En un momento histórico marcado por la crisis general del capitalismo, las políticas belicitas de la OTAN y el incremento de los presupuestos militares no pueden ser desconsiderados por ninguna razón.

Guerra y represión son sinónimos de sobrexplotación y pobreza para la clase obrera.

Como en 1914, el imperialismo disciplina   todos sus activos e impone la más amplia unanimidad en defensa de la que es su única opción para tratar de superar la crisis del sistema.

La decadencia ideológica y política del oportunismo se evidencia con fuerza en su posición en las votaciones de los presupuestos generales y partidas extraordinarias para la guerra.

Como en España,  donde todos los diputados de PODEMOS,  Izquierda Unida y el PCE han votado a favor de los PGE más guerreristas y plegados a la OTAN, en Francia el PCF ha confirmado su degradación global sumándose al apoyo de la oligarquía francesa a la guerra de la OTAN  en Ucrania. 

Por su interés publicamos la Declaración realizada por el Polo de Reconstrucción Comunista de Francia.


Declaración del Secretariado Nacional del CC del PRCF sobre el infame voto de la Asamblea Nacional y de los diputados del P«C»F

Pôle de Renaissance

 

Fadi Kassem, Rachida El Fekaïr, Georges Gastaud, Gilliatt de Staërck, secretarios nacionales del PRCF; acompañados por:

Léon Landini, presidente del PRCF, ingresó en el PCF en 1942, antiguo oficial de la FTP-MOI, medalla de la Resistencia, Gran Mutilé de guerre, condecorado por la Unión Soviética por actos de Resistencia, Oficial de la Legión de Honor;

Pierre Pranchère, vicepresidente del PRCF, antiguo francotirador y partisano del Maquis de Corrèze, combatiente voluntario de la Resistencia, antiguo diputado del PCF y miembro de su Comité Central;

Jean-Pierre Hemmen, vicepresidente del PRCF, hijo de un fugitivo de la Resistencia, reprimido él mismo por haberse negado a llevar el uniforme cuando la OTAN estaba al mando de un general de la Wehrmacht nazi;

Hermine Pulvermacher, ex Secretaria General del Grupo Parlamentario Comunista, ex FTP-MOI, Caballero de la Legión de Honor de la Resistencia.

Camaradas,

La historia recordará sin duda el miércoles 30 de noviembre de 2022 -casi 100 años después del nacimiento de la URSS- como un punto de inflexión en el declive final del llamado Partido "Comunista" francés. En efecto, al término de un debate parlamentario en la Asamblea Nacional, todos los diputados del P"C"F, encabezados por Fabien Roussel y André Chassaigne, aprobaron, junto con los macronistas, los "republicanos" y los partidos "socialista" y "ecologista", la resolución "que afirma el apoyo decidido de la Asamblea Nacional a Ucrania y condena la guerra que libra la Federación Rusa". Cabe destacar que los diputados de la Francia cada vez menos "insumisa" (como los de la llamada Agrupación Nacional) tuvieron la semidecencia de abstenerse. Sin embargo, este texto belicista consagra la liquidación definitiva de lo que quedaba de la "independencia" y la soberanía de Francia con respecto al orden euroatlántico, valida el apoyo prestado por París a un régimen groseramente pronazi, anticomunista y liberticida, al tiempo que alimenta el riesgo de una conflagración nuclear con Rusia que podría significar el exterminio de la población francesa, si no el de toda la humanidad. Sólo el diputado de la LFI Jérôme Legrave, al que hay que felicitar por ello, tuvo el valor de oponerse a este texto canallesco. El P"C"F, a través de sus diputados, dio el paso de la eurocolaboración militarista y socialimperialista sin freno, aplaudiendo incluso la resolución adoptada en presencia del embajador ucraniano. Una elección sencillamente deshonrosa e infame para un partido que ha dedicado las páginas más bellas de su historia a trabajar por la paz y por la independencia nacional de Francia luchando contra el imperialismo, el colonialismo, el fascismo y el capitalismo globalizado. 

En efecto, este texto es un llamamiento a la guerra, al tiempo que hace recaer en la Rusia postsoviética la única responsabilidad de la situación actual en Ucrania, mientras que esta última, ciertamente llena de contradicciones debido a su naturaleza contrarrevolucionaria, burguesa y capitalista, responde sobre todo al cerco continuo desde 1917 orquestado por Estados Unidos (y del que Ucrania es una pieza central en el juego) y que se ha acelerado desde la implosión bajo la influencia de la Unión Soviética. Una guerra que no comenzó el 24 de febrero de 2022, como afirma falsamente la resolución adoptada por la Asamblea Nacional, sino en febrero de 2014 tras el golpe de Estado eurofascista de Maïdan y la voluntad de prohibir el uso de la lengua rusa en los territorios rusófonos de toda Ucrania... pero también, y más aún, de "desbolchevizar" Ucrania apoyándose en el "héroe nacional" Stepan Bandera: un sanguinario asesino de masas que colaboró masivamente con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y participó activamente en la "cruzada contra el judeo-bolchevismo". 

Todos estos elementos no molestaron a los diputados del P"C"F, al igual que el hecho de que la resolución considere "ilegal" la anexión de Crimea y de las regiones de Donetsk, Zaporijjia, Luhansk y Kherson -aunque las poblaciones locales, martirizadas por Kiev desde 2014 hasta 2021, desean masivamente dicha anexión. Así como el hecho de que el "régimen bielorruso" se asocie a este texto, a pesar de que las provocaciones americano-europeas se multiplican desde hace años contra Bielorrusia para provocar una nueva "revolución de colores", es decir, pro-UE y pro-OTAN, como en Ucrania. Al igual que a los diputados del P"C"F no parece molestarles que el texto apoye implícitamente a Alexeï Navalny (¡y menos a los comunistas rusos que han sufrido la represión de Putin como en septiembre de 2021 en Moscú! ), mientras pasa en silencio la prohibición de los partidos y sindicatos de izquierda en Ucrania, empezando por los del Partido Comunista de Ucrania y los jóvenes comunistas como los hermanos Kononovich, encarcelados e incomunicados, cuando no torturados por la policía política de Kiev, y cuya suerte deja al P"C"F totalmente indiferente. Pero de todo esto, Chassaigne, Faucillon y, por supuesto, el tartufo Roussel, no dirán nada.

Más grave aún, los diputados del P"C"F han ratificado la liquidación definitiva de lo que queda de "comunista" en el Partido, cuya desastrosa euro-mutación, iniciada en los años 70 y acelerada por Hue en los 90, se amplifica bajo el impulso de Fabien Roussel, un auténtico impostor que, adepto a las posturas populistas capaces de deleitar a la derecha reaccionaria, habrá dado la pseudo-ilusión de permitir "el retorno del PCF" (perdón: "¡el PCF ha vuelto! ", ya que esto halaga más a los seguidores de la hegemonía cultural estadounidense) tras su elección como líder del partido en noviembre de 2018. En efecto, mientras Fabien Roussel afirmaba hasta el 24 de febrero de 2022 que era necesario salir de la OTAN -la única salida que exigía explícitamente, al tiempo que defendía en principio el euro y la UE-, la intervención rusa le empujó a posponer tal promesa al calendario griego y, desde el 30 de noviembre, a abandonar pura y simplemente este objetivo de facto.

Pues el texto aprobado por los diputados del P"C"F contiene numerosas disposiciones que cualquiera que se proclame "comunista" debería rechazar inmediatamente por al menos cuatro razones principales. Sí, es cierto:

La resolución insta claramente a Francia a alimentar el esfuerzo bélico de la Ucrania banderista y, por tanto, a empujar a Francia cada vez más al enfrentamiento con Rusia. Así, "se crea un fondo de 100 millones de euros por parte de Francia para facilitar la compra de material militar por parte de Ucrania", que puede "aumentarse si las circunstancias lo requieren" (punto 19). Además, el texto "invita al Gobierno, junto con sus socios europeos, a continuar y reforzar los envíos de armas a Ucrania" (punto 20). Dinero para la guerra, no para los salarios, que es lo contrario de lo que los militantes francamente comunistas del PRCF vienen diciendo desde el inicio del conflicto: "¡dinero para los salarios, no para los belicistas!

La resolución "acoge con satisfacción la concesión a Ucrania del estatuto de Estado candidato a la adhesión a la Unión Europea" (punto 33), lo que constituye un casus belli para Rusia, ya que es evidente que la entrada de Ucrania en la UE es la antesala del ingreso en la OTAN, como fue el caso de todos los países del antiguo Pacto de Varsovia cuando, ya en 1997, los diputados del PCF (excepto Georges Hage) se congratularon de la llamada "reconciliación de Europa" mediante la anexión de los antiguos países socialistas europeos a la UE-OTAN. 

La resolución pone fin a la poca independencia nacional que le queda a Francia, ya que "invita a los Estados miembros de la Unión Europea a proseguir la construcción de una política europea de defensa y seguridad, de forma complementaria y en cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte" (punto 34). Alemania, cuya oligarquía euroatlántica quiere que la UE sustituya a Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU de forma permanente y cuyo gasto militar se dispara en proporciones no vistas desde los años 30, ya se frota las manos... No se puede negar mejor la lucha dirigida por Jacques Duclos y los diputados comunistas de la época contra la "Comunidad Europea de Defensa" (también rechazada por los diputados gaullistas), esa pantalla para el rearme imperialista alemán, o la lucha para expulsar las bases americanas de la OTAN en los años 60. También desmiente el juramento hecho por los comunistas franceses, agradecidos al país de Stalingrado, cuando Maurice Thorez declaró que "nunca, jamás, el pueblo de Francia haría la guerra contra la Unión Soviética", ni contra esa "Rusia soviética" que el general De Gaulle declaró en 1944, durante una visita de Estado a Moscú, que "desempeñó el papel principal en nuestra liberación".

Por último, la resolución "subraya el importante papel que desempeña la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la protección del continente europeo y acoge con satisfacción la adhesión de Suecia y Finlandia a esta organización" (punto 35). Después de semejante declaración de afiliación del PCF al orden euroatlántico en vías de la guerra mundial, lo menos que se podría hacer es eliminar de la cabecera de L'Humanité la referencia a Jaurès, asesinado por haberse opuesto a la marcha hacia la guerra imperialista en 1914.

Belicosa, europeísta, antipatriótica y atlantista: esta es la orientación de una infame resolución macronista que han aprobado los diputados del P"C"F, las antípodas del comunismo. Sólo los ciegos intencionados, los crédulos impenitentes o los de mala fe, que quieren hacer creer a toda costa que con Fabien Roussel, "el PCF ha vuelto", seguirán justificando lo injustificable y excusando lo inexcusable. Todo menos una sorpresa cuando sabemos que Fabien Roussel no ha dejado de verter en la autofobia comunista al equiparar al subgobernante Macron con el centralismo democrático, al burlarse de los koljoses (es decir, de la organización socialista de la agricultura), al creer que Stalin no era un camarada y al rechazar la URSS de la historia del PCF, mientras que sin Lenin y la Revolución de Octubre, el Congreso de Tours, fundador de la URSS, sin duda no habría tenido lugar. ¡Todo menos una sorpresa, cuando sabemos que Fabien Roussel ha multiplicado las posiciones reaccionarias y euroatlánticas, estimando que Joe Biden "podría tomar su tarjeta en el Partido Comunista Francés" (!

), que los inmigrantes sin papeles no regularizados por los prefectos de Macron debían ser deportados, y que los beneficiarios de las prestaciones apenas merecían ser defendidos ya que el P"C"F, despreocupado por unir a todos los proletarios, declara ahora que "prefiere la izquierda del trabajo a la izquierda de las prestaciones" (¡!). Esto es todo menos una sorpresa para el secretario nacional del P"C"F euro-mutante, que prefiere aparecer con los sindicalistas facciosos que vociferan contra la justicia, con el Pécresse de Versalles o con el presidente del MEDEF, Geoffroy Roux de Bézieux, en la Fête de l'Huma, en lugar de responder siquiera a las cartas de los militantes comunistas del PRCF.

Los actuales diputados del P"C"F se unen así a los "socialistas" que votaron los créditos de guerra en 1914, dieron plenos poderes a Pétain en 1940, dirigieron la guerra de Argelia o defendieron todos los textos europeístas desde el Tratado de Roma en 1957 hasta el Tratado de Lisboa en 2008, en el fondo de la historia y los grandes actos de traición. Cómo sorprenderse cuando escuchamos al presidente del grupo "comunista", André Chassaigne, decir que está orgulloso de "no haber ido nunca delante de una fábrica con un megáfono para gritar e izar la bandera roja" y que "prefiere pedir una reunión con el jefe de la empresa para intentar que las cosas avancen".

Pero ciertamente, la Canossa del actual grupo comunista constituirá el posicionamiento de demasiado para los camaradas comunistas sinceros, todavía miembros del P"C"F y creyendo, desde dentro, poder enderezar un Partido en estado de eurodemencia acelerada cuyo cambio de campo, en la lucha de clases internacional, es ya completo. Si no hay complicidad, las ilusiones nacidas con la llegada de Fabien Roussel a la cabeza del partido ya no pueden resistir el análisis concreto de la situación concreta: el P"Cf"F se hunde en la eurocolaboración con las fuerzas de la guerra y del capital. Y más que nunca, la indispensable reconstrucción de un partido comunista REAL, que reivindique la herencia jacobina -¿no dijo Robespierre que "a nadie le gustan los misioneros armados"? - y bolchevique, es necesario ante la dramática situación a la que contribuyen los dirigentes del P"C"F aceptando financiar el esfuerzo bélico mientras, al mismo tiempo, se desmantelan los servicios públicos, se demuelen las libertades públicas, se exige a los trabajadores en huelga o se los lleva esposados (en EDF, en particular), se liquidan las conquistas sociales a imagen y semejanza de las pensiones por reparto que el gobierno de Borne se dispone a dinamitar por orden de la UE.

¡DINERO PARA LOS SALARIOS, NO PARA LA GUERRA NI PARA LOS ACCIONISTAS!

Que los militantes comunistas sinceros del PCF y de la JC contribuyan al esfuerzo de reconstrucción de un partido comunista REAL en el que está comprometido el PRCF, y que los comunistas reales se unan en la acción antibélica más allá de las divisiones, apoyando una línea de franca ruptura con el orden euroatlántico y el capitalismo globalizado. El PRCF, que defiende más que nunca la estrategia francamente comunista, patriótica, antifascista y antiimperialista de las cuatro salidas, del euro, de la UE, de la OTAN y del capitalismo, tiende la mano a estos compañeros y a las JC que ciertamente han quedado "aturdidos" por la enésima, si no última, traición de sus dirigentes que, al amparo de un discurso almibarado sobre los "valores democráticos", han elegido en realidad el campo de la guerra imperialista, de la sagrada unión detrás de Macron, y de la deshonra. Sólo al precio de esta reconstrucción comunista, asociada al renacimiento del sindicalismo de clase, de una alternativa roja y tricolor en ruptura con la UE-OTAN y de un compromiso fundamental con una nueva generación de socialismo-comunismo, llegarán los NUEVOS DÍAS FELICES, que es lo que defiende el PRCF desde hace casi 20 años.

Source : https://www.initiative-communiste.fr/articles/prcf/vote-des-deputes-p-c-f-au-sujet-de- lukraine-la-guerre-le-deshonneur-et-linfamie/

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