Camaradas y amigos, pensionistas y jubilados:
Os hablo como Secretario General de la única hoy existente organización mundial de Pensionistas y Jubilados.
La Unión Internacional de Sindicatos de clase que creamos en la ciudad de Barcelona, el pasado mes de febrero, con la presencia de organizaciones de jubilados de los 5 continentes, entre ellas el PAME. El Secretario General de los PyJ del PAME, camarada Dimos Koubouris, que está a mi lado, fue elegido en este Congreso como Presidente de esta nueva organización internacional.
Reciban pues un saludo de lucha y solidaridad de las decenas de millones de PyJ que estamos organizados en sindicatos y asociaciones clasistas de todo el planeta. Somos una parte de la Federación Sindical Mundial.
Hoy el 20 % de la Humanidad, es decir unos 1.500 millones de personas del planeta, es pensionista o tiene las condiciones para serlo. Es decir, tiene más de 60 años, aunque en países con gobiernos antiimperialistas, como Bolivia, esta condición y los derechos legales correspondientes se consiguen a los 55 años, los hombres, y a los 49 años las mujeres madres de 3 ó más hijos.
También deben tener derecho a recibir una pensión pública, que permita vivir dignamente, los que por enfermedad o accidente laboral no pueden ejercer su profesión habitual. Y este derecho no puede estar condicionado por los años trabajados, cuando es el capitalismo el que crea el paro e impide trabajar a los que lo desean.
Un derecho a pensiones públicas que hemos arrancado con decenios de luchas sindicales clasistas y que ahora nos quieren suprimir para pasarlas a pensiones privadas que serán difíciles de conseguir por los jóvenes actuales y que solo beneficiarán a la gran banca y a los que les apoyan, como el sindicalismo amarillo, de conciliación de clases, practicado por la CSI, Confederación Sindical Internacional, y la CES, Confederación Europea de Sindicatos.
El capitalismo nos quiere negar o reducir este derecho. Por ello los dirigentes del Fondo Monetario Internacional afirman que los pensionistas vivimos demasiados años, que ya no somos productivos. El ministro del trabajo de Japón, reflejando la voluntad de las multinacionales capitalistas, ha llegado a recomendar, en la televisión pública, el suicidio (Haraquiri le llaman allí) de los jubilados.
No compañeros. Los pensionistas no vamos a suicidarnos, ni en Grecia, ni en Europa, ni en el mundo. Vamos a seguir luchando por nuestros justos derechos. Luchamos por una pensión pública que permita en cada país una vida digna, es decir una vida en la que tengamos asegurada agua y alimentación sanas, una vivienda adecuada, una sanidad pública y de calidad, y unas atenciones correctas en función de nuestra edad y realidades.
Dinero hay en el Planeta Tierra, más que suficiente para asegurar que todas las personas mayores de 60 años tengan una pensión pública suficiente para vivir con dignidad. Recordemos que las 85 personas más ricas del Mundo tienen acaparada la misma riqueza que los 3.500 millones de personas más pobres, es decir 85 personas son más ricas que la mitad de la Humanidad, o dicho de otra forma, cada una de estas 85 personas es más rica que 41 millones de personas juntas.
Eso es el capitalismo y su consubstancial injusticia, y lo seguirá siendo mientras no lo destruyamos con nuestra lucha como pensionistas, al lado de toda la clase obrera.
La acción de hoy, así como las que se han realizado y realizan en todos los países del Mundo, muestran nuestra capacidad de ganar esta batalla.
Solo quiero recordar una gran batalla que ganamos los pensionistas. Me refiero a la que ganaron los Pensionistas y Jubilados de Ecuador, hace justo 10 años, contra el Fondo Monetario Internacional. Esta gran organización del capitalismo mundial quiso reducir a la mitad las pensiones públicas. El presidente del gobierno de Ecuador de entonces, Lucio Gutiérrez, como lacayo del gran capital, aceptó la propuesta, pero no pudo llevarla a cabo, no pudo realizarla por la enorme lucha que organizaron los pensionistas y jubilados. Murieron 20 pensionistas en la impresionante huelga de hambre que desarrollaron, pero las propuestas del Fondo Monetario Internacional quedaron derrotadas y no murieron los miles de pensionistas que hubieran fallecido si se reducen a la mitad las pensiones públicas.
Los pensionistas, al lado de la clase obrera, de la que formamos parte, vamos a ganar muchas más batallas. Con nuestra veteranía y nuestra experiencia de lucha vamos a ayudar a destruir al capitalismo, que es la gran lacra de la Humanidad.
Ya existe, en Dakar, Senegal, un museo de los horrores de la esclavitud. Más pronto que tarde construiremos el museo de los horrores del capitalismo, para que las generaciones futuras no repitan las vivencias de explotación del hombre por el hombre, de expolio de las riquezas naturales, ni de genocidio de pueblos enteros (Afganistán, Irak, Libia, y ahora lo intentan en Siria y Ucrania) para beneficio de las multinacionales capitalistas.
La unidad y lucha de la clase obrera, y luchas como la de hoy, nos asegurarán estas victorias.
Los pensionistas y jubilados no dejaremos de luchar ni un solo día de nuestras vidas.
Estad seguros de que destruiremos el capitalismo y construiremos la sociedad socialista.
Un mundo sin trabajadores es imposible.
Un mundo sin empresarios explotadores es posible y necesario.
Este nuevo mundo, el socialismo, entre todos lo haremos realidad.
La Federación Sindical Mundial nos ayuda a ello.
¡VIVA LA CLASE OBRERA!
¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!
¡VIVA EL PAME!
¡VIVA LA FSM!
Atenas, 19 de junio de 2014.
Quim Boix
Consejo Presidencial de la FSM
Secretario General de la UIS (Unión Internacional de Sindicatos) de Pensionistas y Jubilados (PyJ) de la FSM