Si Putin tiene la culpa de todo, mejor mandemos a Putin a la Moncloa, al menos tendremos a quien pedir explicaciones.

Después de ajustar a la clase obrera con el cinturón del despropósito, el gobierno capitalista y borbónico de España, nos azuza el miedo de que vienen los rusos una vez más.

Así llevamos un siglo, aguantando a títeres un día sí y otro también, desde la derecha más rancia en los años 30, el franquismo más visceral hasta los 70, el eurocomunismo de los 80 y los pijo progres de PSOE y UP del 2000 en adelante. Primo de Rivera, José María Gil Robles, Franquito, Suarez, Felipito, el Campechano, Aznar, Zapatero, Rajoy y  el Perro Sánchez. Todos ellos apoyados en los revisionistas y trotskistas del PCE, IU, UP. Que vienen los rusos decían, dicen y dirán.

Cuando desapareció la URSS, se inventaron el peligro de los árabes-musulmanes-no lameculos, porque nadie atacó a Qatar, Kuwait, Omán, Arabia Saudita ni otros esbirros.

La culpa siempre es de otro. La crisis última, a la que llamaron del ladrillo, pero que vino precedida de la caída de un banco norteamericano; vino seguida del COVID, y cuando ya veíamos la luz del túnel ahora la culpa es de que Putin que no nos quiere regalar su gas.

Mientras tanto, el IPC que fabrican da risa. Si hace 40 años con el salario -magro salario- podías a duras penas comprar un piso, un cochecito y pagar y pagar, ahora hacemos lo mismo con 2 salarios. Los salarios suben lo que dice el IPC, pero a veces tampoco, porque estamos en crisis y las pobres empresas van a quebrar.

El IPC recoge doce grupos y hasta 199 subgrupos. Para que veamos cómo refleja la realidad de la clase obrera valga el ejemplo que recoge la misma página del INE (Instituto Nacional de Estadística): “En la cesta de la compra del IPC entran nuevos artículos como las mascarillas higiénicas y la suscripción al periódico on line. Y salen otros como el reproductor de imagen, el reproductor portátil, el DVD y el compact disc.”

Vamos que nuestro salario depende de la subida o bajada de las mascarillas o la suscripción a periódicos online, menos mal que los reproductores portátiles, esos que hace 20 años ya nadie compra y los DVD y compact disc, los han sacado.

También hay un apartado “otros” en los que se incluyen cosas tan comunes como los diamantes o los yates. A la vivienda le dan un valor relativo del 14,2 %, pero todos sabemos cuánto le dedicamos a comprar o alquilar una vivienda, y desde luego, la clase obrera le dedica mucho más de un 14,2 %. A  continuación hagamos una tabla de equiparaciones para ver lo que dice el INE y lo  que nos dice el día a día de la clase trabajadora:

Según el INE a cada grupo le corresponde un gasto porcentual que está expresado en la columna ponderación.

En la columna importe hemos calculado lo que en relación a lo que dice el INE se puede gastar alguien que cobre el salario medio nacional

Todo esto está calculado para el salario medio nacional, que según el mismo INE es de 24.009 € brutos anuales en 12 pagas, lo que hace un neto mensual de 1.602 €

Así que la clase obrera puede dedicar 227,48 € a vivienda. El precio medio en España del alquiler de un apartamento de dos dormitorios subirá a 746 euros al mes. Hagamos cuentas porque a mí no me cuadra. Y eso sí, aunque el salario no suba lo mismo que el IPC, el alquiler sí que sube ese IPC falseado. En función de lo que suba cada grupo se calcula el aumento o disminución del IPC, así una subida del 30% en el grupo 1, supondrá una subida ponderada del IPC del 6,7%, pero tú pagarás el litro de aceite un 30% más caro.

A estas alturas la clase obrera no sólo ha de reivindicar, como hace algún sindicato, la subida del IPC. Hay que cambiarlo todo. La clase obrera ha de tomar el poder para dejar de una vez de sufrir esta tomadura de pelo.

El capital cada vez tiene más ganancia, sino la obtiene de la plusvalía del trabajo directamente, la obtiene indirectamente, pero…la culpa es de Putin.

Juan Luis Corbacho

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