Este 8 de marzo, esperamos que las calles vuelvan a llenarse, y que la juventud siga siendo una parte importante de esto, desde los institutos y la universidad, hasta la calle.

¿Pero cuál es la situación real de la juventud respecto al feminismo?

El boom del 8 de marzo ha sido ampliamente seguido por los grupos de chicas desde los institutos, que acudían a sus primeras manifestaciones a raíz de esto, lo cual ha implicado que muchas de ellas comiencen a participar en la militancia feminista, para luego seguir implicándose en las luchas. La juventud que se ha movilizado en las últimas generaciones tiene el feminismo como un pilar muy importante con el que continuar la actividad política, desde los centros de estudio y demás asambleas, hasta pasar a organizaciones transversales y de clase.

Pero, a la vez que hemos visto como esto ocurría, hemos visto como el antifeminismo ha sido parte del discurso que la extrema derecha y el fascismo ha vertido a la juventud.

Desde las campañas antifeministas de grupos fascistas en universidades, a las agresiones machistas que se enraízan cada vez más en la juventud tenemos clara la amplia división que se da entre las generaciones más jóvenes.

Actualmente las compañeras feministas más jóvenes se encuentran, sobretodo en los espacios educativos con el discurso más reaccionario y violento al feminismo, ante lo cual continúan avanzando a través de una agenda política marcadamente feminista.

Esta involucración en el frente feminista debe leerse y trabajarse desde nuestras organizaciones, que acudamos a estos frentes, donde como hemos mencionado podemos encontrar a compañeras que luego comiencen a ver la proclama feminista en un contexto más amplio, y continúen su militancia en las filas de la juventud comunista.

Podemos ver claramente como hasta en la cultura más consumida por la juventud se da, con canciones que se proclaman como himnos feministas, y personajes en redes que alardean de agresiones en sus grupos sociales sin preocupación ninguna.

Tanto los ataques que manan de la extrema derecha, y fascismo, y el boicot de la burguesía a la organización feminista de clase, no pueden ser únicamente leídos como machistas, o antifeministas. Debemos leer estos ataques en toda su profundidad, para que nuestra respuesta sea desde un feminismo antifascista, y de clase. Debe ser nuestra tarea dejar esto claro en estos frentes, reivindicar y concienciar en estos espacios fortalecerá el discurso del feminismo de clase, y más importante, no permitirá que la lucha de las mujeres, sea degradada por el feminismo burgués.

Parte de esta división, se asienta en el efecto rebote que se da ante una nueva ola de feminismo de la cual solo llegan los lemas, y no todo el recorrido que acaba en estos lemas.

Sin teoría detrás de las consignas, la movilización se queda vacía, y corresponde a las organizaciones de amplio recorrido de clase, y feministas ampliar estos lemas.

El ataque al feminismo, y el bombardeo a la juventud con estas ideas, no es casual, ya sabemos que la alianza entre patriarcado y capital sostiene la explotación de nuestra clase. Por eso temen tanto una nueva ola feminista concienciada, buscan así desmovilizar este espacio que se está creando entre la juventud.

Ante esto, solo queda movilizarnos en los frentes feministas, trabajar en ellos, pero desde la organización comunista.

Este 8 de marzo, la JCPE volveremos a salir en cada uno de nuestros territorios, así como seguiremos trabajando por la conciencia de clase y feminista en todas nuestras organizaciones.

Edurne Batanero

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