Para quienes todavía no se han enterado.
Se acabaron, definitivamente, las poses justificativas, también la comodidad y la relajación, los postmodernismos y las etiquetas de colorines. La autocomplacencia ya no tiene ningún espacio en el combate que se nos presenta. Tampoco el llanto que nos ha roto. En las plazas no hay que levantar las manos, hay que levantar barricadas y cavar trincheras.
Un año de genocidio extremo ha impulsado una extraordinaria ola de solidaridad mundial con el pueblo palestino. Los sionistas son hoy los seres más despreciables y más despreciados en todo el planeta, sádicos, amorales, asesinos, torturadores, violadores y criminales de guerra. Esa es nuestra primera base material para la nueva tarea que enfrentamos.
El capital es insaciable y exige más sangre, más barbarie, más sufrimiento, más destrucción
No hay escapatoria. La persecución se extiende por todo el planeta, por el ciberespacio, todo espiado y videovigilado en tiempo real, con la ayuda con la IA, por si fuera poco.
El capital se queda sin futuro si no asesina, bombardea y destruye cada día. Y desatando toda esa barbarie tampoco tiene futuro. Por eso al capital no le queda otra opción que la destrucción total de todo lo humano, todo lo inteligente, todo lo racional.
Si quieres escapar no puedes. Pero es que no puedes siquiera pensar en escapar.
Este es el capitalismo realmente existente. Y solo tienes dos opciones: lo destruyes o te sometes.
Elige. ¿Ya lo tienes claro? Espero que hayas elegido destruirlo. Porque en caso contrario quien será objeto de destrucción inmediata eres tú.
No te hagas ilusiones, eso sería una estupidez. Que, además, pagarías muy caro.
El capitalismo se quitó, en este 2024, la escasa careta que le podía quedar. Pero, además, el 20E llega Trump al poder total. Ya lo sabes. Es la guinda del pastel.
Entonces hay que arremangarse. Porque la pelea va a ser muy dura, y de poco te va a servir todo lo que hiciste hasta hoy, todo lo que sabes hasta hoy.
Eso ya corresponde a otra época, cuando el capitalismo –imperialismo- todavía te dejaba un pequeñito margen de maniobra. Había, todavía, cierta soberanía nacional. Había, todavía, cierto reconocimiento de Derechos Humanos. Había, todavía, ciertos resquicios de libertad, poco, pero había.
Ahora todo eso se acabó, a golpe de miles de toneladas bombas y de drones suicidas por doquier. Los robots militares empiezan su inhumana carnicería.
¿Entonces …….? ¿Vas a seguir esperando en tu comodidad primermundista que esto vaya mejor el próximo año? Candidez sin límites.
Hay que arremangarse.
Hay que elevar la movilización de las masas a un nivel superior de confrontación, a una dimensión de radicalidad inasumible por la dominación imperialista.
Decenas de miles están cayendo con las armas en la mano, bajo las bombas de una tonelada, bajo los misiles guiados. Y caen por ti. No lo dudes, aunque te cueste aceptarlo, porque es una verdad que le resulta incómodo a tu pequeña conciencia.
Mueren bajo una lluvia de balas del sionismo, pero tú no. Tú en tu burbuja, en tu cómoda burbuja bienpensante, volando cometas. Vaya, qué lindo.
¿Qué arriesgas? Vale, piensas que no te toca.
Pues tengo una mala noticia para ti: Si te toca. Nadie escapará.
Y tienes dos opciones. Puedes dar tú el primer paso, elegir ya el momento y preparar tu propia ofensiva, o puedes, ingenuamente, esperar a que vengan a por ti, y te coloquen el cañón dentro de la boca.
No solo es Palestina, o Siria donde los trotskistas bailan de contento junto con la CIA. Ecuador acaba de autorizar la instalación de una base militar a los yankis de Trump en las islas Galápagos. Si, esas superprotegidas ambientalmente porque son una paraíso de la biodiversidad. Pues, eso, base militar yanki en medio de las iguanas. ¿Te queda claro?
10.000 personas se ahogaron en 2024, en su intento desesperado para llegar a Canarias, huyendo del terror del colonialismo en África. ¿Te impresiona?
Todo se mueve, cambia.
La historia nunca se detiene, y tampoco da marcha atrás. Está surgiendo una fuerza nueva, consecuente con estos desarrollos de la lucha de clases internacional. Consecuente con este imperialismo, cuya vanguardia es la genocida entidad sionista de Israel, sus hordas talmúdicas.
Arremangarse significa que tienes que tomar en tus manos todo aquello que sirva para golpear a ese enemigo universal. Significa que tienes que organizar a miles, a millones, en una lucha sin cuartel contra el genocidio, y los crímenes, y las violencias, y las violaciones de todos los días. Que esos bárbaros imperialistas no tengan ni un segundo de resuello. Que debajo de los escombros se levanten todas las manos para golpear, golpear y golpear hasta destruir sus sofisticadas fortalezas protegidas con IA. Que salgan de los túneles quienes vieron morir a sus familiares quemados vivos, a sus hospitales bombardeados, y que ahora llegan con nuevas fuerzas para ultimar a los asesinos en una justicia vengadora imparable.
Fuerzas nuevas que se corresponden con la necesaria respuesta a la violencia infinita de los agentes imperialistas. Netanyahu, Smotrich, Ben Gavir, Gallant. Pero también Biden-Trump, Scholz, Macrón, Sánchez, Feijóo, Puigdemont. Es una cuestión de dialéctica. Acción- Reacción.
Cambio cuantitativo, cambio cuantitativo, ……., CAMBIO CUALITATIVO. Estamos justo en ese momento. Espabila, que por ahora no te enteras. Reacciona.
Es el momento de arrasar con todos los consensos legitimadores de la barbarie. Esa es nuestra tarea. Manos a la obra. ¡Que no quede nada en pie!
Hace falta mucha fuerza. Fuerza organizada y disciplinada. Fuerza determinada a vencer, sin miedos, sin límites. Solo lucha directa y victoria. Partido.
¿Cómo?
Hay que romper los límites de lo que la dictadura del capital permite hacer. Espartaquistas, claro. Bolcheviques, más.
Golpea sus consensos, su sentido común, su democracia de papelitos, su orden mundial de guerra y expolio, su OTAN y sus uniformados de diseño, su alienada culturilla, sus bancos y sus compañías de seguros, su orden laboral de explotación, sus opresiones varias y diversas, sus desigualdades, …. Hazlo con todo lo que puedas, con todo lo que encuentres, con todo.
Hay que construir un Eje de la Resistencia de dimensión mundial. Con todos los medios de lucha, con todas las armas a nuestro alcance.
A mí, solo me mataréis: volveré y seré millones (Tupac Katari). Nuestra fuerza es infinita frente a toda su sofisticada maquinaria de guerra que convertiremos en chatarra.
Antifascistas, antirracistas, anticolonialistas. Todo ello condensado en antiimperialistas. Anticapitalistas.
Poder obrero y revolución socialista.
Empezar una época nueva para la Humanidad, con las fuerzas productivas altamente desarrolladas en manos de la mayoría social, elevando las condiciones de vida y la armonía con la naturaleza a cotas nunca antes conocidas. A cotas imposibles dentro del bárbaro sistema capitalista mundial.
Entonces sí será posible la paz.
El comunismo será, entre otras cosas,
Una aspirina del tamaño del sol. (R. Dalton)
C. Suárez