Coincidimos en un café una mañana de agobios, pero María tan accesible y predispuesta como siempre, me dijo que sí para la entrevista. Tras las risas y confidencias hicimos una foto y nos emplazamos para más adelante hacerla. Cuestiones sanitarias se cruzaron en el propósito y la hemos hecho por correo electrónico y tal cual la reproducimos. Incluso cuando se encuentran cosas positivas en lo vivido, siempre caen cosas del “platillo” contrario. Especialmente en el tema del trabajo donde es recurrente el aumento de las cargas de trabajo y la falta de incrementar los medios y recursos.

P ¿Cómo viviste el confinamiento, afectó a tu trabajo?

R.- El confinamiento por el Covid, afectó a mi trabajo. Inicialmente no era tanto la carga de trabajo como la incertidumbre en el ámbito laboral. Mi trabajo está directamente relacionado con la administración de Justicia y no se tenía certeza del funcionamiento de la misma. A medida que fueron avanzando los días, la carga de trabajo iba en aumento y los recursos laborales y la incertidumbre existían, eso fue muy negativo. Estábamos mi pareja y yo en casa, con un menor de cinco años a cargo, que tenia clases virtuales y el resto del tiempo con mucha energía para agotar “ en casa” y nosotros trabajando al mismo tiempo. Hicimos turnos de trabajo en jornadas de cinco horas (mañana o tarde) y en eses tiempo el menor no podía entrar en el despacho de trabajo. Misión prácticamente imposible. Mientras escribo esto estoy reviviendo el estado de ansiedad generado en aquel tiempo.

P.- ¿Con toda esta situación han cambiado tus condiciones laborales? ( mejor/peor)

R.- No puedo decir que hayan cambiado. El trabajo es presencial en esencia. Las visitas suelen ser presenciales salvo excepcionalmente telefónicas. La carga de trabajo sí ha aumentado y los recursos siguen siendo los mismos. El balance es a PEOR, desde luego.

P.- ¿Con la Covid-19 y las medidas que se aplican como han afectado a tus condiciones de vida?

R.- Mis condiciones de vida son parecidas, salvo por las visitas de familiares y a amigos. No puedo ir a ver a mis familiares cercanos que viven fuera y con mis amigos de la infancia no puedo hacer esa “juntada anual” en alguna parte del país.

P.-¿Han cambiado o aumentado las tareas de cuidados, el trabajo en la casa o con tu familia es mayor ahora?

R.- La carga laboral en mi caso ha ido en aumento, y las familiares de momento se han mantenido como estaban. Al menor lo seguimos llevando a actividades extraescolares. Así lo hemos decidido, asumiendo más riesgo de contagio, evidentemente.

P.-¿Tienes personas a tu cargo? Que dependan de ti social o económicamente?

R.- A mi cargo únicamente tengo a mi hijo de 5 años.

P.- ¿Tienes algún tipo de ayuda, prestación o subsidio?

R.- No recibo ningún tipo de ayuda o prestación. Vivo de mi salario.

P.-¿Cómo has vivido este año, como lo valoras?

R.- Este año lo he vivido diferente. He estado con mi pareja más que nunca, y nos seguimos llevando bien. He estado con mi hijo mucho más tiempo del que un año normal hubiera supuesto. Estos dos aspectos han sido positivos. Pero ha sido un año de mucha incertidumbre, de miedo (desde el punto de vista de la salud) y de soledad (sentirte encerrada, sin poder hacer lo que quieres y ver a quien te apetece me ha costado).

No podemos terminar el balance sin preguntar por el futuro inmediato y los cambios. P.- ¿Cómo te gustaría que cambiaran las cosas?

R.- Más teletrabajo. Más flexibilidad laboral, más colaboración y comprensión, sobre todo en el ámbito laboral y de la administración. Y más de ayuda de todos y más libertad y más conciencia social.

Secretaría feminista

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