Sabemos que organizar y movilizar a la clase trabajadora y a los sectores populares de nuestra tierra nunca es tarea fácil. Si además hay que hacerlo en un municipio pequeño, de unos 25.000 habitantes donde gobierna el alcalde más votado de todo el estado español1 , entonces la cosa se complica.

Hablamos de Gáldar, municipio del noroeste de la isla de Gran Canaria cuyo ayuntamiento dio a conocer a finales de 2023 la intención de privatizar la gestión de la residencia de mayores del municipio. La plantilla y parte de los familiares y vecinos afectados se oponen a una privatización que el ayuntamiento justifica como un modelo nuevo de gestión que evitaría la problemática que actualmente generan las bajas del personal. Además de usar un argumento falso que criminaliza a la plantilla, se olvida el grupo de gobierno que las trabajadoras (la mayoría son mujeres) han presentado propuestas concretas de mejora en la gestión de las bajas que el ayuntamiento rápidamente ha descartado2.

La treintena de trabajadoras que cuida alrededor de 48 personas, conocedora del empeoramiento de sus condiciones laborales y de la calidad asistencial que significaría la llegada de una empresa privada, como gestora de la residencia “Genoveva Pérez”, se ha puesto manos a la obra y está organizando una gran manifestación, el sábado 9 de marzo, para detener este atropello.

En una zona donde se ha desmantelado buena parte de la organización vecinal y social de antaño, toca hacer trabajo de hormiga y convocar una por una, teléfono en mano, a personas particulares y a colectivos sensibles para que acudan a asambleas donde explicar lo que está pasando y que permitan incorporar alrededor de la plantilla a toda una masa crítica que entienda que esta lucha tan local y particular es también una lucha general en contra de la privatización de los servicios públicos. En contra de un sistema capitalista que coloca en el punto de mira todo lo público: los sistemas públicos de salud, el sistema público de pensiones, bomberos, residencias de mayores y centros de día, bancos de sangre, ambulancias, etc.

El reto de la plantilla es gigante. El sindicato debe emplearse a fondo y acumular aprendizajes porque en caso de ganar, la sombra de la privatización volverá a la carga tarde o temprano. La política de alianzas es clave a la hora de acumular fuerzas para parar la privatización. No solo juega su papel la débil oposición política que hay en el ayuntamiento que deberá colocar esta reivindicación en los plenos y dar cabida a las demandas de la plantilla, sino que es fundamental aquí el rol de las organizaciones con un grado de conciencia más avanzado favoreciendo la incorporación de más actores en este proceso (decenas de asociaciones de vecinos, asociaciones culturales, deportivas y sociales, etc) teniendo en cuenta que hablamos de un municipio donde el apoyo al alcalde es muy grande.

Es importante que a raíz de este episodio se cree una base de trabajo y de estructura para las futuras luchas y reivindicaciones sociales y laborales que están por llegar. Un espacio donde analizar los errores y los éxitos de cada lucha, garantizando su continuidad; elevar el nivel de conciencia y de organización para preparar la siguiente; informar a los compañeros de las luchas en otros lugares y reforzar la solidaridad con ellas. Y sobre todo, trabajar por que los compañeros y compañeras sean conscientes de los límites inevitables de la lucha sindical y que vean la necesidad insoslayable de organizarse para la toma del poder político por la clase obrera3


[1] https://www.eldiario.es/canariasahora/politica/teodoro-sosa-alcalde-votado-espana-elige-gente-ideologias_1_10340565.html

[2] https://rtvc.es/privatizacion-de-la-residencia-de-mayores-de-galdar/

[3] Extracto de la Resolución del I Encuentro estatal de Movimiento Obrero https://pcpe.es/resolucion-comunicado-del-i-encuentro-estatal-de-movimiento-obrero/

Javi Delgado

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