Después de las movilizaciones por la vivienda, que comenzaron en octubre y continúan, desde las manifestaciones a las huelgas de alquileres, el PSOE anunció su “preocupación” por el acceso a la vivienda en el estado español y anunció nuevas medidas para garantizar este derecho: 200 millones de euros en bonos jóvenes de alquiler, que lleva dos años en funcionamiento, y por supuesto, no ha supuesto ninguna barrera para el aumento desproporcionado del precio de los alquileres. 200 millones de euros que se embolsará la burguesía rentista, bajo un falso apoyo a nuestro acceso a la vivienda. Este mismo diciembre de 2024 acababa la moratoria a los desahucios del ‘escudo social’, que no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios; este último trimestre de 2024 es el único en el que han descendido, después de todo el año creciendo, finalmente, a cambio del apoyo de Podemos en otra ley que el PSOE quería sacar adelante, se continúa en 2025 con ella.
La moratoria, creada durante la pandemia, ha evitado 24.659 desahucios sobre un total de 100.021; uno de cada cuatro, según el informe del Observatori Desca. Esta moratoria estaba limitada a los hogares vulnerables sin alternativa habitacional, una medida insuficiente que muchas veces ha sido hasta contraproducente, pues toda la energía se pone en solicitudes a la Administración, que en la mayoría de casos no para la orden y el desahucio acaba ocurriendo, tras una burocracia agotadora y, casi siempre, sin organización ni solidaridad militante en la puerta. Esta moratoria era poco clara, por lo que los jueces acababan ejecutando, amparándose en que la situación de vulnerabilidad no estaba producida ya por el COVID, la guerra de Ucrania o la inflación; una moratoria solo para quienes pudieran demostrar a través de Servicios Sociales que su vulnerabilidad económica tenía su origen en estos sucesos, siendo necesario demostrar la pérdida de ingresos por ello, dejando de aplicarse a quienes ya estaban en esa situación antes de la pandemia o en el procedimiento de desahucio.
Pese a esto, los desahucios siguen ocurriendo, una lacra con la que Pedro Sánchez afirmaba haber acabado, negando la realidad e intentando desmovilizar la organización contra ellos, el gobierno "más progresista de la historia" sigue sin acabar con los desahucios y sin regular los alquileres.
Rosa Collar