A los comunistas se nos acusa de mezclarlo todo, o sea, que si hablamos de fútbol hablamos de política, que si hablamos de historia hablamos de política, que si hablamos de la guerra, hablamos de política. Como  si las distintas facetas de la vida pudieran separarse de lo que es la historia propia.

Así, que como de cualquier manera nos van a acusar, vamos a hacer una buena mezcla.

La burguesía, los capos del capital, siempre han puesto a sus perros de la guerra en marcha cuando la cosa se les complica.

En la Segunda Guerra Mundial azuzaron el fascismo y el nazismo y hasta el franquismo (por ponerle otro nombre al fascismo en Españistán). Los crímenes nazis salieron a la luz, quizás porque la URSS los derrotó porque hasta el momento de la derrota había negacionistas, negacionistas que llegan hasta hoy (ahí tenemos a los Milei, las Ayuso y los Abascales de turno). Ah! Y  terraplanistas,  seguidores de las estelas de aviones,  antivacuna, y quienes  creen que Rambo ganó la guerra de Afganistán con el apoyo de los mujaidines, por entonces, luchadores por la libertad.

¿Qué habría pasado si la URSS no hubiese derrotado a la Alemania nazi? Pues posiblemente las muertes del holocausto no existirían y los millones de asesinatos y torturas tampoco. Especialmente significación tuvieron los seguidores de Stepan Bandera (el héroe de Ucrania que ahora se adora en todas las calles y colegios), que llegaron a escandalizar a otros miembros de las SS, porque no se olvide que ellos integraban la división SS Galitzia.

Los asesinatos en masa continuaron en Japón y Corea, que digo yo, que si hubiese ganado EE.UU. tampoco nos habríamos enterado, y siguieron en Vietnam y todo el sudeste asiático y en Argelia y en toda África y en Palestina y todo Oriente Medio y en Chile y en toda América.

Existía por entonces el llamado Bloque del Este, los países socialistas, y parece que mantener las cosas calladas era más difícil, sólo tenían prensa, radio y televisión para mentir…pero ahora tienen la red de redes y ahí la mentira es anónima y barata de producir.

Los excesos de los militares continuaron con los soldados de fortuna, que no son nuevos, en el Congo eran un auténtico ejército, continuaron simulando que defendían la LIBERTAD de explotar a los pobres africanitos y a los chinitos y a los panchitos. Ahí siguen. Después vinieron los de Al Qaeda y el ISIS y todos esos ejércitos de mercenarios que lo mismo están en Irak, que en Libia, que en Siria, curiosamente nunca en “Israel”, pero claro es que la seguridad del ente sionista es muy buena y no los dejan entrar (entiéndase el sarcasmo, por favor), no como en EE.UU. que les robaron dos aviones comerciales y los estrellaron contra las Torres Gemelas.

Si algo caracteriza a estos perros del capital es ser sanguinarios, no tener ningún límite ni norma, y ahí está también el Ejército de la entidad sionista  Israelí. Las tropelías en Gaza superan a las cometidas por los nazis, y se quedan a la altura de las carnicerías cometidas por el ISIS (seguro que alguno piensa que son lo mismo). Palestina, sin ejército, invadida y ocupada  por la decisión de la Europa colonialista fue objeto de una nueva colonización: la creación del Estado de Israel sobre su territorio. Nadie preguntó a los palestinos que vivían allí, sólo se les expulsó, después de años de historia, les quitaron sus tierras para compensar los crímenes de los perros del capital en Europa.

Y a fecha de hoy, con denuncias en la Corte Penal Internacional, en el Tribunal Penal de Naciones Unidas y donde sea (parece que el juez Castellón se ha inhibido, esta vez), se lo pasan por la entrepierna. Siguen asesinando de la forma más brutal y descarnada a civiles indefensos, la mayoría niños.

¿Alguien se imagina que estos crímenes los hubiese cometido Rusia en Ucrania? Se inventaron el caso de Bucha, que según se ve fue un montaje, puesto que no hubo denuncias ni participación de organizaciones internacionales, ni nada. Sólo la actriz de guiones serie B americana, la tal Von der Leyen y el perrito faldero de la misma, el Burrell y los de siempre, el tal Boris Johnson y algún payaso más. Aquello olía a montaje de los Cascos Blancos, esos mismos que filmaban los supuestos atentados del  gobierno sirio contra su pueblo, y cuya única cabeza visible es un señor que vive en Reino Unido y que había pertenecido al servicio secreto inglés (una casualidad como cualquier otra).

Y ahí entra nuestro pijo progresismo patrio: Mientras se dilucida si se va a votar a favor de romper relaciones diplomáticas con Israel (un estado genocida con pruebas fehacientes de tal genocidio), el  Sr. Sánchez ha impulsado la votación pero se ve que sus jefes le han dicho que se relaje, al igual que a la Sra. Díaz, que ha dado libertad a los diputados de su partido para votar a favor o en contra de la ruptura de relaciones diplomáticas.

En cualquier caso, la solución que la socialdemocracia y los reformistas proponen es volver a las fronteras de 1967, como si no le hubiesen robado ya bastante en 1948. Es obvio que el colonialismo europeo se sigue creyendo el centro del mundo y que sus decisiones (de la mal llamada comunidad internacional) tienen que ser respetadas por todos. Ay, cómo me acuerdo de Don Fernando Fernán Gómez o de Hugo Chávez: ¡ váyanse a la mierda!

Pero ahí sigue la hipocresía del gobierno más progresista de la historia apoyado en el asunto y  sin fisuras por  los palmeros del PP y Vox . Por un lado hago votaciones y por otro envío barcos a Oriente Medio, por un lado quiero la paz en Europa y por otra envió armas a los nazis ucranianos.

No están solos, los lobbys judío-sionistas (no confundir con los que profesan la religión judía) aprietan de lo suyo y por otra un sector de fanáticos que hasta ahora se han pasado por alto en el conflicto: los evangelistas.

Los sionistas han pedido al gobierno de Sánchez medidas tangibles contra el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Ya no es Hamas, es cualquiera que le haga frente a estos criminales.

Los evangélicos, por su lado (este lobby de pastores y borregos tiene dinero para superar a los judío sionistas)  aprietan las clavijas en las entrañas del Imperio, que posteriormente es quien da las órdenes a todos los presidentes europeos, y más al decrépito de la Casa Blanca. Además apoyan la conquista de la tierra Santa. “Los cristianos evangélicos son poderosos en sus países y aman a Israel….”(Fundación aliados de Israel).

Pues eso, que como buenos comunistas, lo hemos mezclado todo y ahora tenemos un cóctel cuyo hilo conductor es única y exclusivamente el capital. Obedezca señor Sánchez, no se salga de las normas que le imponen sus amos.

O nos despertamos o los próximos somos nosotros.

Solo el pueblo organizado salva al pueblo.

Juan Luis Corbacho

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