prueba de ello y algunos de sus primeros mandatarios fueron miembros activos de dichas organizaciones. A lo largo de más de 75 años de ocupación lo ha seguido desplegando. Sin tregua, impune y descaradamente, pues no en vano usurpó tierras palestinas con el beneplácito occidental. No es sólo parte de la historia porque en la actualidad bajo la denominación de partidos políticos como el Likud ( por citar uno, aunque ninguno se libra ) siguen desplegando el terror y, no sólo verbal, contra el pueblo palestino. Más de 40.000 asesinatos desde el 7 de octubre, 10.000 desaparecidos bajo los escombros, cerca de 100.000 heridos, dos millones de personas desplazadas, más de 10.000 detenidos arbitrariamente sólo en Cisjordania, torturas a las personas detenidas, infraestructuras arrasadas...la magnitud del horror planificado para exterminar al pueblo palestino sólo tiene una definición y es la de GENOCIDIO.

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