La pandemia mundial de la COVID-19 ha tenido una influencia trascendental en las formas de desarrollo de la lucha de clases internacional, obligando a las distintas organizaciones y partidos a posicionarse y decidir cómo actuar frente a este escenario particular y complejo.

En el contexto de crisis estructural capitalista, la pandemia está ligada a un capitalismo internacionalizado que somete a fuertes tensiones al planeta y sus ecosistemas, cada vez de forma más violenta con la vida y la clase trabajadora, debido a la producción de mercancías para satisfacer la ganancia del capital y no las necesidades sociales. Lo que ha llevado asociado en las potencias capitalistas, no solo una gestión de la pandemia carente de la necesaria planificación y atención sanitaria integral, sino además a una posición donde se aprovecha el contexto de crisis sanitaria para que las medidas adoptadas para enfrentar esta situación estén fuertemente condicionadas y enfocadas al mantenimiento de la ganancia del capital.

Caso muy distinto a Cuba socialista, que a pesar del criminal bloqueo económico que sufre el pueblo cubano desde hace más de seis décadas, la superioridad de la planificación y la integración de las organizaciones de masas en las funciones de trabajo y seguimiento sanitario, ha permitido cifras de infección muchísimo más bajas, demostrando así la superioridad del socialismo, frente al caos capitalista (ejemplificado en la vergonzosa insolidaridad a la hora de la adquisición de vacunas, garantizándose las potencias imperialistas millones de viales y desabasteciendo al resto).

En el estado español la situación sanitaria provocó una parálisis en las formas habituales de lucha, debido a la propagación del virus, tanto al inicio como posteriormente, que reflejó distintas formas de accionar entre las organizaciones políticas y de masas (sindicatos, etc.)

El PCPE se situó en la dura crítica al gobierno PSOE/Unidas Podemos/PCE y su gestión capitalista de la pandemia, sin caer en teorías conspirativas inmovilizantes, alejadas de un análisis dialéctico de la lucha de clases, como las especulaciones en torno a una pandemia provocada artificialmente, o las posiciones antivacunas (existe un interés económico de por medio, pero se ha demostrado su utilidad para la salud pública).

En el capitalismo, todo está sujeto a su lógica de explotación, especulación, saqueo y corrupción, continuando con sus contradicciones antagónicas que permiten el desarrollo de la lucha de clases con una mayor intervención revolucionaria.

El gobierno de la socialdemocracia declaró el Estado de Alarma, en lugar de la Situación de Emergencia Sanitaria, para legalizar el estado policial y la represión de posibles huelgas y protestas de la clase trabajadora, ante el grave déficit de equipos de protección sanitaria en los centros de trabajo, donde se abandonó a la clase trabajadora ante el virus, sin mascarillas ni equipos suficientes para la seguridad en el trabajo.

Además las medidas de estímulo económico aprobadas, fueron destinadas directamente como beneficios de los grandes monopolios, mostrando el carácter de clase del gobierno.

Ante ello, el PCPE hizo un firme, intenso trabajo de análisis y agitación a través de los medios digitales del Partido y, tras el confinamiento, se lanzó la consigna de “desconfinar la lucha de la clase trabajadora”, exigiendo al gobierno un Plan Urgente de Emergencia Social, adaptando la protesta en la calle y los centros de trabajo con protocolos estrictos para la movilización, uso de mascarillas y distancia de seguridad, contra los intentos de la burguesía y el gobierno socialdemócrata de impedir la protesta social, aprovechando la pandemia.

En la actualidad, se han recuperado parcialmente las luchas obreras, ejemplificadas por la huelga del metal de tres semanas en Cantabria, o hace unos meses en Cádiz, donde el gobierno sacó tanquetas militares a la calle para reprimir la lucha. El PCPE, presente en estos conflictos, continúa en la tarea de estar junto a la clase obrera trabajando para ser vanguardia revolucionaria. 

Francisco Valverde

Director de Unidad y Lucha

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