En los prácticamente dos siglos de combate radical e irreconciliable entre el proletariado y la burguesía, la principal tarea de nuestro enemigo de clase en el combate ideológico ha sido descalificar el comunismo. Nunca han dudado a la hora de identificar a su enemigo principal, pero tampoco han escatimado recursos económicos y humanos para desarrollar una tarea que saben definitiva.

En todo este tiempo, la imagen, tanto del Comunismo, como de los comunistas y las comunistas, se ha ido modificando y ciertamente, ya son pocos quienes defienden que, como los rusos, tenemos rabo y cuernos, pero siempre ha sido y es, profundamente negativa y cargada de prejuicios injustificables1. Todo tipo de acusación y descalificación ha buscado criminalizarlo y situar su realidad como un infierno para la vida sin espacio para la libertad, el bienestar y la cultura. La más burda manipulación de la verdad destinada a perpetuar la dominación burguesa y su dictadura de clase, es la estrategia usada durante todos estos años.

Combate ideológico que, por el alcance que hemos definido, sería un grave error minusvalorar y no considerar en la totalidad de sus aspectos.

En estas líneas solo abordaremos la aceptación por “comunistas” del imaginario del Comunismo que realiza la burguesía. Son dos tipos de comunistas:

  • Revisionistas plenamente situados en el campo de la socialdemocracia.
  • Izquierdistas ubicados en el idealismo y el sectarismo.

Los primeros defienden su identidad comunista haciendo un alegato de los valores propios de la democracia liberal y el interclasismo, resumido todo ello en su compromiso con la Transición y el Pacto Social. Se muestran como comunistas “buenos” que ya no defienden el Poder Obrero –la Dictadura del Proletariado-, ni quieren acabar con la sociedad dividida en clases. Comunistas que abjuran de la experiencia de construcción del Socialismo y reiteran su compromiso con la Democracia … burguesa. Su paradigma de comunista son aquellos que protagonizaron la Transición que logró reconciliar en un proyecto común a todos los españoles -- burgueses y proletarios --.

Los segundos siempre han estado ahí y su existencia ha sido instrumentalizada y/o propiciada por las más diversas instancias del Poder, fundamentalmente los aparatos represivos y sus servicios de inteligencia.

En la actualidad, el uso de las diversas herramientas que facilita Internet2, les permite multiplicar la apariencia de su realidad y lograr una repercusión inalcanzable sin ellas de cualquiera de sus bufonadas, más o menos violentas, más o menos ocurrentes.

Orientados a la juventud, su misión última es anular al mayor número de jóvenes posibles3 creando espacios políticos que, siendo verdaderas caricaturas de una organización comunista, nada tiene que ver con la realidad de ésta.

Parafraseando a Edward Said en la idea central de su gran obra “Orientalismo”, podemos afirmar que su comunismo no es Comunismo tal y como es. Es comunismo tal y como ha sido desvirtuado por la constante propaganda anticomunista que ha generado una falsa foto fija del Comunismo ahistórica y antidialéctica, asumida por quienes, quizás sin ser conscientes de ello, sustraen al Comunismo de la realidad y, consecuentemente, de la lucha de clases. Convierten al Comunismo en una especificidad alejada de las masas en la que, este tipo de organizaciones/sectas, incapaces de interpretar la subjetividad de las masas para transformarla en fuerza revolucionaria mediante una creciente capacidad de dirección política de las mismas, construyen su idealista realidad endogámica de forma totalmente metafísica, o como se denomina ahora, en el metaverso4 de las redes sociales.

Igual que le sucede a las diversas corrientes revisionistas, por mucho que lo pretendan, su comunismo y la imagen que dan de él, no tiene nada que ver con el Comunismo que, como una necesidad imperiosa de la clase obrera mundial, surgió en gran número de países durante los años 20 del Siglo XX a la luz del Triunfo de la Gran Revolución de Octubre. Su proyecto y sus dirigentes son una impostura funcional únicamente a las cloacas del Estado en su doble labor de anular, cuanto antes, la fuerza militante de una parte de la juventud que se asoma a la lucha revolucionaria y de, a la vez, seguir construyendo una imagen despreciable del Comunismo como totalitarismo equiparable al fascismo.

Son estas unas líneas que conscientemente no mencionan a nadie por la confianza en la perspicacia de quienes nos leen y que, a la vez, solo se adentran en una de las características que se reflejan en casi todas las desviaciones que siguen afectando al movimiento comunista internacional. Dejaremos para nuevas entregas el análisis de los procesos ideológicos que se esconden tras algunos de ellos y que, en multitud de ocasiones vienen determinados por la realidad material que determina la conciencia de ciertos dirigentes o, lo que es aún más grave, sus patologías.

Javi Ortega

Secretario de Organización del CC del PCPE


1 Quizás lo último sea el paralelismo entre los Nerdenthales y los comunistas que realizó Isabel Díaz Ayuso, pero lo más grave en nuestro entorno más inmediato es la equiparación del Comunismo con el nazi-fascismo por parte del Parlamento Europeo.
2 Todas ellas propiedad de monopolios capitalistas.
3 La UCE ya no es funcional y es necesario sustituirla por otras organizaciones que cumplan esa tarea.
4 https://es.wikipedia.org/wiki/Metaverso
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