LA UCE / RECORTES CERO, ESA SECTA AL SERVICIO DE LAS CLOACAS DEL ESTADO, CONTRA LA RESISTENCIA PALESTINA.
Mandatada por quien le paga y le sitúa los objetivos que debe cumplir en cada momento, la UCE, que acredita una larga lista de servicios al Estado y el Imperialismo, vuelve a la carga como plataforma mediática de la indefendible posición política de la socialdemocracia europea en relación al genocidio sionista en Palestina.
De la mano del Grupo Prisa y su cohorte mediática, el MANIFIESTO “Hay que parar la guerra, ni terrorismo, ni genocidio”, es un claro ejemplo de esa basura moral e intelectual que siempre usa el imperialismo para tratar de legitimar sus acciones criminales.
Acompasado con las declaraciones de Pedro Sánchez y Antonio Guterres en el mismo sentido, tratando de recuperar un espacio independiente para la UE, la secta que inició la lamentable lista de “ni, ni”, con el despreciable “ni yanquis, ni rusos” que trató de dividir al movimiento anti OTAN, emerge de las cloacas y vuelve a la carga contra el amplísimo movimiento popular que en las calles exige la libertad de Palestina
Su “ni, ni” ya no confunde a nadie que no quiera dejar engañarse. Iraq, Libia, Siria, Serbia, Ucrania…y ahora Palestina. ¡Hasta cuando!
ODIEMOS A LOS EQUIDISTANTES
Cuando la Humanidad debate su futuro entre la Vida y la Muerte, la equidistancia entre la víctima y el verdugo es cómplice del segundo. Quien equipara el legítimo derecho de a la Resistencia de un pueblo mártir, con el genocidio de la potencia ocupante, se alinea con el criminal.
Reclamar que callen las armas, pero todo siga igual otros 75 años, es tan aberrante que exige una denuncia firme y contundente de todos los miserables que lo hacen.
Y, por desgracia, son legión quienes se sitúan en esta medida posición en la que, a pesar de que lacrimógenamente clamen por los niños reventados por los misiles y pidan que cesen los bombardeos, se alinean con los responsables de esta realidad.
Mal que les pese a todos ellos, y aunque algunos no sean conscientes del verdadero alcance de sus hechos, su actitud, que ni es neutral, ni indiferente para el devenir de los acontecimientos, es absolutamente funcional y necesaria para seguir armando el discurso del imperialismo genocida.
¡MISERABLES!
