A finales del año 2021 la Patronal, CCOO, UGT ratificaban la Reforma Laboral del Gobierno Progresista de la mano de la Ministra de Trabajo Yolanda Diaz. Durante la campaña electoral nos vendieron que iban a derogar la reforma de PP del año 2012. Con esa firma daban por finiquitada las duras luchas laborales de los años 2010 y 2012, que nos llevaron a las últimas huelgas generales convocadas en este país. Pero lo cierto, por desgracia para la clase obrera, es que fueron huelgas generales convocadas sin ganas, sin preparación, sin asambleas en las empresas ni plan de continuidad. Convocaron huelga porque no quedaba más remedio pero no echaron la carne en el asador, estaban esperando un acuerdo, la legitimación social como interlocutores y eso se lo dio el Gobierno Progresista y la falsa derogación.

Las reformas laborales del PSOE y del PP en el 2010 y 2012 redujeron la indemnización por despido de 45 a 33 días con un máximo de 24 mensualidades en lugar de las 42 que habían. Desaparecieron los salarios de tramitación, facilitaba la modificación de las condiciones laborales y flexibilizaba la movilidad. Permitía el descuelgue salarial y la inaplicación de materias del convenio…..Todo esto no se tocó en la llamada derogación de la Reforma Laboral, y todo ello fue firmado por el Gobierno, UGT, CCOO y la Patronal, asumiendo desde ese momento el texto como suyo.

Pero el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa en el año 2022 estableció ante reclamaciones de los sindicatos Franceses, Italianos y Finlandeses, que las indemnizaciones por despido tenían que ser disuasorias para las empresas al tiempo que deben proteger a los trabajadores despedidos.

Cuando UGT comprobó lo que decían en Europa no tardó en reclamar lo que acababa de firmar a bombo y platillo con el Gobierno en Diciembre del 2021, dejando en manos de Europa lo que deberíamos haber conseguido si de verdad se hubieran derogado las reformas. Viendo lo que se les venía encima, CCOO también reclamó en Europa, sumándose a su colega de recortes laborales.

Ese mismo verano del año 2022, la Ministra de trabajo ya dejaba caer que había que reformar la indemnización por despido, la misma que no quiso tocar con su Reforma. Y lo hacía no por convencimiento propio, sino porque conocía la postura del Comité Europeo de derechos sociales y también era conocedora de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que avalaba indemnizar con más de 33 días a una trabajadora, reconociendo que hay que ir más allá cuando una compensación es "claramente insignificante" y no resarce el daño causado al trabajador. El aspecto más novedoso fue abonarle una indemnización adicional al entender que la compensación, "es claramente insignificante" y "no compensa el daño producido por la pérdida del puesto de trabajo, ni tiene efecto disuasorio para la empresa.

Pero ni Gobierno, ni Patronal ni UGT/CCOO quisieron DEROGAR LA REFORMA, la quisieron consolidar, eliminando cualquier atisbo de movilización contra ella. Por eso el Gobierno se persono junto con la Patronal ante el Comité Europeo de Derechos Sociales haciendo frente común en la defensa de las indemnizaciones pactadas en España con los Sindicatos.

Si UGT y CCOO hubiesen querido derogar las reformas, hubiésemos seguido con movilizaciones, o ¿quieren recuperar los salarios de tramitación? que deberían pagar las empresas entre la fecha del despido y la resolución judicial (en muchas ocasiones, sobre todo para las personas con poca antigüedad es mayor que la misma indemnización) y ¿que ocurre con los descuelgues salariales permitidos por la reforma? De eso nada se dice y nada se hace. De aquella derogación, su gran éxito fue la eliminación de la precariedad, hoy tres años después, nos encontramos nuevamente con que la precariedad afecta al 80% de los nuevos contratos laborales, además de tener un periodo de prueba más amplio donde el despido en gratis.

Lo dicho, el cinismo de los sindicatos del sistema les lleva a decir una cosa y hacer la contraria, firmar la reforma y reclamarla, o firmar convenios por debajo del SMI. Lo comprobaremos sin duda en sus discursos del Primero de Mayo Necesitamos con urgencia recuperar el Sindicalismo comprometido, el de Clase y Combativo. Viva la lucha de la Clase Obrera.

Vicente Alcaraz

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