Este artículo, bien podría ser una segunda parte de aquel “PGE 2021, estafa socialdemócrata” que publicó Unidad y Lucha a finales del 2020 de la mano de Carmelo Suárez, donde se analizaba la inamovilidad del modelo productivo y los escasos cambios que el gobierno socialdemócrata había implementado, más allá de las retóricas proclamas propagandísticas sobre el cambio de modelo, sobre ecología, feminismo, cohesión social, etc.,
Los Presupuestos Generales del Estado del 2022, confirman esa sumisión lacayuna del “gobierno más progresista de la historia de España” a los intereses leoninos de la oligarquía.
La incorporación en estos presupuestos de los fondos “Next Generations”, hipotecan el futuro de las trabajadoras y trabajadores en el Estado Español, que viviremos por ello, en condiciones más precarias.
Poco importa, en este contexto, la variación de unos pocos euros (o miles de euros) en determinadas partidas.
Sí que es cierto, que algunas deben ser valoradas para saber cuál es el objetivo que el ejecutivo persigue, dentro del marco irrenunciable de su apuesta ideológica principal, que claro ha quedado, prioriza la salvaguarda del bloque oligárquico-burgués, intentando que los monopolios recuperen la senda de la recuperación económica, inclusos en el Proyecto Europeo, a través de la cesión soberana de las decisiones económicas y sociales.
La cuestión sanitaria
La inyección que el pasado año tuvo la sanidad pública, no fue estructural, sino meramente un parche que sirvió a la compra masiva de vacunas. Una vez vacunada la mayoría de la población, el presupuesto del Ministerio de Sanidad cae un 9,9 %. Es cierto que excluyendo los gastos en vacunas, la partida presupuestaria ha subido; pero también lo es que la sanidad pública viene arrastrando pérdidas presupuestarias desde el año 2009 (11,21 %)
Además, casi todas las partidas han aumentado. Este es el Presupuesto más caro de la historia, gracias a la incorporación del dinero de Europa.
“Seguridad exterior e interior”
Y en ese incremento generalizado de las partidas, destaca el militar, que aumenta un 7,89 %, lo que unido al 4,64 % del 2021 nos da las claves del “compromiso por la paz y el desarme” que la socialdemocracia guarda en su agenda; algo que ya quedó claro con las declaraciones de Enrique Santiago, “ínclito” Secretario General del PCE que en relación a la cumbre de la OTAN a celebrar en España en 2.022, apuntó que “si formamos parte de una organización internacional y tenemos obligaciones, es obvio que hay que cumplirlas”.
Destaca también, el coste destinado a modernizar el aparato represivo del Estado, con un incremento del 5,1 % del Ministerio del Interior, que gastará en gran parte en flotas de vehículos, aeronaves y embarcaciones para la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.
Y en esa misma línea, se apuesta por el mantenimiento parasitario de la Casa Real. Para 2022 continuarán los 8,4 millones de euros que en los presupuestos anteriores se incrementaron casi un 7 % y que siguen escondiendo una multitud de partidas opacas de otros ministerios.
Conclusión
Otras partidas que “cambiarán el modelo productivo”, haciéndolo más digital, ecológico, igualitario o cohesionado, ya fueron descritas en detalle en otros artículos de Unidad y Lucha, donde describíamos lo que supondrán estos Fondos de Recuperación y Resiliencia para el futuro de los y las trabajadoras del Estado Español.
Incorporados a los PGE bajo las denominaciones de “Industria y Energía”, “Acceso a la vivienda”, “Comercio, Turismo y PYMES”, “Investigación, Desarrollo e Innovación”, y otros, bajo el subtítulo de “Mecanismo de Recuperación y Resiliencia”, oficializan una política que promete a Europa la claudicación de la clase obrera y deja expedito el camino, a las organizaciones revolucionarias, a través de la creación de estructuras de organización popular, para buscar la salida de este laberinto.
Kike Parra