El pasado mes de mayo, el Gobierno “progresista” de Pedro Sánchez firmaba con EE.UU. un supuesto tratado contra la desinformación y los “bulos”, afirmando que servirá para protegernos de las “amenazas para la seguridad” y para “evitar la desinformación”.
En plena escalada bélica de occidente, este es un compromiso más del gobierno de la socialdemocracia con el amo yanki (no había más que ver el énfasis y la cara con la que agitaba su mano el sumiso Albares), para seguir agudizando la dictadura informativa, donde el derecho a la información debe someterse a la visión del mundo bajo los intereses de los grandes monopolios capitalistas, representados por EE.UU.-Reino Unido y UE y aliados. Es el imperialismo en guerra multidimensional contra la humanidad.
Y la realidad es que, puesto que por otras vías no pueden vencer, son ellos quienes llevan la guerra a cada rincón del planeta para mantener su decadente hegemonía, dedicando horas y horas de propaganda ideológica cada día, para legitimar su violencia contra los pueblos del mundo y contra cualquier resistencia organizada.
Aunque en el Reino de España la censura es un método nada novedoso, pues ya hicieron lo mismo con el diario vasco Egunkaria, demostrándose años más tarde, cuando habían conseguido el objetivo de exterminarlo, que no había infracción alguna; partimos de los hechos ya consolidados de la ilegalización de medios de comunicación rusos en los países del centro imperialista, como Rusia Today, Ria Novosti y varios más, tras la guerra de la OTAN impuesta en Ucrania.
Es una constante guerra ideológica dirigida hacia el pueblo trabajador del mundo y de los países del centro imperialista en concreto, para legitimar sus métodos cada vez más violentos. Así, respecto al enorme grado de violencia y guerra mundial, consiguen mantener un alto nivel de desmovilización general, a pesar de continuar con la guerra contra Rusia, llevar a cabo el genocidio en Palestina equiparando al verdugo y al agredido, manteniendo durante más de 60 años un bloqueo criminal contra el pueblo cubano y su dirección revolucionaria, asegurando el caos y la guerra permanente en numerosos países africanos, para extraer sus recursos, alimentando la inestabilidad en el Mar de China, etc.
Pero no podrán negar la evidencia y torcer la realidad hacia sus intereses de forma eterna. Los pueblos del mundo ya han dicho basta, y han comenzado a andar.
¡Ninguna confianza en el gobierno de la socialdemocracia y sus amos imperialistas!
¡Luchamos contra su guerra ideológica y su escalada belicista. Por la paz, la solidaridad con los pueblos y contra el imperialismo!
Francisco Valverde