A finales de junio pasado y al calor de las revueltas populares en Sri Lanka, varios medios de comunicación del mundo se hacían eco de un artículo de Radio Free Asia (RFA), en el que se sugería que la República Democrática y Popular de Laos “podría seguir los pasos de Sri Lanka”.

El articulo no ha tenido gran repercusión en la prensa internacional ni era algo que se pretendiera por parte de sus creadores, y es que el objetivo principal no era remover las “conciencias” de la opinión pública mundial, sino remover (sin éxito) las “conciencias” de la opinión pública interna laosiana. Aun así, algunos medios asiáticos y occidentales, utilizaron parte del contenido de dicho panfleto, para crear sus propios artículos de desinformación, con el objetivo de desacreditar al Gobierno comunista de Laos para justificar y alentar una contrarrevolución allí y de paso, negar los enormes progresos que la nación ha hecho en las últimas décadas de Revolución.

En su página de la red social estadounidense Facebook y en idioma laosiano, como excepción y por si quedan dudas de a quién iba dirigida la “información” de la “noticia”, Radio Free Asia (Radio Libre de Asia por su traducción al castellano) publicó un artículo en el que magnificaba la situación de dificultad económica que vive Laos, complicada como en el resto del planeta tras el recrudecimiento de la guerra de Ucrania y la comparaba de manera exagerada y fuera de contexto, con la situación que se vive en Sri Lanka desde el 15 de marzo de este año.

Radio Free Asia, es una emisora de radio y supuesta “agencia de noticias” financiada por el Gobierno de los Estados Unidos y dirigida por la USIA, United States Information Agency (Agencia de Información de los Estados Unidos, por su traducción al español), que emite y difunde contenidos en Asia oriental, traducidos a nueve idiomas y cuya función es la de crear “Fake News” (noticias falsas) y relatos sensacionalistas o sacados de contexto para tratar de intervenir en los asuntos internos de países como China, Corea del Norte, Vietnam y por supuesto Laos, países todos ellos dirigidos por gobiernos comunistas.

¿Periodistas o mercenarios?

Al más puro estilo goebbeliano, desde 1996, y ante la impotencia del imperialismo yanki, que veía que, tras la caída del campo socialista de la Europa oriental, este grupo de países asiáticos (junto a Cuba en América) no solo no renunciaba al Socialismo, sino que lo potenciaba imparablemente, decidió crear esta pseudoaegencia de noticias como una de las precursoras en Asia de lo que hoy conocemos como “fábricas de fake news” o “fábricas de opinión pública”, cloacas de la información en las que auténticos mercenarios con pluma y micrófono, se hacen pasar por periodistas, escribiendo y difundiendo basura sin el menor de los escrúpulos.

Se trata de medios de desinformación que van un paso más allá en la elaboración de contenido falso, manipulado, sensacionalista o subjetivo, siempre con el objetivo de intoxicar, engañar y agitar a los pueblos de países o regiones cuyos gobernantes o sistemas democráticos populares, son contrarios a los intereses del sistema capitalista. Son la expresión más retorcida de los medios de comunicación occidentales, los que tenemos por ejemplo en España, que manipulan y mienten a sus propios pueblos, y que en el caso de medios como Radio Free Asia, elevan el nivel de tergiversación y mentira al máximo exponente, en este caso con el fin de derrocar a gobernantes “incomodos” para el imperialismo, incluso si es a costa de la miseria y la muerte de millones de personas inocentes.

El artículo en cuestión, de cuyo contenido hablaremos más abajo, tuvo su pequeño momento de gloria en el mundo cibernético, para regocijo de sus ideólogos. Titulado “La economía de Laos se derrumba”, el texto recibió, según otros medios pro-imperialistas que se hicieron eco de él, “más de 1.000 comentarios” por parte de supuestos laosianos y algunos de ellos, siempre según esos medios que trataron de amplificar la noticia, llegaron a pedir “la dimisión del gobierno”.

La realidad sin embargo es ligeramente distinta y el artículo tuvo una repercusión mínima entre los laosianos y mucho menos en el resto de Asia o el mundo. Muchos de los que reaccionaron al artículo de RFA, son simplemente palmeros del imperialismo estadounidense u otros mercenarios del periodismo que siguen las redes de RFA. Si a esto le sumamos una buena cantidad de perfiles falsos o “bots” circulando en las redes y una diáspora laosiana en EEUU compuesta por más de 180.000 colaboracionistas y sus familiares (sirvieron al imperialismo yanki durante la guerra de Vietnam, Laos y Camboya combatiendo contra su propio pueblo y posteriormente huyeron a EEUU), los ingredientes para una buena receta de propaganda están servidos.

Aun teniendo en cuenta su nula repercusión, algunas agencias de noticias en países capitalistas de Asia y occidente, se hicieron eco del artículo de RFA y elaboraron su propia des-información para colaborar con sus amos imperialistas y poner su granito de arena en denostar a un Gobierno comunista, esta vez el laosiano. En España, fue la Agencia EFE la encargada de difundir la propaganda yanki.

Con ese texto, publicado el día 25 de junio, vamos a analizar brevemente el contenido del artículo propagandístico de Radio Free Asia y lo que añade la Agencia EFE de su propia cosecha, como una muestra de manipulación burda y tergiversación, sobre todo, para poner en contexto contra quien hace el imperialismo los mayores esfuerzos en el campo de la propaganda, inventando situaciones que no existen y obviando los enormes logros que revoluciones como la de Laos, han traído a muchos pueblos del mundo. Debemos tener algo claro antes de comenzar el análisis: el imperialismo siempre va a tener como su mayor enemigo a cualquier país que construya el Socialismo.

En busca de una contrarrevolución que no llegará.

Cono decíamos más arriba, de los pocos medios occidentales (además español) que trataron de amplificar la propaganda de Radio Free Asia sobre Laos, la Agencia EFE fue la que le dedicó más líneas. Con un título que rezaba; “Laos, la nueva víctima de la crisis global que se asoma al abismo económico”, la agencia española, fundada por el franquista Ramón Serrano Suñer en 1939 para hacer lo mismo que hace ahora, mentir y manipular, trataba los puntos más “interesantes” del artículo de RFA y los mezclaba haciendo un refrito con partes de noticias vistas en otros medios capitalistas.

Es innegable que la República Democrática y Popular de Laos, como casi todos los países del planeta y muy especialmente los menos desarrollados, está sufriendo las consecuencias de un mundo permanentemente en crisis por culpa de la hegemonía del capitalismo en fase imperialista. 40 años de guerra contra el imperialismo hasta 1975, una larga posguerra, la crisis financiera asiática de 1997, la crisis de 2008, la pandemia de coronavirus de 2020 y la reciente escalada en la guerra de Ucrania, provocada por la OTAN y la posterior intervención de Rusia, han dejado a la economía de Laos con una serie de dificultades económicas, pero las informaciones que se dan en la prensa del imperialismo son sesgadas y responden al único interés de derrocar a una Revolución Socialista que les humilló y derrotó sin paliativos en 1975.

Entrando a valorar ya, el texto de la Agencia EFE, lo primero que mencionan es que el kip, la moneda de Laos, ha perdido un 23,5 por ciento de su valor en contraste con el dólar estadounidense durante este año y aunque es cierto, solo menciona la consecuencia negativa de esto, el supuesto aumento de la deuda externa, obviando la manera de actuar de quienes son sus acreedores y obviando también que el euro ha caído un 12 por ciento en el mismo periodo con unas consecuencias económicas mucho más catastróficas para los países de la “zona euro” y más concretamente España, donde residen la mayoría de lectores de EFE.

Citando al Banco Mundial, entidad muy confiable y amiga de los pueblos del mundo (nótese la ironía por favor) en lugar de al Banco de la República Democrática Popular de Laos, la Agencia EFE menciona que “la deuda pública de Laos ha aumentado (supuestamente) hasta alcanzar 14.500 millones de dólares (2.000 €/habitante), el 88 por ciento de su PIB en 2021”. Si con esas cifras Laos está supuestamente “al borde del abismo” y “podría seguir los pasos de Sri Lanka”, ¿Qué debería suceder en España con una deuda que superó los 3 billones de euros en 2021 (64.000€/habitante) y que ya roza el 300% del PIB en 2022? Juzguen ustedes mismos.

EFE si menciona, al menos indirectamente, una gran diferencia entre la deuda de Laos y la de España o cualquier otro país capitalista occidental; que el principal acreedor de Laos es la República Popular China. Mientras que para España, sus acreedores son en la mayoría de casos bancos y sociedades buitres (alemanas y francesas en su mayoría según los últimos datos del Tesoro, muchas veces testaferros de empresas y bancos estadounidenses) que convierten la deuda en usura, en el caso de Laos, su mayor acreedor es la República Popular China, aliado ideológico, con un largo historial de condonación de deuda a países en desarrollo y conocida por ser benevolente y justa con el trato a sus deudores. China además es acreedor de Laos en la mayoría de los casos mediante inversiones de empresas estatales chinas que trabajan en conjunto con empresas estatales laosianas para desarrollar el país y ha ayudado a Laos en los últimos años mediante donaciones y colaboraciones en innumerables campos para facilitar su desarrollo.

Vietnam Socialista, el amigo más confiable de Laos.

Cabe destacar también que otro de los grandes acreedores de la RPD de Laos, es la República Socialista de Vietnam, país hermano, con un modelo de inversión en Laos similar al de China y con una relación más estrecha con Laos que con ningún otro país del mundo. Derrotaron juntos al imperialismo (primero al francés, segundo al japonés y por último al estadounidense) cuando eran Indochina (junto a Camboya). Vietnam además ha destinado cantidades enormes de dinero a construir infraestructuras en Laos que se han entregado como obsequios fraternales a ese país, incluyendo carreteras, fábricas o construcciones como la del edificio de la nueva Asamblea Nacional de Laos que, con una inversión de casi 112 millones de dólares, abarca siete mil metros cuadrados, cinco plantas y un sótano. Vietnam colabora con Laos de manera honesta para que el Gobierno laosiano alcance su meta de sacar al país del grupo de países menos desarrollados.

Además de los innumerables acuerdos económicos, existe un acuerdo entre Laos y Vietnam llamado “Tratado de Amistad y Cooperación Vietnam-Laos", que sirve como eje inquebrantable de la amistad entre ambos países socialistas, en virtud del cual, Laos puede solicitar el apoyo militar de Vietnam cuando existe una amenaza para su seguridad, o viceversa.

Desde la firma del tratado en 1977, Hanoi y Vientiane han considerado esta alianza fraternal como algo vital para defender a Vietnam y Laos de cualquier injerencia externa. La Revolución en Laos está por lo tanto ligada a la de Vietnam de manera monolítica, algo que han expresado de manera pública los medios estatales de Vietnam, diciendo que “la seguridad de Laos es la seguridad de Vietnam”. Un aviso a navegantes por si a alguien en el corazón del imperialismo occidental se le ocurre hacer una “primavera asiática” o un “Maidan indochino” en cualquiera de estos dos países socialistas. Más de 612.000 soldados de ambos países, 8.000.000 de reservistas y otros 94.872.540 laosianos y vietnamitas defenderán su soberanía, el Socialismo y sus conquistas en caso necesario, como ya lo hicieran en el pasado reciente.

El bulo del default de Laos

La Agencia EFE menciona también de manera sensacionalista un supuesto riesgo de “default” (impago de deuda) por parte de Laos, para a continuación reconocer que el escenario de impago de la deuda es “improbable y lejano”, al fin y al cabo, lo importante era dejarlo caer para crear “opinión pública”. Obvia EFE el hecho de que hay decenas de países en riesgo (real) de “default”, como El Salvador, Argentina, Ghana, Egipto, Túnez, Pakistán, etc., además de Líbano o Sri Lanka (que ya están en suspensión de pagos), cuya situación ha sido provocada, por los buitres que tienen como acreedores, tales como EEUU, la UE y sus instrumentos de dominación económica, como por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI). Existe un denominador común para todos esos países: son capitalistas.

Es curioso cómo desde la “prensa” capitalista se preocupan por el improbable riesgo de impago de su deuda de un país socialista, mientras se olvidan del riesgo real de impago de deuda de decenas de países capitalistas. ¿A quién le importa el riesgo económico real que sufre Ghana (capitalista), pudiendo preocuparse por el improbable riesgo económico en Laos (socialista)? Saquen sus propias conclusiones.

No menciona EFE sin embargo, como si hace Radio Free Asia, el problema de la inflación acumulada en Laos, que supuestamente ha llegado al 23,6 por ciento en junio, quizás por un despiste en el “copia y pega” de su redactora o quizás porque dar lecciones sobre la contención de la inflación por estos lares no sea la mejor idea. España con un 10,2%, Bulgaria con un 16,9% o Estonia con un 21,9%, todos países capitalistas de la mismísima Unión Europea, lo tienen mucho peor que Laos, puesto que por aquí, al contrario que en el país indochino, nadie va a regular los precios desde el Estado con firmeza y nadie va a subir los salarios dos veces en pocos meses para compensar a las y los trabajadores. Por su parte, Sri Lanka, país capitalista con quien se ha tratado de comparar a Laos para magnificar su situación económica, prevé alcanzar en breve una inflación superior al 70% y su presidente ya ha huido del país.

Como el artículo de EFE es un refrito hecho con trozos de otras publicaciones de medios como Asia News y The Diplomat entre otras, es inevitable que EFE al final de su texto “meta la pata” y reconozca literalmente los esfuerzos del gobierno laosiano, mencionando que “El Ministro de Finanzas (de Laos) ha garantizado también que en los próximos tres meses habrá suficiente suministro de combustible para los motoristas, un medio de transporte esencial en Laos, mientras la Oficina del Primer Ministro anunció el pasado día 13 (de junio) dos aumentos del salario mínimo mensual en los próximos 11 meses”.

La agencia española, termina su texto reconociendo que Laos “experimentó un rápido crecimiento económico en la década pasada”, (se le olvida decir que fue uno de los mayores del mundo durante varios años), pero matiza que “sigue siendo uno de los países menos desarrollados de Asia”, algo que podría tener su explicación en que fue el país más bombardeado de la historia de la humanidad, a manos de los Estados Unidos, que lanzó más bombas sobre Laos que las que las que cayeron en la Segunda Guerra Mundial sobre la Alemania nazi y el Japón imperial juntos. Por supuesto este pequeño detalle es obviado por la Agencia EFE.

La puntilla final al texto la pone una mención acerca de que “el 18 por ciento de su población (de Laos) vive en la pobreza, según el Banco Asiático de Desarrollo”, obviando una vez más la situación en otros países del mundo capitalista, como por ejemplo, España con un 21% de población en la pobreza, México con un 43%, EEUU con un 15%, Alemania con un 18,5%, etc. y así una lista de 105 países (todos capitalistas) con peor tasa de pobreza que Laos (de una muestra de 154 países, con datos publicados en el World Factbook de la CIA y elaborados por el Banco Mundial, valga la redundancia).

La lista está encabezada por supuesto, por estados de África, donde la “civilización y la democracia” impuestas al estilo capitalista tras siglos de colonización imperialista, han dejado su impronta en la economía del continente, con tasas de pobreza superiores al 50%. Está claro por tanto, que lo de menos en este caso es la pobreza real que sufren los pueblos del mundo, lo importante para este tipo de “periodismo” basura, es relacionar la palabra “pobreza” con el socialismo.

Una vez repasado el contenido que hemos podido ver publicado en distintos medios de la prensa servil del capitalismo, queda claro que la intencionalidad de este tipo de publicaciones es simplemente generar un estado de “opinión pública” favorable al intervencionismo y las guerras imperialistas en cualquiera de sus vertientes y tapar la verdadera realidad que se vive en los países que, a día de hoy, bajo sus condiciones y características particulares, construyen y defienden el Socialismo.

La realidad más allá de los deseos del imperialismo

El Gobierno comunista de Laos no ha negado muchas de esas dificultades que se magnifican y se explican sesgadamente en la prensa pro imperialista, pero está plenamente preparado para afrontar los retos económicos y ha sido transparente con su pueblo a la hora de abordar cada una de las intervenciones necesarias para estabilizar la economía. Por suerte para los laosianos y laosianas, su gobierno pertenece al pueblo, tiene la capacidad y la autoridad de intervenir la economía cuando le plazca, en detrimento de la empresa privada (que en Laos emplea a menos del 8% de la población activa) o de cualquier interés ajeno a la clase obrera. El Gobierno popular de Laos reorganizó parte de su Gabinete hace unas semanas, incorporando dos nuevos viceprimeros ministros y reemplazando a los jefes del Banco de la República Democrática Popular de Laos y del Ministerio de Industria y Comercio.

Más allá de la crisis que ahora afrontan, fruto entre otras cosas de la volatilidad económica generada tras la escalada bélica en Ucrania, Laos ha salido recientemente victorioso de su guerra contra el coronavirus, manteniendo bajo control la economía del país, pero sobre todo, manteniendo a salvo a su población, objetivo que siempre estuvo por delante en la lucha contra los estragos que podía generar la pandemia. En estos momentos, Laos ha saldado su lucha contra la pandemia de manera encomiable, ya que se han contagiado 210.233 personas, de las que solo han fallecido, sin ánimo de minimizar las tragedias personales, 754 personas (datos de la OMS, de junio de 2022). Esto deja la tasa de mortalidad del Covid-19 en Laos en 104 decesos por cada millón de habitantes, muy lejos de los 2.322 decesos por millón en España o los 3.172 decesos por millón en Estados Unidos, ambos países capitalistas (datos de la OMS).

La tasa de vacunación es en estos momentos es muy superior al 80%, de las más altas entre los países del mundo en vías de desarrollo (junto a Cuba, otro Estado socialista) y muy cercana a las cifras de los países desarrollados. Además, gracias a una correcta educación social y académica, así como a un gran apego por los métodos científicos, no han tenido que sufrir a los movimientos antivacunas ni ninguna otra teoría de la conspiración que hablara de “plandemia” o disparates similares.

Un futuro de desarrollo socialista sostenible

A pesar de las dificultades económicas y los desafíos de un mundo hegemonizado aún por el capitalismo, a los que se enfrenta Laos, el país mantiene un rumbo firme en la senda del desarrollo socialista, siempre además desde una perspectiva sostenible. Laos se ha convertido en una potencia regional energética gracias a su decidida apuesta por las energías renovables. Su producción eléctrica ha pasado de los 29.736.000 MWh en 2016 a los 44.915.000 MWh en 2021 como parte del Plan Quinquenal elaborado tras el X Congreso del Partido Revolucionario Popular de Laos (PRPL).

Las fuentes renovables de energía han pasado del 60 al 80 por ciento en ese mismo periodo, con una clara apuesta por la energía hidroeléctrica. Esta reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, ayudará a Laos a capear mejor la enésima crisis capitalista. Fruto de esa apuesta por las energías renovables, Laos venderá electricidad a Singapur en el marco del Proyecto de Integración Energética Laos-Tailandia-Malasia-Singapur (LTMS-PIP).

El acuerdo de compra de energía fue firmado por la empresa estatal Electricidad de Laos (EDL) y Keppel Infrastructure Holdings de Singapur en junio de este año. En consecuencia, Laos exportará 30 MW de electricidad en la estación seca y 100 MW en la estación lluviosa a Singapur en 2022 y 2023. En los últimos años, el Gobierno comunista de Laos ha construido una serie de centrales hidroeléctricas y está planificando muchas más para alcanzar el objetivo de convertir a este país en la “batería del sudeste asiático”, tal y como lo mencionó un artículo de la agencia Vietnam Plus, hasta el punto de que, a día de hoy, su producción es un 700% superior a su consumo interno.

La sostenibilidad y el aumento de la producción en el sector agrícola también son objetivos importantes del Gobierno de Laos. El sector agrícola laosiano, exportó en los primeros seis meses de este año, productos por valor de más de 780 millones de dólares. La cantidad percibida equivale al 72,57 por ciento del objetivo planificado para este sector para todo 2022, de acuerdo con declaraciones del Ministro de Agricultura y Silvicultura laosiano, el camarada Phet Phomphhiphak.

En el apartado de vivienda, el Ministerio de Obras Públicas y Transporte de Laos y el Ministerio de Construcción de Vietnam, firmaron este mismo mes de julio en Hanoi, un memorando de entendimiento en el ámbito de la construcción. El acuerdo entre ambos países socialistas, crea un marco para las actividades de colaboración específica y efectiva entre los dos ministerios, centradas en el diseño de la planificación urbana, el desarrollo de urbes inteligentes, infraestructura y viviendas sostenibles de las que se beneficiaran ambos pueblos.

Para cerrar esta pequeña serie de ejemplos de desarrollo, cabe destacar que, en diciembre de 2021, Laos inauguró su primera línea de tren de alta velocidad, una infraestructura de casi 6.000 millones de dólares y más de 1.000 km, financiada en su mayor parte por la República Popular China bajo la iniciativa de "La Nueva Ruta de la Seda".

El operador del tren de alta velocidad, la Compañía Ferroviaria Laos-China Ltd (fruto de la unión de dos empresas estatales de Laos y China), registró más de 410.000 pasajeros en los primeros seis meses de funcionamiento, mientras que más de 640.000 toneladas de carga fueron transportadas a través de la frontera entre Laos y China. El ferrocarril de alta velocidad, es un punto de inflexión para la red de transporte internacional de Laos y su papel en el transporte de mercancías será cada vez más importante.

El Marxismo-Leninismo persevera

Pese al relato que se quiera construir sobre el futuro de Laos por parte de algunas/os, la realidad parece bien distinta, como hemos podido al menos intuir, con esa pequeña muestra de ejemplos de los esfuerzos realizados por Laos. A lo largo de los últimos años, décadas incluso, hemos visto como Laos era atacado por parte de toda clase de enemigos, a lo que el país ha respondido con más desarrollo, más Marxismo-Leninismo y más Socialismo.

Por una parte, están los dogmáticos de la izquierda política, víctimas del infantilismo, que aseguraban que las reformas económicas de Laos (inspiradas en la NEP de Lenin) lo apartarían de la senda del Socialismo, algo bastante alejado de la realidad, ya que 40 años después de las primeras reformas, todos los países socialistas, sin excepción, han adoptado formulas similares a las emprendidas por Laos y han garantizado con ello la supervivencia de sus revoluciones.

Por otra parte, está obviamente el sistema capitalista, que esperaba tras el colapso del socialismo en Europa oriental a finales de los 80, que Laos, junto al resto de países socialistas, cayera cual ficha de dominó. Como esto último no sucedió, el imperialismo ha tratado a lo largo de las décadas de socavar la legitimidad y la credibilidad del Gobierno comunista de Laos, introduciendo propaganda contrarrevolucionaria en el país e intentando, a través de ONGs (ilegales en el país), introducir agentes extranjeros para desestabilizar al Estado laosiano.

Para combatir todos estos ataques, Laos ha fortalecido en las últimas décadas el aparato del Partido y del Estado, ha seguido luchando contra quienes pretendían restaurar el capitalismo y ha luchado con éxito contra los dogmáticos que hubieran llevado al país al colapso desde dentro del propio Partido. Bajo la sabia dirección del camarada Kaysone Phomvihane hasta su muerte y después, bajo la dirección del resto de camaradas del Partido Revolucionario Popular de Laos, el país se ha mantenido firme en su rumbo socialista.

En su último congreso, el XI Congreso Nacional del Partido Revolucionario Popular de Laos, celebrado en Vientiane del 13 al 15 de enero de 2021, el Partido se reafirmó en el Socialismo. Bajo los lemas “La República Democrática Popular de Laos es duradera”, “El Partido Revolucionario Popular de Laos es honorable y duradero” y “El Marxismo-Leninismo persevera”, los 768 delegados y delegadas eligieron un nuevo Comité Central encabezado por su nuevo Secretario General, el camarada Thongloun Sisoulith y unos documentos políticos revisados para avanzar en la implementación del siguiente Plan Quinquenal.

El Partido cuenta actualmente con una implementación total en la sociedad de Laos y ha alcanzado una histórica cifra de militantes, con 592.186 integrantes (348.686 en el Partido y 243.500 en la Unión de la Juventud Revolucionaria de Laos), lo que representa una tasa de afiliación entre la población de más del 8% y permite que haya una hegemonía político-ideológica en todos los frentes de masas del país y en los sindicatos.

Una Constitución Socialista

En 2015, a iniciativa del Partido, con la gestión de la Asamblea Nacional y con la participación de todo el pueblo de Laos, se elaboró la última reforma constitucional en el país, actualmente en vigor, que reafirmó sin duda el papel del Partido en la sociedad, la continuidad de la Revolución y la apuesta por el Socialismo.

En su Artículo 2, la Constitución revisada reafirmó la idea de que “El Estado de la República Democrática Popular Lao es un Estado democrático popular”, y en el Articulo 3, dice que “Los derechos de los pueblos multiétnicos a ser los amos del país se ejercen y garantizan mediante el funcionamiento del sistema político con el Partido Revolucionario del Pueblo Lao como núcleo dirigente”, reafirmando así el papel del Partido, único y Marxista-Leninista, como garante de la Revolución, así como haciendo hincapié en que Laos es una democracia obrera y popular de carácter multiétnico.

El modelo de organización leninista de las estructuras de poder obrero y popular en Laos es refrendado también por la Constitución en su Artículo 5, donde asevera que “La Asamblea Nacional, las Asambleas Populares Locales y otras organizaciones estatales se establecen y funcionan de acuerdo con el principio del Centralismo Democrático”. En su Artículo 11, menciona que “El Estado [...] tiene la capacidad de cumplir con el deber de proteger las conquistas de la Revolución” y ratifica en su Artículo 14 que “La economía nacional [...] sigue el camino socialista”.

Mención especial merece el Articulo 51, donde dice que “La República Democrática Popular de Laos concede asilo a los extranjeros perseguidos por su lucha por la libertad, la justicia, la paz y las causas científicas", en unos momentos en los que el mundo capitalista es presa de la persecución de cualquiera que luche contra él y contra el imperialismo y en ese mismo mundo, donde a instancias del propio sistema capitalista, se ha dado alas a quienes pregonan las teorías de la conspiración y promueven lo anticientífico, negando incluso la pandemia que recientemente hemos sufrido.

Laos, solidaridad de ida y vuelta

Fruto de ese apego por las causas revolucionarias y científicas, Laos ha demostrado desde los inicios de la Revolución, que está al lado de los pueblos del mundo y especialmente de los pueblos revolucionarios. Luchó junto a Vietnam y Camboya en la guerra de Indochina contra el imperialismo, recibiendo ayuda de la URSS, la RDA, la RPD de Corea y otros países socialistas. Después del triunfo de la revolución ha mantenido los vínculos de solidaridad con Vietnam y la RPD de Corea entre otros y ha colaborado, con ayuda de ida y vuelta, con la República Popular China, elevando la relación de vecindad, a una relación de amistad.

Dentro de la comunidad ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), donde también se encuentra la República Socialista de Vietnam, Laos ha colaborado con los otros 9 estados de en materia de sanidad, educación, comercio, seguridad y lucha contra el tráfico de drogas y personas entre otros, aportando la experiencia de un Estado revolucionario que destaca en la mayoría de esos campos en su región.

Mención aparte merece la relación de amistad y solidaridad que la RPD de Laos mantiene con Cuba socialista, con quien establecieron relaciones diplomáticas el 4 de noviembre de 1974. Desde entonces, los dos países se han ayudado y apoyado en todos los campos del ámbito internacional y han colaborado en distintas materias entre ellos. Cuba ha contribuido a Laos en innumerables ocasiones, con el envió de médicos, cargamentos de azúcar, etc. Por su parte Laos ha dado soporte a Cuba en Naciones Unidas en su lucha contra el bloqueo imperialista, ha enviado a Cuba delegaciones militares para compartir su experiencia en combate y más recientemente, durante la pandemia, Laos donó alimentos no perecederos y productos de limpieza a hospital Frank País de La Habana, donativo que benefició a los pacientes con coronavirus en ese hospital, donde se atendieron 20 mil menores contagiados con Covid-19.

El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, alabó en su cuenta de Twitter el donativo diciendo “A nuestros hermanos de Laos, gracias por la donación que realizaron al hospital Frank País, institución que ha atendido durante la pandemia de #COVID19 a más de 19 500 niños contagiados. Cuenten siempre con #Cuba”, después de que la Embajadora de Laos en Cuba, Anouphone Kittirath, señalara en su discurso de donación que “En medio de las limitaciones, el cierre de fronteras y el aumento de los casos ningún cubano se ha quedado desamparado. Aquí está Laos, para brindar una simbólica ayuda que es muestra de la hermandad y el cariño que une a los dos países, los cuales comparten fuertes lazos de lucha y solidaridad”. La diplomática comunista resaltó también que “la terrible pandemia ha demostrado que la salud es el bien más preciado de los seres humanos”, y resaltó el desarrollo de los cinco candidatos vacunales cubanos ­(tres de ellos ya son vacunas) y la campaña de inmunización masiva anti-COVID-19, “a pesar de ser una isla pequeña y bloqueada por el Gobierno de Estados Unidos”.

El mundo bipolar, Socialismo o barbarie

Queda patente que una de las tareas que tenemos las y los revolucionarios del mundo, es defender a la clase trabajadora allá donde se encuentre, prestando especial atención a la defensa de aquellos obreros y obreras organizados que han construido y defienden revoluciones socialistas en cualquier parte del mundo.

Puede que los imperialistas, todos, intervengan para cambiar la dirección de otros países capitalistas, bien porque esos países no les sean afines del todo o bien porque quieran defender de alguna manera su soberanía nacional (que no popular). Contra esos países que se alinean dentro del llamado “mundo multipolar” o grupo de países “antiimperialistas” (véase Nicaragua, Venezuela o Irán), también hay constantes intentos de injerencias o de intervención, pero no nos engañemos ni engañemos a nadie, el imperialismo es consciente, y nosotros deberíamos serlo también, que el único objetivo contra el que tienen que poner todos los medios de guerra (mediática, económica y militar) a su alcance, lo conforman los países socialistas; China, Corea, Cuba, Laos y Vietnam en este momento.

No es menos cierto, que muchos de esos países capitalistas agredidos por el imperialismo mantienen cierta coherencia en la defensa de sus intereses legítimos y también es cierto que cualquier persona antiimperialista debe defender a esos países de las agresiones, pero más allá de eso, en la actualidad, tras la derrota temporal del socialismo en Europa oriental y algún otro lugar del mundo, y tras ese “fin de la historia” anunciado que nunca llegó, se impone otra lectura y otro momento histórico, donde la “multipolaridad” actual nos debe hacer profundizar las propuestas para afianzar el Frente Mundial Antimperialista y lucha por el Socialismo.

La defensa de un supuesto “mundo multipolar”, no sirve para nada si no va aparejada a una lucha por el Socialismo y esa, será la única manera de contrarrestar la hegemonía de EEUU y sus lacayos. Teniendo en cuenta que el verdadero objetivo del imperialismo es acabar con el Socialismo, debemos hacer el esfuerzo político de ir desterrando esa supuesta “multipolaridad” y planteando la verdadera disyuntiva de la humanidad, la bipolaridad entre Socialismo y capitalismo.

El sistema capitalista y sus gestores saben que el Socialismo es la única alternativa a su sistema de dominación y miseria y saben que hay una guerra bipolar entre bambalinas, una guerra entre capitalismo y Comunismo que determinará el futuro de la humanidad y que decidirá si esa humanidad disfrutará de un progreso sostenible jamás soñado, bajo el Comunismo, en paz y armonía, o por el contrario seguiremos bajo el yugo global del capitalismo mientras nuestro planeta languidece y nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo perecen bajo un régimen de explotación y opresión que cada día irá a más hasta el colapso definitivo que nos aniquilará como especie.

Laos representa una pequeña parte del germinar de una nueva sociedad junto al resto de países socialistas actuales y de los que están por venir fruto de las revoluciones que están tocando a la puerta en muchas partes de mundo. Laos y el resto del mundo socialista, merecen toda nuestra solidaridad y nuestro apoyo en su construcción revolucionaria y en el caso concreto de Laos, merece mayor atención de la que hasta ahora le hemos prestado, ya que es, al fin y al cabo, otra espina roja clavada en el corazón del imperialismo.

Yuri Perez

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