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Editorial Marzo 2023

En pura lógica dialéctica, todo es determinado y determinante a la vez. Nada ocurre sin provocar consecuencias y, menos aun, al margen de los elementos que lo circundan o le preceden. Así se conforma todo; tanto en la naturaleza, como en las sociedades humanas, nada queda al margen de esta evidencia universal.

Así es el escenario en el que intervenimos. Una realidad compleja en la que, entrecruzándose multitud de elementos económicos, culturales, sociales, institucionales, espirituales, medioambientales… que nunca podemos dejar de tener en cuenta en su totalidad, nuestra obligación es interpretarla para transformarla conforme a la secuencia histórica que Marx y Engels expresaran en el Manifiesto Comunista. El mundo sin clases es nuestra meta y, de acuerdo a ese propósito tenemos que marcar nuestra intervención a todos los niveles pues, en la misma lógica que la expresada al inicio de este editorial, lo que hoy hagamos, determinados por la realidad que nos envuelve y nuestro carácter de organización revolucionaria, condicionará también nuestro futuro y será la razón última que justificará nuestra existencia como herramienta útil para la Revolución o no.

Es este, sin duda, un firme ejercicio de teoría y práctica que, a la vez que nos exige comprender las tendencias de desarrollo social, nos obliga a intervenir acertadamente conforme a las necesidades e intereses inmediatos y estratégicos de la clase obrera internacional en general y de la de nuestros pueblos y naciones en particular.

En resumen y reiterando lo ya situado en anteriores editoriales: comprensión del momento histórico, dirección política de masas del Partido y referencialidad de la militancia comunista desarrollando las más diversas alianzas conforme a una compleja táctica acorde a la estrategia y leal a los principios. Ese es nuestro compromiso.

En cuanto a la caracterización del momento, es necesario insistir en que todo viene condicionado por el hecho central de la crisis general del capitalismo. Una situación que al poner en solfa la hegemonía del dólar y la dominación geoestratégica de la OTAN, es la que está en la base de la que, tras una año de guerra declarada en Ucrania de la OTAN contra Rusia y el creciente cerco militar a China, ya definimos como III Guerra Mundial o, más exactamente, Guerra de la OTAN contra la Humanidad. Posición que hemos marcado como una línea absolutamente definitoria para el establecimiento de las diversas alianzas sociales y políticas que, establecidas desde la independencia de la clase obrera, no podemos dejar de tener presentes en ningún momento y, menos aún, en un momento histórico como el que vivimos.

¿Y AQUÍ?

48.800 millones de euros para gasto militar en los Presupuestos Generales del Estado, aumento de los desahucios un 39.7 % en el último trimestre, IPC del 5.9 % y una subida salarial media en 2022 del 2.69 %, IPC de la cesta de la compra del 15.7 %, desmantelamiento progresivo de la sanidad pública mediante constantes acuerdos con empresas privadas, ataques calendarizados a las pensiones públicas, barrios sin energía eléctrica, alejamiento de la administración pública de los usuarios, beneficios multimillonarios de los bancos y empresas energéticas, aumento de la deuda pública y privada, crecimiento injustificado del Euribor, burbuja inmobiliaria y de los alquileres…

¿Alguna duda respecto a las causas y consecuencias de todos estos hechos y sus gestores?

La evidencia nos dice NO, es imposible no vincularlo todo y situar a cada cual en el lado de la barricada que le corresponde, sin embargo, la realidad demuestra que no es así y que el Sistema de Dominación capitalista, legitimado por el Estado y todos sus gestores políticos, sociales y sindicales, aún genera un amplio consenso social en torno a la inmensa MENTIRA de la continuidad indefinida de su existencia por el exclusivo hecho de ser el único modelo social posible.

Pero la realidad analizada con rigor y fundamentos científicos, nos demuestra que para nada eso es así. El capitalismo es un gigante con pies de barro porque día a día demuestra su incapacidad para satisfacer las necesidades de la Humanidad y desarrollarse sin destruir la Naturaleza. Bien alto podemos decir que el avance actual de las fuerzas productivas y los conocimientos científicos existentes, permitiría que los 8.000 millones de personas que habitamos el Planeta viviéramos en Paz y con todas nuestras necesidades básicas suficientemente atendidas, AFIRMAMOS que si eso no es así es únicamente por la existencia del capitalismo, por la sociedad de dañino consumismo que impone y por la contradicción insalvable entre el carácter cada vez más social de la producción y la propiedad privada de los medios de producción, distribución y cambio. El capitalismo hoy, el único posible, el existente, -el mismo que, con sus matices, gestionan la derecha, el fascismo y la socialdemocracia para beneficio de los monopolios y las diversas oligarquías que pugnan entre sí en un constante juego de rapiña y violencia- cuando EXPLOTA a la clase trabajadora, ya no solo nos quita la vida presente, sino que está negando el futuro de la especie humana.

No hay más vuelta de tuerca, es imprescindible cambiar el paradigma social y, para ello, es necesario quebrar los consensos sociales que lo permiten, desde la experiencia de confrontación con todas y cada una de las contradicciones que se expresan en esta sociedad fundamentada en la explotación y la opresión.

Una experiencia que, necesariamente, tiene que ser protagonizada por el único sujeto posible de la REVOLUCIÓN que son las masas obreras y populares y en la que como Partido, asumimos plenamente el papel de conducción política en el “quehacer” diario de la lucha de clases.

ORGANIZACIÓN y LUCHA construida desde la base y lo concreto y, fundamentalmente, desde la oposición y denuncia al PACTO SOCIAL, a la CONCILIACIÓN DE CLASES y a la delegación a favor de terceros para la gestión INSTITUCIONAL.

Nada nos une con su Estado, ni tampoco con la fracasada gestión “social” del mismo por parte de sus gestores socialdemócratas.

Esta es una batalla que se da en todos los frentes.

Y por eso el PCPE también la dará, en la medida de sus posibilidades, en el terreno electoral estas próximas elecciones municipales y autonómicas. Una opción definida por el único condicionante de la defensa de los intereses y necesidades de la clase obrera. Unas candidaturas inasumibles para quienes se sitúan en la lógica de la dominación que nos impone el mal menor y lo condicionan todo a tiempos mejores que en el Capitalismo nunca llegarán.

Por eso reivindicamos y llamamos a apoyar la opción que le habla con la verdad al PUEBLO TRABAJADOR y le sitúa en la responsabilidad de asumir su papel histórico para que las cosas cambien y sea posible atisbar un futuro diferente en el que la única verdad compartida por toda la sociedad ya no sea que nuestros hijos e hijas vivirán peor que nosotros.

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