Hace años que Juan Luis Guerra componía esta canción, tan en boga en aquellos lares y que, por obra y arte de un capitalismo cada vez más abocado a su extinción, ya es aplicable también al “jardín europeo”, aunque no uniformemente porque al igual que en la canción, “será porque aquí no hablamos inglés”

Pasearse por los mercados con las manos en los bolsillos es un deporte cruel e insano, los precios de los alimentos se han disparado, no sólo el aceite de oliva, sino todo aquello que puede consumirse, saludable o no.

La tomadura de pelo que ha supuesto la subida del combustible o la electricidad junto con la subida de los tipos de interés, han llevado a nuestro “próceres padres de la patria” a declarar beneficios nunca antes vistos.

Un 31% más de beneficios obtuvieron las eléctricas en 2022 respecto a 2021, habrá que esperar a los resultados de 2023, pero desde ya podemos ver cómo actúa el consejo de administración de la clase dominante (o sea, el gobierno), reduciendo el IVA, con lo que seguimos pagando lo mismo y las eléctricas se “embolsillan” todo lo que pueden.

Lo mismo ocurre con los descuentos de residente que se les otorga beatíficamente a los residentes en Baleares o Canarias, se lo comen las empresas de transportes y sigues pagando una barbaridad para ver a la familia que está fuera de las islas.

Mercadona, como ejemplo de distribuidora de alimentos, ganó un 5% más que en el ejercicio anterior. Al menos es lo declarado, porque sabemos positivamente que los precios de los alimentos subieron muchísimo más.

¿En el maravilloso y maquillado IPC, que expresamente excluye alimentación y energía porque lo consideran muy variables y que afectan demasiado al dichoso índice, se reflejan estas subidas? La respuesta es clara: NO. En el fondo, el IPC refleja la variación de los precios de los diamantes y poco más… lo que usted y yo necesitamos a diario para vivir (sarcasmo).

Por hacer un poco de historia:

  1. El año pasado 2022 la subida de todos los precios de alimentación y carburantes fue brutal. La culpa era de Putin por invadir Ucrania…como no. Hasta nos subieron de forma descarada el aceite de girasol, del que España es exportador y a la que afortunadamente, el malo malísimo de Putin, no ha atacado.
  2. En el año 2023 la subida ha sido del aceite de oliva. Las causas, aún no demasiado claras, deben provenir de Ucrania también…y la culpa de Putin. Otra causa esgrimida fue la baja producción debida al cambio climático, como no, que provocó una subida de precios, aunque el aceite comercializado en 2023 era de la cosecha del año anterior.
  3. Desde hace varios años, el precio liberalizado de la electricidad sube y sube, se ve que la ley de la oferta y la demanda no funciona demasiado bien.
  4. Los precios de los carburantes: exactamente igual y para colmo, ya parece demostrado, que para que los rusos malos no ganen, nuestros socios de la OTAN destruyen el gasoducto y nos condenan a comprar gas norteamericano. El precio medio del barril Brent durante 2023 ha sido de 81.02 $/barril. En julio 2008 se alcanzó el máximo de precio del barril: 143.95$, por entonces el litro de gasolina nos costaba 1.276 €/litro, mientras que en julio 2023 con un precio del barril de 80.11$, pagamos 1.953 €/litro.
  5. El precio del alquiler y venta de viviendas. Las cifras asustan. A 2.027 €/m2, una vivienda de 100 m2 cuesta 202 mil euros. Con un salario medio bruto de 24.000 €, y un neto de aproximadamente 21.000 €, tienes que invertir tu salario completo de 10 años para comprar una vivienda, sin comer, beber, ducharte, desplazarte…. El alquiler medio se va a 674 € pero tan falso como una moneda de 3 €. En las grandes ciudades que es donde más clase obrera se acumula, el precio medio ronda los 950€, sin contar que el alquiler de una sola habitación en un piso compartido ronda los 400€.

Por tanto, frente a las subidas de esa inflación subyacente, la inflación real que afecta a la clase obrera; las grandes centrales sindicales de la paz social y el gobierno pijo progre, han conseguido aumentos del 4% en los convenios. Para que nos hagamos una idea: solo con el aumento del precio de las hipotecas, hay que pagar ahora unos 200€ más por mes que lo que se pagaba el año pasado, y el aumento de los salarios será de unos 70€…no contemos el resto, que no vamos a poder comprar polvorones. Aunque los 70€ igual nos dan para comprar dos garrafas de aceite de oliva…

Para que nos revolquemos en el barro de la mentira, el gobierno de México ha aumentado los salarios un 20% para paliar la inflación que durante 2023 ha sido del 4%

¡Ni UE ni OTAN! ¡Solo el pueblo organizado salva al pueblo!

“El costo de la vida sube otra vez

El peso que baja, ya ni se ve

Y las habichuelas no se pue (de) n comer

Ni una libra de arroz, ni una cuarta (d)e café

A nadie le importa qué piensa usted.

Será porque aquí no hablamos inglés”

Juan Luis Corbacho

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