El 24 de febrero del año 2022 dio inicio la guerra de la OTAN contra Rusia en territorio de Ucrania. Días después la noche del 27 al 28 del mismo mes fue detenido por los servicios de inteligencia polacos en la localidad de PRZEMYSL, fronteriza con Ucrania, Pablo González bajo la acusación : “realizar labores de espionaje al servicio de Rusia.”

Ha trascurrido un año desde su detención y las autoridades polacas no han presentado ninguna prueba que sostenga dicha acusación manteniendo esta detención en un acto flagrante de violación de los más elementales derechos humanos y no solo esto sino que han prolongado cuatro meses más esta situación de detención ilegal.

Las condiciones de detención a las que esta sometido son inhumanas, aislado en una celda. Solo se le permite salir una hora al día a un patio sin ningún tipo de contacto. Se le prohiben las llamadas telefónicas con su esposa y sus hijos, se le censura la correspondencia, las cartas que recibe o envía son revisadas por sus guardianes. Aún no le han permitido hablar con su abogado, manteniéndole en un estado de total indefensión y así se podrían enumerar mas datos de las precarias condiciones en las que está.

Pablo González es hijo de españoles conocidos como “niños de la guerra” que durante nuestra Guerra Nacional Revolucionaria vulgarmente conocida como Guerra Civil (1936-1939) fueron evacuados a la Unión Soviética donde fueron acogidos.

Pablo González nació en Rusia por lo que posee la doble nacionalidad rusa y española.

Periodista de profesión, desde el año 2015 venía ejerciendo como corresponsal en distintos medios informativos españoles, entre ellos el diario Público, desde el territorio del Donbass.

En sus artículos hacía una constante denuncia de la persecución y genocidio al que venía siendo sometida la minoría de origen ruso en el citado Donbass por parte del gobierno nazi fascista de Ucrania. Son estas denuncias y su origen de nacimiento, ruso, las verdaderas causas de su arbitraria detención, ya que las acusaciones de espionaje en ningún momento han sido probadas.

Hay que denunciar la actitud del Gobierno Español que por razones de sumisión al imperialismo Norteamericano y en consecuencia de apoyo indiscriminado al régimen nazi fascista ucraniano, calla y se inhibe ante la detención sin motivo de un ciudadano de nacionalidad española.

No es la primera vez que el gobierno de España adopta una actitud de este tipo.

Hay que recordar como hace tres años una ciudadana española afincada en la franja de Gaza (Palestina), que trabajaba al servicio de una ONG de ayuda a los palestinos, Juana Ruiz Sánchez, fue detenida por el ejército israelí bajo la falsa acusación de apoyar a la resistencia palestina. Tras

un año en prisión fue puesta en libertad provisional bajo procesamiento por lo que puede ser detenida en cualquier momento.

El gobierno no hizo absolutamente nada en defensa de esta ciudadana española.

Otros casos, como el de varios saharauis con nacionalidad española detenidos y torturados por la tiranía marroquí, y una vez mas el Gobierno de España se desentendió en la defensa de sus ciudadanos.

Caso distinto sería si estas detenciones se hubiesen producido por ejemplo en Cuba o Venezuela. La campaña que hubiese desatado el gobierno español en estos casos hubiese alcanzado cuotas escandalosas con gran repercusión a nivel internacional.

Hay que denunciar la actitud de silencio e inhibición que ha adoptado el Gobierno de España ante el caso de Pablo Gonzalez.

Hay que decir que en este caso no existe la mas mínima prueba de acusación de espionaje que le tiene en prisión desde hace mas de un año.

El día tres de febrero del presente año se realizó un acto de solidaridad en el cual intervino la compañera de Pablo Gonzalez y un miembro de nuestro partido como ponentes. A dicho acto realizado en la localidad de Getxo asistieron un centenar de personas completando totalmente el aforo de la sala.

Pedimos la puesta inmediata en libertad de Pablo González y exigimos al gobierno español que haga uso de su responsabilidad realizando las gestiones que conduzcan a su liberación.

Juan Manuel Hernández Legazcue

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