La pandemia sacó a la luz la verdadera situación de las residencias de mayores en la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país. Fuimos testigos del horror que sucedía tras sus puertas y por fin pudimos escuchar la voz de residentes, familiares y trabajadoras de estos centros.

Ahora, casi dos años después, la situación sigue siendo la misma, poco o nada ha cambiado en estos centros y las instituciones públicas han pasado página como si esas situaciones nunca hubieran sucedido. Solo las trabajadoras han continuado su lucha, como las trabajadoras de Taliarte una de las residencias más importantes de la isla de Gran Canaria.

La Residencia mixta de pensionistas de Taliarte depende del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria. Ellos mismo en su web nos ofrecen la siguiente información: “la principal fuente de ingreso del IAS lo constituyen las transferencias provenientes de la Consejería de Derechos Sociales de la Comunidad Autónoma de Canarias derivadas del Convenio de Dependencia y las del propio Cabildo para financiar gastos corrientes (Capítulo IV del presupuesto anual)”. Por lo tanto, se trata de una residencia gestionada con dinero público.

Lo que no dicen en su web es que han privatizado una parte de su gestión, en concreto tres de sus plantas (actualmente en manos de la empresa Clece) y que esto está provocando sobreexplotación de las trabajadoras y desigualdades en las personas residentes.

El Comité de empresa que representa a las trabajadoras y trabajadores de la empresa Clece liderado por el FSOC (Sindicato Obrero Canario) lleva meses denunciando las insoportables cargas de trabajo del personal del centro, que está aumentando el número de bajas laborales que provocan la desatención de las personas mayores que se encuentran residiendo en alguna de estas plantas. Esta situación la pusieron en conocimiento de la consejera de Asuntos Sociales del Cabildo de Gran Canaria, Isabel Mena, que se negó a atender sus peticiones, alegando que sí se cumplen las ratios. Sin embargo, conocemos de primera mano que en la parte pública de la residencia, 14 trabajadoras atienden a 80 pacientes y en la privada las trabajadoras son normalmente 8 y en ocasiones 10.

Ante esta situación insostenible, el Comité de Huelga ha convocado varias movilizaciones delante de la puerta del Cabildo Insular de Gran Canaria, decidieron visibilizar lo que ocurre en la residencia y luchar por acabar con la sobreexplotación a la que están sometidas.

También existen otros centros de mayores en Gran Canaria con la misma situación, como en Arucas y en la zona sur de la isla.

El Partido Comunista del Pueblo Canario ha estado apoyando estas movilizaciones junto al Sindicato Obrero de Canarias y, además, este comité de empresa formó parte de la organización de la XI Marcha Obrera del pasado 1 de diciembre, donde se puso de manifiesto que la solidaridad obrera y la participación de los colectivos en lucha en cualquier movilización es imprescindible para acabar con la situación que vive la clase obrera actualmente en Canarias.

Es absolutamente necesario elevar la conciencia de este colectivo obrero para que se dé cuenta de que es importante luchar por la equiparación de ratios con las trabajadoras de la parte pública de la residencia, pero es más importante aún acabar con las privatizaciones de las residencias públicas. Su lucha tiene que ir un paso más allá y que su principal reivindicación sea que el Cabildo de Gran Canaria recupere la gestión de toda la residencia que contrate directamente a esas trabajadoras, lo que mejorará sus condiciones laborales, sus derechos laborales y, por su puesto, la atención a las personas residentes. Lo que es una aberración es que, dependiendo de la planta que te toque residir, recibes una mejor o peor atención, quizá si nos diéramos una vuelta por esas tres plantas nos daríamos cuenta que las ocupan la clase obrera con pensiones más miserables.

Como siempre, la lucha de clases es el eje de todos los conflictos, por eso, continuaremos acompañando y apoyando la lucha de las trabajadoras de Taliarte y toda lucha protagonizada por mujeres que en nuestra sociedad siguen siendo invisibilizadas por los medios de comunicación. Miles de mujeres de todo nuestro país, de muchísimas residencias, protagonizan movilizaciones, huelgas, marchas y su repercusión sigue siendo mucho menor, a pesar de ser un problema estructural, que cualquier lucha protagonizada por hombres.

Isabel Talavera y Sonia Iruela

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