Defensa de los sistemas y empresas públicas. Pensiones, Sanidad, Educación, Correos, Navantia, Hunosa etc.  La mayoría de quienes se levantan antes de que el sol brille, para ir a trabajar más  horas que el reloj de la plaza, seguro que consideran muy necesaria la defensa de estas, para que no sean privatizadas como ya han sido muchos de los servicios y empresas públicas. Aprovechamos para situar que los servicios públicos como Correos o sanidad, entre otros, se mantienen y pagan con la parte del salario que se define como salario indirecto (el que es extraído a través del IRPF). Por otra parte, está el asunto de las pensiones de jubilación, estas se mantienen y pagan con otra parte del salario, que se define como  salario devengado o diferido y no recibido por el trabajador, sino que se deja para ser percibido con posterioridad. Las contribuciones a la Seguridad Social y a los fondos de pensiones son  salarios diferidos. Nuestras pensiones son el resultado de las aportaciones de la clase trabajadora.

¿Y qué papel están jugando las organizaciones sindicales, principalmente las mayoritarias CCOO-UGT? Mientras por una parte estos sindicatos llaman a manifestarse por la defensa de los servicios públicos, por otra parte, sus dirigentes andan firmando lo contrario, en convenios como el de la construcción, en el que ya se han introducido los planes de pensiones de empresa. Y participan del suculento pastel de los planes privados de pensiones, ofreciéndoselos a la clase obrera; están en misa y repicando que decimos en los pueblos.

Estos dirigentes sindicales hacen del pacto social su principal razón y actividad. Dirigentes que viven alejados de la verdadera situación del mundo laboral, quienes llevan años siendo meros burócratas alejados del modelo sindical de clase, aquel que decide e interviene por acuerdo de la asamblea soberana de obreras y obreros. Burócratas sindicales, aristocracia obrera; que asentada en los espacios de confort que la burguesía les otorga no están dispuestos a renunciar a sus privilegios económicos.

Un ejemplo de lo expuesto: El pasado 9 de junio fue aprobada por el parlamento burgués, con el apoyo de Unidas Podemos socio de gobierno del PSOE y sin protesta pública ni privada (quizás estaban de celebración) de las cúpulas  de dirección de los sindicatos CC.OO y UGT, lo que han titulado: Ley de impulso de los planes de pensiones de empresa (reduciendo título: planes privados).

Con esta aprobación se consolidan y ponen en marcha los planes privados de Pensiones, desde la publicación en el BOE, queda definitivamente rubricada una de las partes más lesivas para los intereses de millones de obreras y obreros de la famosa Ley laboral del 2022 impulsada por la ministra Yolanda Díaz y apoyada por los dirigentes de CC.OO y UGT. Esta nueva vuelta de tuerca tiene como objetivo principal la privatización total del SPP.

Esta Ley de impulso de los planes de pensiones de empresa, excluye en uno de sus artículos a los bancos y agentes financieros de las posibles pérdidas  del capital depositado en estos planes, si el dinero se pierde en una mala inversión; por otra parte, añadir que estas inversiones tendrán carácter especulativo, los bancos no se hacen responsables de reponer  las pérdidas . La banca siempre gana, la clase obrera siempre paga.

Pero los dirigentes de CCOO-UGT no están preocupados por los  millones de obreras y obreros que después de décadas de trabajo se puedan quedar sin una pensión que les garantice una jubilación digna.  No, estos andan negociando las partidas económicas que se les deben asignar a ellos para un mejor trabajo al servicio del capital.

Se hace necesario que las y los afiliados a estos sindicatos comiencen  a exigir a sus direcciones el abandono de las políticas del pacto social y el retorno a las prácticas  sindicales de clase. Es necesaria toda la participación posible en cada una de las estructuras sindicales por parte de la clase trabajadora, exigiendo la toma de decisiones a través de la asamblea y la acción sindical como herramienta para la lucha, para la defensa de los servicios públicos y los puestos de trabajo. Orientado todo ello hacia la consigna de la Huelga General, que consiga romper esta dinámica de pacto social que pretende mantener la división y desmovilización de la clase obrera frente a los ataques del capital y la colaboración de socialdemocracia en el gobierno y aristocracia sindical.

Juan J. Sánchez

Responsable MOS del CC del PCPE

uyl_logo40a.png