Cap. 1: La lucha por la creación del Partido Obrero Socialdemócrata en Rusia (1883-1901)
En la década del 80 la jornada de trabajo, en las fábricas y empresas industriales no era nunca inferior a 12 horas y media, y en la industria textil llegaba hasta 14 y 15 horas. El trabajo de la mujer o del niño se explotaba en grandes proporciones. No se tomaba ninguna medida de protección del trabajo, lo que originaba accidentes en masa y constantes muertes de obreros. No se conocía el seguro obrero, y la asistencia médica sólo la obtenía el que pagaba. Los obreros vivían en condiciones horribles.
En 1875 se organizó en Odesa la “Unión de obreros del Sur de Rusia”. Esta organización obrera, la primera de todas, no vivió más que 8 o 9 meses, siendo aniquilada por el gobierno zarista. El Petersburgo se organizó en 1878 la “Unión de obreros rusos del Norte”.
Hasta la aparición de los grupos marxistas la labor revolucionaria, en Rusia, corrió a cargo de los populistas, que eran adversarios del marxismo. El primer grupo marxista ruso se creó en 1883 bajo el nombre “Osvobozhdenie Trudá” (Emancipación del Trabajo) organizado en el extranjero, en Ginebra, por Pléjanov.
Marx y Engels enseñaron que el derrocamiento del poder del capital y la transformación de la propiedad capitalista en propiedad social no pueden realizarse en modo alguno por la vía pacífica, que la clase obrera sólo conseguirá esto mediante la aplicación de la violencia revolucionaria contra la burguesía, por medio de la revolución proletaria, instaurando su dominación política, la dictadura de proletariado, la cual deberá aplastar la resistencia de los explotadores y crear una nueva sociedad, la sociedad comunista sin clases.
Los populistas no comprendían el papel de vanguardia de la clase obrera. Entendían que la fuerza revolucionaria fundamental no era la clase obrera, sino los campesinos.
Con matar individuos sueltos no se derrocaba la autocracia zarista, ni se destruía la clase de los terratenientes.
¿En qué consistían las falsas ideas fundamentales de los populistas, a las que Pléjanov asestó un golpe demoledor?
En primer lugar, los populistas afirmaban que en Rusia el capitalismo era un fenómeno “casual”. En segundo lugar, los populistas no veían en la clase obrera la clase más avanzada de la revolución. En tercer lugar no conocían ni comprendían las leyes que rigen el desarrollo económico y político de la sociedad. Según ellos, la historia no la hacen las clases ni la lucha de clases, sino unas cuantas personalidades ilustres, los “héroes”, detrás de los cuales marcan a ciegas las masas, las “multitudes”, el pueblo.
Pléjanov demostró que, a pesar de la supremacía numérica de los campesinos y del número relativamente reducido de los proletarios, era precisamente en el proletariado y en su desarrollo donde los revolucionarios debían cifrar sus principales esperanzas.
Los populistas afirmaban que en Rusia el socialismo no se realizaría por medio de la dictadura del proletariado, sino a través de la comunidad campesina, en la que ellos veían el germen y la base del socialismo. Pero esta comunidad no era ni podía ser la base ni el germen del socialismo, ya que en ella imperaban los kulaks, los parásitos que explotaban a los campesinos pobres, a los braceros del campo y a los campesinos medios poco pudientes. La comunidad campesina era una forma cómoda para encubrir el predominio de los kulaks y un medio barato puesto en manos del zarismo para la recaudación de las contribuciones, según el principio de la garantía solidaria.