El capitalismo no duerme, aún a pesar de que creamos que en el periodo veraniego todo se ralentiza, hasta la economía... Pero finalizado el periodo estival la clase obrera seguimos en la misma situación de empeoramiento de las condiciones de vida, con una inflación cada vez mayor reflejada en la subida de los precios y en el estancamiento de los salarios que no suben acorde a los costes de la vida.

En un Capitalismo cada vez más moribundo en su crisis terminal, llegado a un desarrollo tal (tecnológico, productivo, etc) en el cual apenas puede extraer la suficiente plusvalía a los trabajadores y trabajadoras ya que necesita del trabajo humano para ello. Éste desarrollo pone de relieve un trabajo humano cada vez menos necesario, por lo que se frenan sus ganancias y por lo que es incapaz de regenerar su tasa de ganancia.

Es una gran mentira de la burguesía el que no se puedan subir los salarios, perfectamente podrían hacerlo. Pero obviamente no van a renunciar a sus vidas de excesos y excentricidades, la base del sistema es la acumulación de más y más capital. Manteniendo unos bajos ingresos entre la clase obrera, lo justo para regenerar la fuerza de trabajo (aunque no va a llegar ni para eso) y un gran “ejército” de parados como fuerza de choque para mantener esos salarios a la baja,

les permite seguir manteniendo una vida de lujos y excesos a expensas de la dura vida que se le presenta al conjunto de la clase obrera. Es decir, jugando con nuestra miseria mientras entre la clase obrera nos peleamos entre nosotros por una migaja de salario miserable, ellos pueden seguir obteniendo ganancias por nuestro trabajo.

Acabando el verano vuelven a sonar los cantos de sirena del capital y el gobierno autodenominado “más progresista de la historia universal” vuelve a traernos migajas con las que conformarnos y calmar así la lucha popular en la calle. Una de esas medidas es la nueva negociación del SMI anunciando una nueva subida del mismo. En una aureola de presentación pseudorevolucionaria por parte de la ministra de trabajo ante los medios, solo nos podemos esperar un nuevo engaño cometido por esta camarilla de viejos y nuevos socialdemócratas. Sí, en su día subieron el SMI, insuficiente para como está el costo de la vida, ahora anuncian una próxima negociación de subida, a todas luces insuficiente para mejorar las condiciones de vida de la clase obrera cuando el IPC anual está en un 10,5 % y los salarios apenas subieron en un 2,6 %.

El capital ha llegado a un cierto límite, por lo que para poder seguir acumulando y regenerar su tasa de ganancia asistimos y asistiremos a una nueva acometida reaccionaria contra la clase obrera en el cual veremos como se destruyen más derechos y los pocos servicios públicos que todavía quedan en pie. Necesitan ganar más, y para ello arrasarán con la humanidad, si hace falta. Este otoño-invierno va a ser duro y frío para la clase obrera, no permitamos que se salgan con la suya, organicémonos, unámonos en torno al Partido Comunista. La fuerza de nuestra clase y su miedo es la organización revolucionaria, volvamos a traer el octubre rojo tan necesario para evitar la barbarie.

Arturo M.

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