Mi nombre es Ivanova Elena Stasova, nací en San Petersburgo el 1873 en el seno de una familia burguesa. Desde muy jovencita la situación de mi país despertó en mí una fuerte conciencia de clase, lo que me hizo hacerme militante del El Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) desde su fundación en 1898.

En 1903, durante el II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, apoyé la propuesta de Lenin frente a los mencheviques y comencé mi trabajo en el periódico Iskra («La Chispa») como secretaria del Partido, enseñando a los nuevos miembros, tras la marcha de los mencheviques, a codificar y descodificar los mensajes, entre otras muchas tareas.

Durante la revolución de 1905 me encontraba en Suiza, regresando inmediatamente a Georgia para continuar el trabajo que me había sido encomendado por el Partido y fui colaboradora en el periódico “El proletario”.

En 1912 fui elegida miembro suplente del Comité Central, y un año después fui deportada a Siberia, los padecimientos sufridos durante este periodo sólo sirvieron para fortalecer mis convicciones políticas y seguir luchando por la liberación de la clase obrera.

En 1917, tras la revolución, fui elegida secretaria del Comité Central, cargó que ocupé hasta 1920. A partir de ese momento, fui jefa del departamento de organización del Comité de Petrogrado del PC (B) y contribuí a la organización del  Primer Congreso de los Pueblos del Oriente, celebrado en Bakú en 1920. Un año después comienzo a trabajar para la Internacional Comunista.

En 1924, en el V Congreso de la Comintern, soy una de las impulsoras de la nueva política sobre la mujer en el Partido, junto a otras y otros camaradas sentamos las bases de la mujer y el hombre nuevo, luchando por el proceso de emancipación de la mujer.

En febrero de 1926 fui nombrada subdirectora del MOPR internacional, conocido como “El Socorro Rojo”, así como jefa del Comité Central de la organización MOPR en la URSS, cargo en el que permanecí hasta 1937 junto Clara Zetkin, con quien trabajé codo con codo desde el día que la conocí en la Conferencia Internacional de las mujeres comunistas, en Moscú, convocada en 1920 por Inés Armand. El Socorro Rojo tuvo un papel preponderante en la guerra Civil Española.

Fundé en 1934 el Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo. 

A mi muerte fui  enterrada en la Plaza Roja, en la muralla del Kremlin. 

Mi nombre es Ivanova Elena Stasova, nací en San Petersburgo el 1873 en el seno de una familia burguesa. Desde muy jovencita la situación de mi país despertó en mí una fuerte conciencia de clase, lo que me hizo hacerme militante del El Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) desde su fundación en 1898.

En 1903, durante el II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, apoyé la propuesta de Lenin frente a los mencheviques y comencé mi trabajo en el periódico Iskra («La Chispa») como secretaria del Partido, enseñando a los nuevos miembros, tras la marcha de los mencheviques, a codificar y descodificar los mensajes, entre otras muchas tareas.

Durante la revolución de 1905 me encontraba en Suiza, regresando inmediatamente a Georgia para continuar el trabajo que me había sido encomendado por el Partido y fui colaboradora en el periódico “El proletario”.

En 1912 fui elegida miembro suplente del Comité Central, y un año después fui deportada a Siberia, los padecimientos sufridos durante este periodo sólo sirvieron para fortalecer mis convicciones políticas y seguir luchando por la liberación de la clase obrera.

En 1917, tras la revolución, fui elegida secretaria del Comité Central, cargó que ocupé hasta 1920. A partir de ese momento, fui jefa del departamento de organización del Comité de Petrogrado del PC (B) y contribuí a la organización del  Primer Congreso de los Pueblos del Oriente, celebrado en Bakú en 1920. Un año después comienzo a trabajar para la Internacional Comunista.

En 1924, en el V Congreso de la Comintern, soy una de las impulsoras de la nueva política sobre la mujer en el Partido, junto a otras y otros camaradas sentamos las bases de la mujer y el hombre nuevo, luchando por el proceso de emancipación de la mujer.

En febrero de 1926 fui nombrada subdirectora del MOPR internacional, conocido como “El Socorro Rojo”, así como jefa del Comité Central de la organización MOPR en la URSS, cargo en el que permanecí hasta 1937 junto Clara Zetkin, con quien trabajé codo con codo desde el día que la conocí en la Conferencia Internacional de las mujeres comunistas, en Moscú, convocada en 1920 por Inés Armand. El Socorro Rojo tuvo un papel preponderante en la guerra Civil Española.

Fundé en 1934 el Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo.

A mi muerte fui  enterrada en la Plaza Roja, en la muralla del Kremlin. 

Sonia Iruela

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