Mientras se suceden los retrocesos a nivel mundial entorno a derecho del aborto se da la extraña circunstancia de que en Francia blindan en su constitución como libertad la interrupción del embarazo, recordemos que en el país galo gobierna la Derecha de Macron, esta noticia aunque alentadora, es mejor eso a que se restrinja el derecho como en EE.UU., tiene su miga porque incluyen la libertad de abortar pero no blindan el ejercicio del tal derecho.
En realidad es lo habitual en las Constituciones burguesas... se reflejan multitud de derechos, al trabajo, la vivienda o la educación pero no se articula su verdadero ejercicio.
Por ejemplo en el estado español se permite interrumpir voluntariamente el embarazo, aunque como ya hemos denunciado en numerosas ocasiones, la mayoría de interrupciones voluntarias se realizan en la sanidad privada aunque la nueva ley obliga a que sea en la pública, el derecho a elegir de las mujeres sobre su propio cuerpo sigue estando controlado por el poder ya sea estatal y sobre todo autonómico, que gestionan la sanidad y donde depende de la ideología del Partido gobernante y sus alianzas se restringe ejercer el derecho. Además sigue siendo un tabú, no se contempla como algo privado y respetable sin como algo oscuro, algo de lo que una tiene que avergonzarse, algo que no contar como si no fuese un proceso natural y consciente.
Todo este tema se mezcla en un totum revolutum con el descenso de la natalidad y el posible descenso por tanto de población española, pero española de verdad, no la migrante que son de segunda o tercera categoría depende del color de su piel, aunque ganen medallas y campeonatos. Este descenso del número de infantes que nacen preocupa y hay quien lo relaciona exclusivamente con el egoísmo de las mujeres y el aborto, ya plantean una vez más dar información y ayudas a las mujeres para que opten por no abortar y si no hacen caso pues se va por fuera de las clínicas a acosarla.
Recientemente también el supremo ha sentenciado que acosar a las mujeres por fuera de las clínicas que practican el IVE es delito, frente a la pretensión de la ultra derecha que se considerara ejercicio de la libertad de expresión.
Una vez tras otra el debate sobre el cuerpo de las mujeres no pertenece a cada mujer que pudiera decidir si tener hijas o no, o cuantos hijos querría tener o sencillamente que no quiere ser madre nunca.
Siendo una decisión para pensar y recapacitar, y muy relacionada con tu posición social, tus recursos y el modo de vida elegido que cambia la vida a ti, a tu familia y a tu entorno social y laboral, es tomada cada vez por más mujeres con mucha reflexión, siendo la realidad que o decidimos tener una o ningún descendiente.
Relacionar en cualquier caso modos de vida o actitudes psicológicas a lo que se ve como un problema pero en realidad no lo es, la baja natalidad, no solo es erróneo sino tendencioso porque las mujeres deciden no tener hijas o hijos mayoritariamente porque sus condiciones económicas y sociales no se los permite y porque la política educativa y de cuidados en esta sociedad patriarcal está privatizada por dos vías, por un lado hay que pagar todo los trabajos de cuidados externos, guarderías, ampliación horario colegios, y otros recurso necesarios para la crianza y por otro por las mujeres estamos atadas al cuidado gratuito que realizamos en el entorno familiar y en los primeros años de crianza es en ocasiones insoportable.
Es necesario un cambio de conciencia, de modelo y de sociedad en la que el cuidado tenga infraestructuras públicas suficientes y sea parte central de la sociedad, es necesario también que hayan medidas de conciliación laboral y familiar amplias y efectivas y lo más importante, que el cuidado sea compartido. Si no hay hombres corresponsables no habrá igualdad. Si no entendemos que hay que revolucionar el modelo relacional y afectivo, que también es cuidado, (por encima de someterlo a la lógica de la productidad o de la privatización), si el modelo socio económico que construyamos no abandona definitivamente el patriarcado y los roles de género no será de nosotras y para nosotras.
Luchemos por esa revolución de la sociedad en la que abortar sea un derecho total y absoluto, libre y natural. Por una sociedad en la que se eduque y se abogue por la libertad sexual y la educación consciente, de que el cuidado es parte fundamental de la reproducción de la vida y hay que ejercerlo colectivamente, una sociedad en la que las mujeres puedan decidir libremente si quieren se madres o no.
Tatiana Delgado