En estos días un informe del Defensor del Pueblo ha cuantificado en más de 440.000 casos de abusos de prácticas de pederastia de los miembros del clero católico en el estado español.

Todo parece indicar que nuevamente el estado español lidera el ranking de los países que practican este delito, que no parece que se refleje en los textos sagrados, sospechosos, por otra parte, de trasmitir sólo las “buenas noticias” (evangelio). Así que, podemos entender, que en la transmisión oral que ha compuesto el cuerpo teórico del catolicismo, se les olvidó incluir las “malas noticias”; Goebbels apareció antes de su presencia física.

La Iglesia Católica a lo largo de su proceso histórico siempre ha respaldado al Poder de las sociedades dominadas por las exiguas minorías. Esclavismo, feudalismo, capitalismo se han consagrado con y como los distintos cuerpos y niveles del aparato ideológico que supone la religión católica que, de una u otra forma, han configurado los aparatos coercitivos de los estados, junto con el ejército y la policía.

El informe relata el porcentaje de población afectada sobre un sondeo realizado a 8.000 personas y las dificultades que han encontrado dentro de los estamentos eclesiásticos (obispos incluidos) para determinar la veracidad de los hechos. Todos ellos son cómplices necesarios de los delitos cometidos y, por tanto, merecen ser encausados (investigados) por impedir o no facilitar la investigación de los hechos.

Tanto delito repetido por los miembros de una organización sólo admite la lectura de que la susodicha es parte del crimen organizado por encima de las estructuras del estado, de cuyos actos y protocolos participa indispensablemente. El Jefe del Estado, ministros y demás responsable públicos, ¡juran por su honor!, ante la imagen de un crucifijo, que se quiere representar como El Salvador de los pecados de la Humanidad. Una vez más la falsedad es el pegamento del drama apocalíptico de una invención revelada con secretos mesiánicos.

La Iglesia en el estado español siempre ha tenido un desarrollo tardío de los que algunos teóricos denominaban “aggiornamento”. Fue el último país europeo en abolir la Inquisición. Formó parte del entramado criminal en los hospitales de los bebés robados a sus madres para entregarlos a las familias del régimen fascista. Era parte de la estructura del golpe de estado contra la República. Dispone de todos los registros de nacimientos y defunciones de las administraciones locales que le sirven para controlar paralelamente a los ciudadanos.

En el contexto de lucha de clases, con la crisis general del capitalismo, la connivencia de la Iglesia católica con el mantenimiento de la injusta distribución de la riqueza que el estado del régimen monárquico-burgués consolida, obliga a militar en una posición antirreligiosa y anticatólica, fundamentada además en sus hechos delictivos.

Demasiados recursos de las arcas públicas han estado financiando a uno de los enemigos del pueblo español, que ha convertido sus instituciones y púlpitos de sus centros religiosos, en las homilías antidemocráticas y, sobre todo, anticomunistas.

Demasiado tiempo “durmiendo con el enemigo” para que se despierte de la pesadilla que ha durado cerca de dieciocho siglos. Los hechos probatorios exigen en primaria instancia la denuncia del Tratado Iglesia-Estado español, que obliga al mantenimiento de los edificios de la Iglesia Católica. La eliminación de la asignatura de Religión del curriculum académico. El cierre de los lugares de culto en los centros de enseñanza, incluida la universitaria. La reversión de la especial fiscalidad de los edificios y bienes religiosos. Anulación de la partida presupuestaria de los salarios de los profesores de la materia religiosa. Cancelación de la subvención a los colegios religiosos. Anulación de la nota de la Religión en las pruebas de acceso a la universidad. ¡Cuánto privilegio han tenido!

Víctor M. Lucas

uyl_logo40a.png