Desde 1917, año en que el General británico Allenby invade Palestina después de derrotar al imperio otomano en la I guerra mundial, el territorio palestino vive en una continua convulsión. Palestina hasta entonces, era territorio que formaba parte del imperio otomano y conectado en su geografía con Siria e Iraq, como parte de la Gran Siria.
Muchos años antes, en 1897, se había creado el Movimiento Sionista en Basilea (Suiza) que aspiraba a crear un estado nación en Palestina, sirviéndose del imperio británico para conseguir sus objetivos. El 2 de Noviembre de 1917, durante la I guerra mundial, y antes de ocupar Oriente Árabe por las fuerzas vencedoras británicas y francesas, el ministro de asuntos exteriores británico, Lord Arthur Balfour, emite su famosa declaración Balfour, donde promete ceder al movimiento sionista la tierra de Palestina para la creación de un estado nación para todos los judíos del mundo. En 1920 se constituye el mandato militar británico que dura hasta 1948, facilitando durante 31 años (1917-1948) la emigración y creación de asentamientos judíos en Palestina, armando y entrenando a sus milicias, creando infraestructuras para facilitar la extensión del futuro estado judío a lo largo y ancho de toda Palestina.
Para entender los motivos de esta operación de gran envergadura, habría que mirar el mapa de Oriente Árabe. Palestina es el enclave que une tres continentes (Asia-Europa-África), limita con Sinaí y el canal de Suez, la vía de comercio vital para occidente y controla toda la costa este del Mediterráneo.
Desde entonces (1917), el colonialismo francés y británico, tienen divididos por fronteras creadas por ellos, toda la geografía de Oriente Árabe. Desde entonces, no hubo ni una sola década que la zona viviera en paz. Los países occidentales, junto a su recién estado colonial creado, no han parado en provocar guerras, masacres y genocidios premeditados, causando hasta la fecha, en guerras directas o guerras provocadas por ellos, la muerte de más de 4 millones de personas, incluyendo la guerra Irán-Iraq, las guerras civiles de Siria con los brazos armados de la CIA e Israel de islamistas-terroristas, las guerras civiles en el Líbano o Jordania, más las distintas guerras expansionistas contra Egipto, Siria y El Líbano del régimen sionista y su recién creado estado criminal de Israel.
He querido introducir dichos datos históricos porque son importantes para entender lo que sucedió antes del 7 Octubre de 2023, para poder explicar las razones profundas del 7 de Octubre. Israel desde su fundación no ha parado de masacrar a los pueblos árabes de la zona, cometiendo en cada guerra, infinitas prácticas de genocidio contra civiles, niños y mujeres incluidos. La necesidad de occidente imperialista de mantener una base militar avanzada en Oriente Árabe, para asegurar el mantenimiento de abastecimiento del gas y el petróleo, más la sed de venganza por la derrota de occidente en Palestina en el siglo XI y el fracaso de sus cruzadas que tenían como objetivo garantizar la ruta de la seda, además de los intereses geoestratégicos antes mencionados, hicieron que fuera necesario la creación de un estado matón en la zona, que garantice la hegemonía de occidente imperialista en esa zona del mundo.
Todo eso, explica la importancia del golpe asestado por la Resistencia Popular del 7 Octubre. Es la primera vez en la historia del conflicto en que la resistencia toma la iniciativa, golpeando todo el sistema de seguridad y de defensa mejor evaluado, preparado y mantenido por occidente imperialista, desmantelando su estructura y su aparato de inteligencia y, humillando a sus mandos militares mejor preparados, llevándoselos como rehenes para un futuro intercambio de prisioneros.
La respuesta de guerra total de genocidio del estado asesino de Israel, con el criminal de guerra de Netanyahu a la cabeza, solo ha podido mostrar en directo y a diario, gracias a las redes sociales y al avance tecnológico en la comunicación, los crímenes de estos psicópatas que llevan décadas cometiéndolos en Palestina. Lo que está ocurriendo ahora, no es solo una respuesta a un acto de resistencia legítima contra una ocupación ilegal y criminal, sino es toda una estrategia del eje de la resistencia para desmantelar este ficticio estado creado por occidente imperialista. Existe una verdadera oportunidad para obtener una victoria final y liberar a Toda Palestina, aunque puede que esta estrategia se lleve a cabo en etapas, lo que sí parece claro, es que se ha armado un plan completo e imparable para la liberación de Toda Palestina, poniendo fin al sueño sionista y a las segundas cruzadas expansionistas de occidente imperialista, utilizando a una minoría religioso-étnica, como carne de cañón en esta ocasión.
Jamal Halawa
Traductor y articulista palestino residente en España