El 1 de enero es una fecha imprescindible para todo el pueblo cubano, no sólo marca el comienzo del año sino celebra un triunfo revolucionario renovado año a año. Desde 1959 el 1ro de enero ha sido conmemorado con actos de especial trascendencia, concentraciones populares, desfiles militares y populares, así como marchas del pueblo combatiente.
Este año no iba a ser menos y recientementese llevó a cabo una gran marcha de apoyo a la revolución y denuncia del bloqueo y las sanciones que el imperialismo impone al proyecto cubano, y más aun después de la jugada de Biden que en un movimiento testimonial y efímero que a días de acabar su mandato anunció la retirada de Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, una decisión que pudiera aliviar parcialmente el estrangulamiento económico que sufre la isla. Un espejismo que Donald Trump se apresuró a disolver nada más jurar el cargo y anunció que revertía esta y el resto medidas adoptadas por su predecesor, intensificando de nuevo las sanciones contra Cuba y se prevén más.
Pertenecer a esta “lista negra” no solo limita las exportaciones e importaciones de armamento, sino que ocasiona un impacto significativo en la economía. Cuba ha denunciado el carácter “amedrentador” de estas medidas. Terceros países y compañías extranjeras, aun sin una prohibición explícita, declinan trabajar con la isla por miedo a ser sancionadas o sufrir problemas con inversores o instituciones estadounidenses. Es la llamada “extraterritorialidad del bloqueo económico”.
El presidente y primer secretario del PCC, Miguel Díaz-Canel, reaccionó al anuncio de Trump asegurando que “en acto de arrogancia y desprecio por la verdad, acaba de restablecer la fraudulenta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. No sorprende. Su objetivo es seguir fortaleciendo la cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación”.
En este contexto y siendo su revolución un ejemplo para el mundo hasta Cuba han llegado reconocimientos desde los cinco continentes. Organizaciones, pueblos y naciones del llamado primer mundo y del tercero, países grandes y pequeños, desarrollados y en desarrollo, han insistido en hacerle saber al mundo las buenaventuras que merece la Revolución Cubana, ya con 66 años desde que el 1ro. de enero de 1959 marcara con tinta imborrable la historia política del mundo contemporáneo.
El pueblo cubano en su acción cotidiana de dignidad revolucionaria y su internacionalismo allá donde lo necesitan ha hecho realidad y pese a las enormes dificultades, las palabras de Martí: “Cuba no anda de pedigüeña por el mundo: anda de hermana, y obra con la autoridad de tal.”
Tatiana Delgado Plasencia