El quinto país en extensión (8,516 millones de km2) y el sexto en población (209 millones) aborda un proceso electoral para presidente de la república, preñado de situaciones escandalosas que se han ido produciendo en los últimos años.

Cuando este artículo salga a la luz, ya se habrán celebrado las elecciones en la segunda vuelta prevista para el 28 de octubre. No obstante, este artículo se configura sobre el propio proceso electoral, más allá del resultado final, y se configura para descifrar el fenómeno “Bolsonaro” en el contexto brasileño y de la lucha de clases en la región, en América Latina.

Cualquier mente cabal que no manifieste una preocupación política especial, seguro que, ante la candidatura de este farsante y mediocre personaje, se tiene que hacer la pregunta de ¿cuál es la situación del capitalismo en Brasil para que la derecha proponga a un filibustero y antiguo militar como candidato a la presidencia de la República? y la respuesta trataremos de desgranarla a partir de la incapaz posibilidad de la salida de la crisis del capitalismo por los propios medios de producción del sistema.

PRONUNCIAMIENTO DEL BURÓ POLÍTICO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCV

El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), condena el vil asesinato de nuestros camaradas LUIS FAJARDO, miembro del Comité Central y de la Comisión Agraria Nacional del PCV, a la vez combativo, consecuente y valiente dirigente campesino; y JAVIER ALDANA, militante comunista y activista del movimiento campesino, quienes fueron asesinados en una acción criminal perpetrada en forma alevosa y traicionera en el sector La Palma, Nueva Bolivia, municipio Tulio Febres Cordero del Estado Mérida, el día miércoles 31 de octubre de 2018, lo que evidencia la profundización del conflicto de clases que se desarrolla en nuestro país, particularmente en los actuales momentos en el campo venezolano, donde la violencia criminal de los terratenientes y sus secuaces, es la repuesta a “las legítimas” demandas del campesinado a la dotación de tierras para la producción alimentaria nacional.

El camarada LUÍS FAJARDO, se destacó como un consecuente dirigente campesino Comunista: firme en sus convicciones, defensor e impulsor de la alianza obrero-campesina para derrocar el capitalismo y construir el verdadero socialismo, solidario, honesto, valiente y de probada combatividad en el curso de las luchas que por el rescate de tierras socialmente ociosas y en defensa de la dignidad de la familia campesina, le correspondió dirigir.  

Contrariamente a lo que los voceros del sistema difunden, la carrera de armamentos y las maniobras militares no pueden ser entendidas como elementos persuasivos para el mantenimiento de la paz. El imperialismo yanqui y sus aliados, a través de la OTAN como su brazo armado, están en guerra permanente y lo manifiestan de manera cruel contra los pueblos que no disponen de suficiente capacidad militar defensiva, y en forma más diluida con el resto de las potencias con las que compiten por la hegemonía.

El PCPE denuncia como un acto de guerra más, las maniobras militares llamadas “Trident Juncture 2018” que la OTAN va a realizar en Noruega entre el 25 de octubre y el 7 de noviembre con la participación de 50.000 soldados, y que se realizan en el marco de asedio en la zona septentrional europea contra Rusia.

La propaganda imperialista se jacta de que estas maniobras son el mayor ejercicio de la OTAN desde el final de la etapa denomina de la “Guerra Fría”, y el PCPE denuncia que estas maniobras se enmarcan en la crisis general y estructural del capitalismo, incapaz de resolverla por métodos pacíficos y en el marco del desarrollo económico que la ciencia y la tecnología pueden poner a disposición del proceso productivo para mejorar las condiciones de vida de las amplias masas explotadas de la humanidad. Son, por tanto, otra vuelta de tuerca más en la respuesta violenta del capitalismo hundido en sus propias contradicciones.

Un 25 de septiembre de 1828 se producía el famoso atentado contra Simón Bolívar que, aunque fracasó en el intento de asesinato al líder revolucionario, sí triunfó en el propósito de ser el puñal que, amparado en la oscuridad de la noche, marcaría el principio del fin del proyecto bolivariano de unidad latinoamericana.

Hoy, 190 años después, todo apunta a que la historia podría repetirse, solo que la víctima es el pueblo bolivariano de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro. Conocido es el gusto que tienen los EE.UU. por lanzar los ataques más sanguinarios en el mes de septiembre, siendo los ejemplos más llamativos el 11 de septiembre de 1973, donde instigaron y apoyaron el golpe de estado contra Allende, y el 11 de septiembre de 2001, donde lanzaron un ataque contra su propio pueblo, para justificar la invasión contra Irak que llevaría a la muerte a tres millones de iraquíes y al desastre y saqueo del país.

Con las amenazas del imperialismo contra la República Bolivariana de Venezuela como eje central en América Latina, el análisis y debate sobre la naturaleza y contenidos de la Reforma de la Constitución cubana ha quedado relegada por el momento. Los voceros de la oligarquía internacional ya buscarán el momento pertinente para tratar de provocar una quiebra en el pueblo cubano, que le proporcione el aliento para intervenir más directamente. Una nueva ilusión del imperialismo en la constante derrota ideológica que le ha infligido la Revolución cubana desde el 1 de enero de 1959.

La Reforma de la Constitución en Cuba se plantea desde los órganos del Poder Popular y de acuerdo con la propia constitución. La actual Constitución de la República data de 1976, cuando fue refrendada por el pueblo cubano con el 97,7% del censo electoral. La Reforma que se va a llevar a cabo, si el pueblo cubano lo decide, se plantea desde la necesidad de actualización de los cambios en materia social y económica que se han producido en los últimos años. Anteriormente se abordaron reformas parciales sobre el texto original de 1976, como fueron las acometidas en los años 1978, 1992 y 2002.

* El presente escrito está basado en el trabajo desarrollado por el Profesor Mario del Rosal Crespo en su tesis doctoral “El capitalismo sueco y los límites del socialismo reformista: una crítica marxista del modelo de Rehn-Meidner (1932-1983)”.

Suecia, que vivió una incorporación tardía al modo de producción capitalista (a finales del siglo XIX), alumbró, junto con Noruega, a la clase trabajadora más conflictiva que la humanidad vería a comienzos del siglo XX. Posteriormente, sería el partido socialdemócrata sueco, SAP (Socialdemokratiska Arbetareparti), el encargado de lograr la paz social. El caso de la socialdemocracia sueca fue único en el mundo, pues ejerció la hegemonía política y socioeconómica a lo largo de medio siglo, durante el período comprendido entre 1932 y 1983. En dicho período, el SAP ganó todas las elecciones a la asamblea legislativa sueca (Riksdag) con más del 40% de los votos. Este hecho nos permite observar (siempre relativizando a las condiciones particulares de carácter histórico, social, geográfico, etc., del objeto de estudio) hasta dónde es capaz de llegar la socialdemocracia.

3ª Parte y final del artículo que nos ha remitido el Secretariado Internacional del Partido Comunista Danés.

La Victoria más reciente

Como se ha explicado anteriormente, Dinamarca ha celebrado varios referendum en relación a la Unión Europea (UE).

El último referéndum tuvo lugar en diciembre de 2015. Esta vez el gobierno quiso deshacerse y cancelar la excepción danesa en lo relativo a la cooperación judicial dentro de la UE - una de las cuatro excepciones obtenidas por Dinamarca en 1992-93 ante su incorporación al Tratado de Maastricht.

Karen Sunds recuerda que en el momento en que el primer ministro anunció este referéndum las perspectivas del Movimiento no parecían buenas. Según las encuestas de opinión, aquellos que votarían en contra de la cancelación de este punto de excepción en materia judicial se situaban bastante por debajo del 50%, siendo además un tema político complejo y muy difícil de explicar a la población al referirse al estado de derecho, la seguridad judicial pública, los derechos de los acusados, los testigos adecuados ante los tribunales, etc, así como el intercambio de información sobre los ciudadanos.

Una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE abre un camino más favorable para el pueblo saharaui en la defensa de sus recursos naturales y el control de las actividades económicas que se realicen en territorio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)

Cuando, en el mes de febrero de este año, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) reconoció que el Acuerdo Pesquero entre la Unión Europea y Marruecos no incluye las aguas del Sáhara Occidental, porque pertenecen a un tercero que necesariamente ha de intervenir en cualquier decisión que afecte a los mismos, se generó una nueva situación y un nuevo marco jurídico que afecta de una manera especial a la lucha del pueblo saharaui por su independencia.

“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea y que no sabía de la pelea de los cometas en el cielo que van por el aire dormido engullendo mundos”. (José Martí, Nuestra América)

A principios del siglo XXI habían caído los países del Este, Estados Unidos, a pesar de ser el país más endeudado del planeta, se convertía en la única potencia hegemónica gracias a sus más de 800 bases militares repartidas por todo el mundo, a un presupuesto militar que superaba la suma del presupuesto militar del resto de los países, al control del dólar como divisa de las transacciones internacionales; pero sobre todo, gracias a su hegemonía cultural e ideológica conseguida con el monopolio y control de las industrias culturales y las corporaciones mediáticas.

Sin embargo, ese paraíso de poder incontestable anunciaba su declive en el terreno económico político, una descomposición social interna sin precedentes, y una pérdida creciente de la influencia en lo que siempre ha considerado su patio trasero latinoamericano. Definitivamente, hoy, Estados Unidos ha perdido su capacidad para dirigir el mundo.

La potencia que ha liderado la expansión capitalista está en caída libre lo cual la hace especialmente peligrosa. Existe, no obstante, un campo en el que sigue manteniendo su hegemonía, el campo cultural e ideológico. Aquí parece estar ganado la contienda. Como en la película de las hermanas Wachowski, The Matrix, los guardianes del simulacro se ocupan de hacer desaparecer toda evidencia del verdadero rostro del capitalismo y nos mantienen en una servidumbre voluntaria(1) nutriendo de energía a la maquinaria que nos somete.

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