Nació en Cochabamba el 20 de junio de 1946. De temprana vocación literaria ya con 18 años pertenecía a una agrupación de poetas y artistas y acabado el bachillerato comenzó estudios de pintura y escultura en la Escuela de Artes Plásticas del estado de Anzoátegui (Venezuela) donde su familia había emigrado en los años 50. La obra de adolescencia fue editada en 1964 con el título Bajo la Refriega, libro de poemas con un lenguaje alejado de la cursilería propia de esa edad y donde se aprecia su talento y la influencia de las vanguardias artísticas de su época.
Vivió en Caracas y en la Universidad Central de Venezuela inició estudios en la Facultad de Arquitectura, a la vez se integró en diversas revistas y grupos de poetas. Estudios que se interrumpieron en 1965 para viajar a Leipzig becada por el Partido Comunista de Venezuela. En Europa estudió Historia del Arte, pero también se implicó en las luchas del momento como las marchas contra la guerra de Vietnam. Su aventura europea duró dos años pues aunque la poesía era su compromiso de vida, renunció a la escritura y al arte para entregarse de manera absoluta al proyecto revolucionario.
En 1967 decidió unirse a la lucha guerrillera iniciada meses antes por el Che Guevara en Bolivia. Mujer coraje y revolucionaria consciente, no quiso ser una mera cronista de su tiempo o vivir atrapada entre versos y tendencias. La era estaba pariendo el porvenir y había que acudir, sin guardar nada para sí. Eran tiempos de exigencias y entrega y fue cabalmente consecuente con sus ideas. Ella ofreció hasta el último aliento a la causa. En una carta a su hermana Isabel lo expresaba así: "ya no nos pertenecemos, nuestra generación no tiene escape, infinidad de sacrificios personales debemos cumplir para cambiar la sociedad actual".
Formada militarmente en Cuba, en 1968 regresa a Bolivia y es la responsable de la red urbana del E.L.N. Tal fué el grado de trabajo y su ejemplar compromiso revolucionario en el desarrollo de las tareas encomendadas, que le asignaron la Dirección del Ejército de Liberación Nacional en la ciudad de Cochabamba. Se la conocerá con el nombre de Maya que en Aymara significa Primera.
El 14 de julio de 1969 en un operativo de las fuerzas represivas que perseguían a Inti Peredo, la casa de Rita en Cochabamba fué cercada. Durante horas y en compañía de dos personas más, repelieron el ataque. Finalmente cayó en combate. Tenía 23 años y estaba embarazada.
Pero Rita, Maya, como todas y todos nuestros mártires y héroes ya son inmortales. Está en cada lucha de los pueblos por liberarse del yugo imperialista. Vive y acude a nuestro presente junto a quienes hoy enfrentan al capitalismo decadente y decididamente apuestan por la derrota del poder burgués y la construcción del Socialismo.
Ana Muñoz