En el año 74 d.C., decididos a poner fin a la gran revuelta judía contra su dominio, los romanos sitiaron la fortaleza de Masada. Allí resistía un grupo de aguerridos combatientes que prefirieron suicidarse antes que aceptar la rendición. La motivación romana era estrictamente económica pues los rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de una ciudad cercana. El general romano que sabía de la resistencia de los judíos rebeldes hizo construir una muralla que rodeaba todo el promontorio donde se asentaba Masada. Utilizaron a judíos apresados para la construcción. Y este es el único relato que sabemos, puesto que la historia es compañera de mesa de los vencedores, y sólo sabemos el relato de los romanos. Flavio Josefo (cómo le gustaría esto a Yolanda la pijo progre, lo de Josefo…claro) dice que los rebeldes se suicidaron y cómo la ley judía prohibía el suicidio, cada uno le quitó la vida a los demás….lo que dejaría un superviviente, claro, que sería quien se lo contó a Flavio, porque si no, no se entiende cómo supo que pasó de puertas adentro con el detalle que lo cuenta.

Un asedio de 2 años, no más. Cuba lleva bloqueada más de 60 años. Si nos fijamos en la descripción de Flavio es perfectamente extrapolable a Cuba, porque al fin y al cabo, los imperios son siempre iguales.

El ataque contra Cuba a nivel periodístico es increíble. Desde todas las partes, hasta la democrática Unión Europea, le pide un cambio….claro que no se lo piden a Arabia, Omán, Qatar, o EEUU (cuya democracia sí que deja que desear)…tampoco tienen bemoles de pedírselo a China (a los chinos no se les nota cuando se parten de risa, por los ojillos rasgados, ya me entienden).

La gusanera anda aullando en su arremetida final (la enésima, porque esto se ha vivido otras veces). Mentira sobre mentira, desde asaltos en la India que hacen pasar como calles de Cuba hasta manifestaciones en Egipto, desde misiles balísticos bielorrusos hasta alzamientos de comisarías, todo ello condimentado con loas a Dios y todos sus arcángeles.

Los colaboracionistas vienen de todos los países, sobre todo de España, veladora sempiterna de los valores católicos y capitalistas de Europa. La maravillosa España que lo mismo acogió a nazis alemanes, golpistas sudamericanos, sátrapas árabes, terroristas venezolanos, escritores venidos a menos, filonazis, mafiosos, defraudadores, reyes caídos en desgracia de cualquier país, griegos, franceses, búlgaros o rusos.

La España negra de los asesinatos de estado, de las urnas machacadas. La España del franquismo y el postfranquismo se erige como la defensora de las libertades. ¡Liberad a Wally o Willy o Leopoldo o cualquiera que nos de la gana! Gritan los neoliberales mientras encarcelan a raperos, tirititeros o políticos.

¿Pero cuál es el futuro de Cuba? Cuando uno estudia detenidamente las opciones, se pasa del miedo a la carcajada. Apoyados por Vox (partido democrático donde los haya) o por el sionismo israelí o por la mafia cubana o por el Yunque, se nos antoja que poca democracia se pide para Cuba. Cuando oyes a cubanos en el exterior hablar de la corrupción del periodismo pero que ellos conocen la verdad oyendo podcast de gente libre, o a Federico Jimenez Losantos (que de Latinoamérica sabe un montón…menos mal que soy chino y no se me ven las lágrimas del carcajeo), no queda menos que asombrarse. El principio de los fake es esto: si dicen lo que quiero oír es que dicen la verdad.

Y repiten como papagayos lo del bloqueo interno, la corrupción del sistema, la falta de libertad (aunque puedan salir y entrar a Cuba, no como Snowden o Assange o Caruana o tantas y tantos periodistas que han sido asesinados en cuanto tocan a los poderosos), pero sobre todo la falta de carne de res. Es que si no hay ternera para el desayuno esto es una dictadura.

Con 60 años de bloqueo lo difícil es conseguir que se coma a diario, pero se hace, aunque haya colas para comprar el pollo. Con la arremetida de la extrema derecha mundial (incluyendo a “nuestro” democrático y republicano PSOE, o a los chachi piruli de Podemos) sólo se puede pensar en la solidaridad internacional. La solidaridad de la clase obrera con conciencia, puesto que la otra, sigue a Jimenez de los Santos. Esa solidaridad habría que esperarla de China y a nivel estratégico también de Rusia. El vendaval contra Venezuela acabó cuando estos dos países dieron el golpe encima de la mesa y esperemos que no haya sido una claudicación de principios del gobierno de Maduro.

Cuba va. Muchos piden la invasión de Cuba, para acabar con el comunismo, como si el comunismo fuera la fuente de sus problemas, como cuando en pleno Macartismo había sospechas y mientras se blanqueaba a los nazis, a los que se les aupó a generales de la OTAN, se condenaba a gente inocente por delitos que no habían cometido, pero que sí eran comunistas. Y es que para el fascismo, ser comunista es un delito.

A estas alturas, el resultado del partido Masada-Cuba, marca un 2-60 a favor de Cuba y todavía se espera que el marcador suba a favor de Cuba. Un día se estudiará la historia universal y se verá cómo un país de 11 millones de habitantes aguantó al mayor imperio hasta la fecha durante años, hasta la victoria siempre. Habrá traidores, lamebotas, cobardes, habrá quienes incluso dentro de la fortaleza, pondrán sus intereses por encima de todos sus compatriotas, pero habrá una mayoría que resistirá y vencerá. De esa mayoría es la historia de Cuba y es la historia de la caída del imperio yanqui y de los últimos coletazos del fascismo.

Juan Luis Corbacho

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