Son varios los meses a los que hay que remontarse para comenzar a mencionar los problemas a los que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras del Matadero Insular de Tenerife (MIT). En mayo de este año comenzaron los retrasos en el pago de las nóminas, situación que se alargó hasta el verano cuando la plantilla amenazó con ir a la huelga si no se resolvía la situación.

Hay que aclarar que el MIT es el centro por el que obligatoriamente pasa todo animal vivo (ganado porcino, bovino, vacuno, aves, etc.) que se comercializa para su consumo en Tenerife (también se destina producto hacia otras islas), encargado de todo el proceso, antes de llegar a los comercios, charcuterías, carnicerías, etc. en unas condiciones de calidad y sanitarias óptimas. Por lo tanto forma parte de un sector clave para la industria alimentaria insular y de Canarias.

El MIT, siendo el matadero que más producción genera de toda Canarias, recibe, en cambio, un tercio del presupuesto con respecto al segundo matadero en importancia en las islas. Con lo cual, genera más producción con menor inversión. Siendo la mala gestión  lo que crea el supuesto déficit del centro, y no precisamente un derroche del dinero público que se dedica a las instalaciones y al pago del personal.

Desde el Cabildo Insular de Tenerife, que participa del 33% del organismo, y que es el principal responsable de esta situación, junto con los grandes empresarios de la ganadería en la isla (los cuales poseen el resto de participación), ya se amenazaba con que el MIT era deficitario y dificultoso de mantener. Hablamos de una entidad, bajo responsabilidad del Consejero Insular de Agricultura y Ganadería, José Joaquín Bethencourt, que ha sido incapaz de llevar una buena gestión del centro.

Es entonces cuando este señor achaca las pérdidas a la aplicación del convenio colectivo. Es decir culpabiliza a los trabajadores y las trabajadoras de pretender tener unas condiciones laborales que previamente se habían pactado, ni más ni menos, lo acordado bajo convenio. De esta manera y con la aplicación efectiva del convenio, en el sector de producción, se pasó de salarios de 600€ a algo más de 900€.

Evidentemente para la patronal ganadera y los organismos públicos que gestiona la burguesía, en plena crisis capitalista, esto son unas “condiciones privilegiadas” para la clase obrera, inasumibles para la patronal. Hablamos de jornadas de trabajo intensísimas, en las que se labora a destajo y bajo condiciones laborales precarias en cuanto a material de trabajo e infraestructura laboral, lo que lleva a que se hayan producido varios accidentes laborales.

Después de que se resolviese parte del problema con los retrasos de las nóminas de mayo y junio tras la amenaza por parte de una plantilla de trabajadores y trabajadoras unida de ir a la huelga si no se resolvía, es el día 12 de noviembre cuando la plantilla al completo decide echarse a la huelga indefinida.

El motivo: a los ya habituales retrasos en el cobro de las nóminas, se suma la decisión de los gestores del MIT de aplicar un ERTE, con una reducción de salario del 20% y un ERE en el sector de transporte que afecta al 28% de la plantilla. Una vez más, la mala gestión burguesa y la salida de las crisis por parte del capital, pasa por la devaluación de la fuerza de trabajo, trabajar más por menos, y la crisis la seguimos pagando la clase obrera.

La valiente y unitaria decisión de la plantilla de  genera inmediatamente la rabia y contraofensiva burguesa (mostrando vigente el principio de acción-reacción en la lucha de contrarios, cosa que la burguesía tiene bien interiorizada), comienza de esta manera una campaña de criminalización hacia los trabajadores y trabajadoras en los medios burgueses. El propio responsable de la situación, Consejero Insular de ganadería, José Joaquín Bethencourt, sale desacreditando a los y las obreras en los medios de prensa, y enviando a las fuerzas represivas al centro de trabajo.

Mientras tanto los trabajadores y las trabajadoras, que solamente permanecían simbólicamente en la puerta del centro de trabajo, recibían el apoyo de pequeñas ganaderías, carnicerías y comerciantes que entienden y apoyan su lucha, porque conocen el problema.

Tras este paro unitario, el Cabildo accedió a negociar, y presentó una propuesta para el pago de todos los retrasos con la condición de volver a la actividad. Propuesta a la que finalmente accedió la representación sindical y que ratificó la Asamblea, finalizando con una huelga de 4 días, pero en una situación en la que sigue vigente la propuesta de reducción salarial y despidos, propuesta que siguen en negociación y a las que las trabajadoras y trabajadores se niegan en rotundo.

Por todo ello, los Comités de Unidad Obrera de Tenerife, decidieron intervenir, conocer de primera mano el conflicto reuniéndose con los trabajadores y las trabajadoras, y ejercer  la solidaridad obrera y dar difusión del conflicto, llevando a la plantilla el apoyo a sus reivindicaciones, haciendo hincapié en  la necesidad de la unidad de la clase trabajadora y la necesaria combatividad en el conflicto para conseguir defender tanto sus puestos de trabajo, como las posiciones de la clase obrera.

Comunicado de apoyo de los CUO – Tenerife sobre el conflicto en el MIT mediante el siguiente enlace.http://www.unidad-obrera.org/?p=4893

F. Valverde

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