La lucha del pueblo saharaui por su independencia, como en su momento fue la del resto de los pueblos del continente africano, solo puede terminar en la victoria.

Son muchos los cambios que se han dado en la escena internacional desde aquel mes de mayo de 1973, en el que el Frente POLISARIO iniciara sus primeras acciones, todavía bajo ocupación española y con la mascarada de “provincia española”. En esos tiempos se desarrollaba con una enorme potencialidad política un amplio proceso independentista en muchos países, especialmente, en África.

La existencia del bloque socialista en el Este europeo tenía un papel determinante en esos cambios que, a la vista de los acontecimientos de estos últimos años, dieron como resultado lo que podríamos llamar su primera independencia.

Las antiguas metrópolis, ante el impulso libertador de esos pueblos, reconvirtieron su rancio sistema colonial en una nueva dominación imperialista con apariencia de soberanía. Particularmente Francia, con su franco CFA, mantuvo, y mantiene aún, un continuado expolio de esos países independientes. Se destacan últimamente los ejemplos de la extracción del uranio para la electricidad nuclear y la del oro para sus reservas centrales, pero es mucho más que eso.

CINCUENTA AÑOS DE LUCHA

Cincuenta años manteniendo la lucha por la independencia confirman al pueblo saharaui como un proyecto político sólido, que se enfrenta a una de las dictaduras más crueles como fuerza ocupante. Asesinatos, desapariciones, torturas y cualquier forma de violencia y violación, forman parte de las prácticas marroquíes, que aceptan y toleran tanto la antigua metrópolis española como la UE.

La República Árabe Saharaui (RASD) tiene un alto reconocimiento internacional y es miembro de pleno derecho de la UA (antes OUA). El trabajo internacional del FPOLISARIO ha sido muy destacado, y es uno de los ejes importantes de su lucha por la independencia. En la ONU, en la IV Comisión, se mantiene viva la calificación del Sáhara Occidental como territorio no autónomo. Y en Europa se realiza un continuado trabajo institucional que se expresa en la EUCOCO (Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui), que ha sesionado ya en 47 ocasiones. Y también la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental (JUPADHEU) con un papel muy activo en esta materia.

En noviembre de 2020 el Frente POLISARIO da por roto el alto el fuego, que durante treinta años había mantenido para facilitar la celebración del referéndum de autodeterminación. La guerra entre la RASD y Marruecos se mantiene activa hasta hoy.

CAMBIOS GEOPOLÍTICOS MUNDIALES

La actual lucha del pueblo saharaui se desarrolla entre dos tendencias determinantes, que condicionan el desarrollo de su proyecto de liberación nacional.

Por un lado las antiguas potencias coloniales, situadas en el eje anglosajón, la UE, y la alianza de estos con el sionismo, siguen una deriva de violento ejercicio de su dictadura de clase, con la guerra como recurso necesario. Ello se expresa a partir del mensaje de Trump, diciembre 2020, y los posteriores alineamientos de sus lacayos en los años siguientes. España, 2022, y Francia, 2024, de forma destacada.

Por otro lado se da una reactivación de lo que podríamos llamar un proceso de segundas independencias, protagonizado de forma destacada por Mali, Níger y Burkina Faso, pero que con diferentes ritmos se va dando en otros pueblos del continente. Este proceso se da en el contexto de cambios muy profundos en la lucha de clases mundial, con la aparición de nuevas potencias que van configurando un nuevo orden mundial (BRICS, ASEAN, OCS, etc.), frente a la decadencia acusada de las viejas potencias coloniales.

Es decir, ahora la lucha por la autodeterminación y la independencia del pueblo saharaui se da en un contexto en el que se han producido cambios internacionales muy profundos. En el último año se añade, con particular impacto, la lucha armada del pueblo palestino por la expulsión del ocupante. Y el genocidio sionista que hoy es socio destacado de la monarquía marroquí.

NUEVO REPARTO DEL MUNDO

La zona del Sáhara Occidental condensa, en gran medida, las principales tensiones de la escena mundial. Su ribera atlántica que se ha convertido en un factor cualitativo determinante.

Los medios del sistema recurren a disfrazar esta cuestión con lo que llaman “el problema migratorio”, pero que en realidad son las conexiones económicas (extracción y comercio), así como la plataforma logística que necesita la guerra global del eje anglosajón-sionista. En la cumbre de Washington Pedro Sánchez pide la intervención de la OTAN en la zona.

Entonces la lucha por la independencia del pueblo saharaui, aunque se dé directamente contra la potencia ocupante marroquí, en realidad es –más que nada- una lucha por la independencia contra el eje anglosajón-sionista. Que es el eje que trata de mantener el viejo orden mundial colonialista y racista, en oposición al otro orden mundial que construyen las potencias alternativas.

Quedan definidas, así, las posiciones de quienes se alinean contra la independencia del Sáhara Occidental, apoyando la tesis expansionista del Gran Marruecos, y de la violación del derecho a la libre autodeterminación saharaui, hasta hoy defendido por NN.UU. En lo concreto la RASD se tendrá que pensar su pertenencia a la Internacional Socialista, en la medida que es un ente sometido a la geopolítica del eje anglosajón-sionista, y de ahí ya poca cosa podrá obtener a su favor.

Estos importantes cambios geopolíticos definen, también, un nuevo bloque de alianzas.

Esas nuevas alianzas, que en parte dan continuidad a alianzas de la fase anterior, adquieren una nueva dimensión e incorporan a sujetos políticos que hoy intervienen a la ofensiva en la nueva configuración de la lucha por la soberanía e independencia de los pueblos africanos. Así Sudáfrica, con un creciente prestigio internacional por su intervención ante la CIJ en el caso de Palestina, y Argelia, que siempre ha sido el aliado más sólido, se posicionan junto con Rusia y China como sujetos más determinantes en el actual camino hacia la independencia saharaui, junto a otros actores menos destacados, pero igualmente importantes para que la RASD cuente en esta etapa con un amplio apoyo internacional a su lucha de liberación.

En estas claves hay que interpretar el más reciente cambio de posición de la metrópoli francesa. Y no será extraño que otros en esta misma esfera política lo hagan en el próximo período.

El Gobierno español (Las maniobras navales de Marruecos se realizan en aguas alejadas de Canarias. Albares), este de Sánchez o cualquier otro posible dentro de la monarquía de los Borbones, se someterá siempre a los dictados del eje anglosajón-sionista y, cualquiera de ellos dejará al pueblo canario vendido a esta alianza internacional de la barbarie. Es el mismo Atlántico saharaui. Tenemos lucha.

El camino de la liberación nacional termina el día de la victoria.

C. Suárez

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