Para leer y entender esta memoria debemos primero saber cómo tratar los datos. Pues, si bien hablaremos de las condenas o denuncias llevadas a cabo por la Fiscalía General, no podemos olvidar que se trata de una justicia burguesa y machista, la cual no recoge ni toda la violencia machista que sufren las mujeres, ni tan siquiera la totalidad de los feminicidios que son producto de estas violencias, pues deben cumplir el requisito de ser o haber sido pareja de su asesino.
Este informe, en el que se refleja el ejercicio de 2023, registra un aumento del 16 % de los feminicidios respecto al año anterior, registrando un total de 59 asesinatos machistas en “cifras oficiales”, pues ya sabemos que muchos casos se habrán quedado fuera.
Se refleja en el informe que el 40 % de las víctimas eran extranjeras. Dado que en el período a observar las mujeres migrantes en España suponen un 13 % del total de mujeres que residen en España, podemos afirmar con rotundidad que el hecho de ser migrante supone un factor de riesgo de cara a las violencias machistas más crueles y mortales.
Además, si nos fijamos en los casos que habían sido previamente denunciados descubrimos que de los 15 casos 11 eran de estas mujeres migrantes, lo que demuestra que a pesar de denunciar y acudir a la justicia siguen sufriendo mayor desprotección.
Esta desprotección continua si analizamos otros delitos más allá de los feminicidios, pues en los tipificados como hechos graves referidos a delitos contra la integridad física como agresiones sexuales, el 60 % fueron mujeres migrantes.
Otro dato a analizar que continúa mostrando la vulnerabilidad ante las violencias machistas de estas mujeres es el aumento de los casos de trata con fines de explotación sexual que registraron 312 víctimas más que el año anterior con un total de 543. De este total solo una víctima era hombre, pues la explotación sexual, el consumo de cuerpos como objetos es, y siempre ha sido, una cuestión de género.
Por otro lado, si nos fijamos en las denuncias interpuestas por violencia machista, el retrato es crudo, pues las denuncias han aumentado un 9,46 % dando un total de 199.282 denuncias. Lo que sí muestra es algo esperanzador, que estamos perdiendo el miedo a alzar la voz, a denunciar, a no callar ni sentir vergüenza ante este sistema patriarcal.
En la última mitad del año 2024 hemos visto un gran aumento de las denuncias, ya sea ante la justicia o ante los medios de comunicación, de la violencia sexual que el hombre ejerce sobre la mujer, especialmente los hombres que se mueven en esferas de poder. Si bien es peliagudo ver cómo nuestra seguridad no está garantizada en ningún ámbito, la fuerza y valentía de todas las mujeres que están alzando la voz debe ser la mecha que prenda de nuevo la lucha feminista que hoy más que nunca se vuelve tan necesaria.
Inés