Una plantilla que está compuesta mayoritariamente por mano de obra migrante lleva años denunciando unas condiciones laborales infrahumanas que, desde la apertura de la planta en la localidad de Binéfar (Huesca) solo han hecho recrudecer cada año más y más para beneficio de la familia Pini, en detrimento de las condiciones laborales de estos trabajadores y trabajadoras migrantes. El macromatadero es el mayor de Europa, con una plantilla de más de 1600 trabajadores y trabajadoras y donde se sacrifican diariamente unos 25.000 cerdos; suponiendo esto unas ganancias para la familia Pini de unos 500 millones de euros al año.
La huelga va a ser convocada por el sindicato CNT para los días 10, 11, 12 y 13 de diciembre.
El incumplimiento sistemático de los derechos laborales de éstos trabajadores y trabajadoras ha sido el detonante para decir ya basta. Años de denuncias a la Inspección de Trabajo, incumplimiento constante de la normativa sobre horas extras, vacaciones y descansos, constante chorro de despidos y sanciones incluso estando en baja laboral, numerosos accidentes de trabajo, no tener permiso ni para poder ir al baño, constantes vejaciones creando un ambiente de miedo y represión, etc, por numerar algunas de las cuestiones que ahí dentro suceden. Este pisoteo constante culminaba con explosiones de rabia por parte de la plantilla que, con gran hartazgo, en varias ocasiones anteriores hizo que los trabajadores dejaran sus herramientas de trabajo y parasen la producción. Estos días, la contínua sobreexplotación culmina en estos días de lucha por la dignidad y humanidad en sus puestos de trabajo.
Con un seguimiento masivo por parte de la plantilla a pesar de las coacciones de la empresa llamando directamente a trabajadores para amedrentarlos y que acudan a sus puestos de trabajo, la lucha por la dignidad y humanidad de estos trabajadores y trabajadoras ha superado al miedo que podría inducir la empresa. Muestra de ello ha sido la buena labor de los piquetes y el comité de huelga, los cuales con gran determinación lograban parar varios de los autobuses que se dirigían al centro de trabajo y se unieran junto a sus compañeros de los piquetes. Pese a las informaciones de la empresa de que la faena se realiza con normalidad, la realidad es que ha habido una alta participación, con un seguimiento que ronda al 70 %, llegando hasta el 85 %, lo que solo demuestra el auténtico rechazo de una plantilla agotada por las condiciones impuestas por la empresa todos estos años.
Los trabajadores de Litera Meat exigen una serie de mejoras que garanticen unas condiciones de trabajo dignas, por ello entre sus principales reivindicaciones están las de reducir el ritmo de la cadena de producción, derecho a poder acceder al servicio cuando cualquier trabajador o trabajadora tenga necesidad de hacer uso, la mejora de los EPIs y ropa de trabajo, así como poder tener las herramientas de trabajo en buenas condiciones de uso para evitar accidentes. A su vez denuncian las represalias que han sufrido diferentes trabajadores y exigen tanto la retirada de sanciones de empleo y sueldo impuestas, como la readmisión de compañeros y compañeras despedidas.
Éste conflicto se diferencia de otros porque rompe con la tradicional forma de proceder en la que es el Comité de Empresa quien convoca o lidera la huelga y en este caso es el sindicato CNT quien se ha puesto al frente. CCOO y UGT, ajenos totalmente a la mayoría de las reivindicaciones pedidas durante estos años por la plantilla y con mayoría en el comité de empresa se desmarcan totalmente de la huelga mediante sendos comunicados lanzados por estos sindicatos, un hecho que dada la situación los hace consciente o inconscientemente colocarse al lado de la empresa.
Arturo M.