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Editorial Noviembre 2023
Impactados por la barbarie genocida que desata con total impunidad la entidad sionista, en nombre y defensa de la hegemonía global de los EE.UU y sus socios de la OTAN, resulta imposible no considerar la intrascendencia del discurso de tantos y tantos políticos que, pavoneando sus tristes figura por los pasillos del Parlamento español, son la comparsa decadente de estos crímenes que arrebatan la vida a miles de personas (más de 2000 niños, también), que forman parte de una de las culturas más valiosas de la humanidad, que se demuestra en el más directo ejemplo de maravilla de la Alhambra de Granada. Y criminales ellos mismos también por la responsabilidad que supone ser colaboradores necesarios de los mismos, para que hasta hoy el sionismo no pague en ninguna instancia por su genocida barbarie sin límites. No hacen más que mostrar su mediocridad. Seres sin capacidad de decisión, plegados al mandato de sus amos de la UE, la Casa Blanca y la OTAN, que entretienen su bien remunerado tiempo, con palabrería vacía de todo contenido y que, cuando toca mojarse, se sitúan del lado del imperialismo con su siempre bien medida equidistancia o simplemente, aplaudiendo los crímenes de guerra.
Títeres de un teatro que tiene como único objetivo legitimar la barbarie extrema de la dictadura coronada del capital, habiendo renunciado desde siempre a cualquier posición personal que tenga algo que ver con la honestidad y la dignidad, delimita el escenario de la representación de antemano y criminaliza y aísla todas las voces que no se someten a sus designios.
Palestina y Ucrania son dos claros ejemplos de ello. ¿Alguna duda al respecto?
Estos sicarios del capital criminalizan cualquier posición divergente y, pese a las evidencias que debieran hacer saltar por los aires, las conciencias de los sometidos al discurso unívoco de lo que se acepta como correcto, todo se calla, se miente y se manipula.
¿Dónde está el Tribunal Penal Internacional cuando se bombardea población civil en Palestina? ¿Por qué no hay banderas palestinas en los marcadores de los partidos de fútbol? ¿Acaso representantes palestinos se pueden dirigir al Parlamento español?...
Cierto, son preguntas retóricas de las que ya sabemos su respuesta, pero que son más necesarias que nunca para hacer que avance la verdad y derrotar la gran mentira de un Sistema moribundo que, incapaz de encontrar nuevas vías que prolonguen su agonía mediante nuevos procesos de acumulación y expansión del capital, recurre a la violencia generalizada y sin límite, para tratar de sobrevivir a su final histórico.
Éste es un momento crucial para el futuro de la Humanidad y cuando el Imperialismo da sus últimos zarpazos criminales y llena de sangre el Planeta, solo cabe organizarse y luchar para derrotarlo. Un compromiso por la Verdad y la Vida que necesariamente debe ser diverso, pero en el que no caben mentirosos, paniaguados, sectarios y cretinos que brinden con su práctica contrarrevolucionaria nuevas oportunidades al enfermo terminal.
No hay más alternativa que avanzar en la más amplia unidad antiimperialista sobre la base de acuerdos políticos concretos fundamentados tanto en el rechazo a la OTAN, sus guerras y las bases militares, como en la oposición a las sanciones y bloqueos contra los países que defienden su independencia y soberanía. Sin duda, ese es el compromiso del PCPE y para ello vamos a trabajar pertinazmente
Impulsar una movilización continuada y combativa de las más amplias masas, en una gran diversidad de acciones según los medios y las capacidades de cada momento, será el factor determinante que pueda cambiar la correlación de fuerzas frente al imperialismo, y llevar a la clase obrera internacional y a los pueblos a la victoria. Al inicio de la civilización socialista y después, al comunismo.
CRECE LA POBREZA EN ESPAÑA
Según datos de la Red Europea de lucha contra la Pobreza, el 26 % de la población de nuestro país vive en riesgo de pobreza y exclusión social. Situación por la que estas personas, de las que un 32.9 % tienen trabajo remunerado, ¡pero son pobres!, se ven obligadas a destinar el 39.1 % de sus ingresos al pago de la vivienda. Situación agravada entre las mujeres y menores donde estos porcentajes de pobreza estructural todavía son superiores.
Y sin embargo, bajo la dominación ideológica burguesa, en una sociedad individualizada y sin estructuras de resistencia colectivas comunitarias, estos datos no provocan ninguna reacción significativa. Toda familia obrera tiene alguien en esas circunstancias, pero no hay marcos que permitan unir en un esfuerzo colectivo de confrontación social, esa realidad en aumento que afecta a más de 12.300.000 personas y que no se vincula con su otra cara de la moneda que, solo por mencionar alguno de ellos, son los suculentos beneficios de la burbuja inmobiliaria y la cuenta de resultados de la banca y las empresas energéticas.
Si la burguesía gana, la clase trabajadora pierde.
Anverso y reverso, cara y cruz, vida y muerte, capital y trabajo… todo es dialéctico y sin embargo, pese a todas las evidencias y la existencia de las condiciones objetivas para el cambio social, sigue habiendo un consenso social mayoritario, absolutamente metafísico, en torno a que esta es la única sociedad posible.
Es el armazón ideológico de esta gran mentira, el muro que sostiene su hegemonía y oculta la realidad; es el que logra este resultado de ilusionismo colectivo en el que, pese a las evidencias de la crisis general del capitalismo, se niega la posibilidad de un cambio de modelo social.
Pero no, pese a su actual dominación ideológica, la Historia no acaba con el Capitalismo. El desarrollo social y económico, fundamentado en el creciente carácter social de todo lo que se produce, conduce al Socialismo y a la emancipación civilizatoria que abandonando el Reino de la necesidad, sitúe a la Humanidad en la senda del Reino de la Libertad.
Pongamos manos a la obra.
Sean cuales sean los pactos parlamentarios, el camino de la dominación burguesa está marcado con las medidas anti-obreras que impondrán la Comisión Europea y el Banco Central Europeo para asegurar el pago de la deuda y la contención de la inflación.
En función de la aritmética parlamentaria que finalmente lo sustente, no hay duda que durante la próxima legislatura, crecerá la explotación en forma de más desvalorización de la fuerza de trabajo, más precariedad y más temporalidad que, sumada a la carestía de la vida y el desmantelamiento progresivo de los servicios públicos, garantizan que los datos de pobreza de los próximos años sean aún peores que éste.
En consecuencia, por la evidencia de que su única función es ser el marco institucional del juego de equilibrio de intereses y de poder necesario entre las distintas fracciones del Capital para asegurar la continuidad del Sistema, a nadie le debe quedar ninguna duda de que en el Parlamento no hay alternativa posible de cambio del orden social y económico en el que vivimos.
No hay más alternativa: la irresoluble confrontación antagónica entre Capital y Trabajo, exige una decidida intervención revolucionaria, orientada a transformar de raíz todas las lógicas de dominación de la formación social capitalista.
Es urgente levantar un amplio movimiento de masas que, partiendo de reivindicaciones materiales muy concretas, progresivamente y mediante la intervención decidida de la militancia comunista en su seno, reconstruya las estructuras de base del movimiento obrero y popular desde las que organizar la gran contraofensiva contra el Capital
La necesidad de enfrentar la lucha política y social como un proceso de acumulación de fuerzas y experiencias para el avance estratégico hacia la toma del Poder, es la meta hacia la que dirigimos toda nuestra acción política y a la que invitamos a sumarse a todos los compañeros y compañeras, camaradas, que participen de esta dinámica dialéctica que une inevitablemente en su desarrollo al Partido y a las estructuras del Frente Obrero y Popular por el Socialismo.
Esa es la otra gran tarea que revalidamos en las vísperas del Aniversario del Partido y que, junto al avance del Frente Mundial Antiimperialista, se constituye en un propósito irrenunciable de nuestro programa.
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- Categoría: Editorial