El estado español no va a ver modificada su estructura fundamentada en la monarquía y la centralización de la economía. La operación de Pedro Sánchez trata de asimilar los objetivos políticos de la burguesía catalana como una supuesta federalización del Estado. Un engaño.
El PP rabiando por su integrismo centralista franquista.
Es decir, la clase obrera y demás capas populares seguiremos siendo explotados por la burguesía y regalando otra gran parte de los beneficios de nuestro trabajo a la monarquía.
Como ya es costumbre, los medios de comunicación hacen eco de la disconformidad del PP con las nuevas propuestas de Pedro Sánchez para la financiación pública. En cuanto a las comunidades autónomas, se defiende el PSOE criticando la gestión del PP en donde gobierna, por lucrarse con el dinero público concentrando las concesiones en un grupo de empresas de allegados.
En Catalunya no va a suceder más que lo mismo, como en el resto de comunidades autónomas, tengan una nacionalidad propia más o menos desarrollada o reprimida por la española. El pacto realizado entre ERC y PSOE para la investidura de Illa como President de la Generalitat sólo sirvió para asegurar que la facción de la burguesía que empezó a ampliar su capacidad de lucrarse a costa de concesiones públicas, lo pueda seguir haciendo. A esto le llaman “nuevo sistema de financiación singular para Cataluña”.
Este pacto no beneficiará tanto seguramente a otra parte de la burguesía que irá perdiendo su poder económico o dejará de lado el sentimiento nacional para actualizar sus contactos en la administración pública y continuar expoliando las arcas de los beneficios de nuestro trabajo. Sólo que ahora habrá más actores que querrán parte del pastel.
Ya lo hemos visto en otras ocasiones, como en el Ayuntamiento de Barcelona, que con el cambio de color político en el Gobierno, el dinero pasaba de unas manos a otras, pues ahora en Catalunya en general, las empresas allegadas que se podrán lucrar del dinero público lo serán más del PSC que de Junts o del PSOE que del PP en el resto del estado.
Ya hace tiempo que se sabe que el Partido Socialista Obrero Español ni es socialista ni es obrero y que “los mismos perros son con distinto collar” los partidos que siempre gobiernan en el bipartidismo que parece que tampoco nadie cuestiona.
El estado monárquico-burgués español fundamentado en los más rancios principios del imperialismo colonialista y de la dictadura franquista está tratando de apuntalar sus pies de barro para sostenerse por más tiempo. La modernización de su estructura sólo lo acerca a los estados imperialistas del siglo XXI.
No tenemos a la vista cambios ni políticos ni económicos que cuestionen nuestra participación en la escalada de guerra y destrucción a la que se está llevando al Planeta. Se nos dispone la atención hacia el poco dinero público que puede gestionar el Gobierno mientras con el dinero de nuestro trabajo siguen financiando países en guerra para que pueda continuar la barbarie y vendiendo todo tipo de material militar al mejor postor.
Falta que estas ideas se pongan en común colectivamente, que tomemos conciencia de que para cambiar la estructura del Estado a nuestro favor, tenemos que organizarnos las mayorías explotadas y oprimidas con el objetivo de construir el poder popular que pueda substituir los viejos mimbres por otros fundamentados en el humanismo y la solidaridad internacionalista.
Y este camino, ni fácil ni suave de transitar, que más bien exigirá duros esfuerzos y trabajo, no podremos emprenderlo si seguimos atendiendo a los cantos de sirena que pretenden distraernos mientras pasa el tiempo y el capitalismo avanza en su tránsito hacia la destrucción y la barbarie.
Gloria Marrugat