Mujer rebelde y militar que luchó por la Revolución Haitiana.
Se estima que un tercio de las más de 15 millones de personas procedentes de África esclavizadas por medio de la trata transatlántica fueron mujeres, que debido a su género sufrían una triple opresión: además de soportar las duras condiciones de trabajo forzoso, sufrieron formas de discriminación extremadamente crueles, así como explotación sexual debido a su género y color de piel, muchas tuvieron que soportar la prostitución, explotación sexual, violación, tortura e incluso la muerte.
Las mujeres opusieron resistencia a la esclavitud de múltiples maneras, además de desarrollar habilidades de supervivencia, trataron de preservar la dignidad y la unidad de sus comunidades, muchas se convirtieron en líderes espirituales, participaron en revueltas o lucharon por su libertad contra el brutal sistema esclavista, pagando un alto precio, pero sus historias en la lucha anticolonialista y antiesclavista siguen siendo relativamente desconocidas.
De hecho, pocos libros de historia mencionan las diversas formas en que las mujeres han contribuido a la revolución haitiana, que culminó con la creación de la República de Haití el 1 de enero 1804. Pero en agosto de 1791, durante el levantamiento de los esclavos en Santo Domingo, algunas mujeres participaron en la insurrección y la lucha armada y algunas fueron vitales para su estrategia de organizar guerrillas contra los franceses en el interior de la isla, una de ellas es la Sanité Bélair.
Sanité, también llamada Suzanne, nacida en 1781 como una affranchi, una esclava liberada, fue sargenta y luego teniente en la expedición de Saint-Dominigue, se casó en 1796 con Charles Belair, sobrino, edecán y lugarteniente de Toussaint Louverture, luchando a su lado en las batallas de 1802.
Fue apresada en un ataque sorpresa por la columna del ejército francés de Faustin Répussard, su marido se entregó también para evitar estar separado de ella. Ambos fueron condenados a muerte, su cónyuge iba a ser ejecutado por pelotón de fusilamiento y ella por decapitación debido a su sexo. Mientras observaba la ejecución de Bélair, le pidió tranquilamente que muriera valientemente, luego fue a su propia ejecución, negándose a usar una venda en los ojos. Se dice que, en su captura, cuando fue amenazada con decapitación, ella afirmó con éxito el derecho a la muerte de un soldado honorable por mosquetes, y de pie ante sus bozos lloraba "Viv libáte. Un ba esclavaj". ("Viva la libertad. Abajo la esclavitud".) Ella se negó a que le vendaran los ojos, y el verdugo no pudo conseguir que la doblegara hacia atrás y colocara su cabeza en el bloque, el oficial que ordenaba el destacamento se vio obligado a que le dispararan.
Sanite Bélair, ejecutada en 1802 es considerada una de las heroínas de la Revolución Haitiana, en 2004 en homenaje a su contribución apareció en el billete de diez gordas de la serie conmemorativa "Bicentenario de Haití".
Tatiana Delgado Plasencia